Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC MADRID 06-01-2008 página 42
ABC MADRID 06-01-2008 página 42
Ir a detalle de periódico

ABC MADRID 06-01-2008 página 42

  • EdiciónABC, MADRID
  • Página42
Más información

Descripción

40 ECONOMÍAyNEGOCIOS En portada s ¿Efecto dominó en las inmobiliarias? DOMINGO 6 s 1 s 2008 ABC (Viene de la página anterior) EVOLUCIÓN DE ASTROC Y COLONIAL EN BOLSA EN EL ÚLTIMO AÑO En porcentajes 150,50 tonces presidente, Enrique Bañuelos, e impusieron un cambio radical en la gestión. Un hecho, que se ha vuelto a repetir, de forma similar, en Colonial, la segunda inmobiliaria española. Entre el día 26 de diciembre y el 3 de enero, la compañía había perdido al menos la mitad de su cotización bursátil, o lo que es lo mismo, unos 2.000 millones de euros, convirtiéndose en otra víctima del estrechamiento de las condiciones del crédito, según los expertos en Bolsa. Algo que podría volver a verse en alguna otra de las inmobiliarias del país. Sin embargo, desde el Gobierno, no ven posibilidad de contagio Esta misma semana el secretario de Estado de Economía, David Vegara, explicaba a Europa Press que las dificultades por las que atraviesa Colonial son de carácter accionarial y descartaba que vayan a extrapolarse al resto de compañías del sector. Según los expertos, lo ocurrido en Colonial es una consecuencia lógica de las actuaciones de las inmobiliarias en los últimos tiempos, y que tendrá su desenlace a lo largo de este mismo año. La mayoría está de acuerdo en que el progresivo endeudamiento de casi todas las compañías del sector desembocará en una concentración. Las inmobiliarias españolas se han caracterizado por su alta actividad compradora durante los últimos años, básicamente a costa de la deuda asegura Juan Ignacio Sanz, abogado y profesor de Esade. Pero pocas de ellas pensaban cómo iban a gestionarla cuando la música dejara de sonar añade un operador en Londres. La deuda de Colonial se situaba a finales del tercer trimestre del año pasado en 8.900 millones de euros, casi tres veces su capitalización bursátil al cierre de la sesión del viernes 28 de diciembre- -cuando se desató su particular crisis- que ascendía a unos 3.100 millones de euros. De hecho, la deuda de la inmobiliaria presidida hasta hace apenas diez días por Portillo es una de los más altas del sector inmobiliario español al contar con un ratio de endeudamiento respecto de sus activos del 77 en comparación con un ratio medio de deuda del 45- 50 en el mercado inmobiliario europeo, según Banesto. ¿La solución? Para algunos, ya se está dando con la venta acelerada de activos. Pero no es la única. Las financiaciones sindicadas de hace un año- -afirma Juan Ignacio Sanz- -se están refinanciando a un plazo medio de siete años, de los 129,00 107,50 Luis Portillo Colonial Enrique Bañuelos Astroc 86,00 64,50 43,00 El Gobierno no ve contagio 21,50 Enero Febrero Marzo Abril Mayo Junio Julio Agosto Septiembre Octubre Noviembre Diciembre cuales los dos primeros incluyen niveles de amortizaciones de deuda prácticamente nulos, ya que el mercado prevé que 2008 y 2009 serán ejercicios muy duros para las compañías Serán por tanto casi dos años de carencia para después concentrar los pagos en los últimos cinco años. Ahora bien, este tipo de esquema como solución al alto endeudamiento de las compañías podría ser un grave problema para los bancos, ya que si estas refinanciaciones no funcionan, las inmobiliarias se verán obligadas a solicitar el concurso de acreedores, la antigua suspensión de pagos dice el profesor Sanz, que añade que si estos créditos multimillonarios van a concurso las entidades financieras tendrán que provisionar, algo que les puede comer un porcentaje muy alto de sus beneficios El caso es que ya se está aplicando este tipo de solución. La primera inmobiliaria española, Metrovacesa, no tuvo incon- CLAVES DE UNA CRISIS El punto de inflexión del que ha venido a ser el annus horribilis de las inmobiliarias, 2007, fue el desplome bursátil de Astroc, en abril pasado Después, todo seguido: el origen de la crisis de las subprime la caída del negocio residencial en España, la suspensión de pagos de Llanera y la amenaza de insolvencia patrimonial de Habitat Lo último, la marcha forzada del presidente de Colonial el pasado 28 de diciembre Metrovacesa, la primera veniente en anunciar que había puesto en marcha este tipo de esquema para amortizar deuda. En julio pasado, firmó con 41 entidades financieras un crédito sindicado para refinanciar un préstamo de 3.209 millones de euros, el 58,34 del total de unos 5.500 millones de euros a los que se elevaba el endeudamiento de la compañía, informaba entonces su director general, Jesús García de Ponga. Esta operación suponía el punto de partida del proceso de segregación de la compañía en dos empresas distintas, dado que el nuevo préstamo ya no tenía pignoradas como garantía acciones de Gecina, la filial francesa del grupo. La liberación era necesaria para la segregación, dado que los títulos de Gecina se darían como contraprestación en la oferta pública de adquisición (opa) que Metrovacesa lanzaría sobre sus propias acciones para dividirse en dos sociedades. Y es que las compañías del ladrillo español compraron muy caro hace años, lo que las llevó a pedir préstamos sindicados que empezaron a ejecutarse a finales de 2007. Algo que no pueden hacer ante la falta de liquidez en el mercado, y la nula concesión de más créditos por parte de las entidades financieras. Un endurecimiento de las condiciones de liquidez en los mercados globales, la desaceleración del mercado inmobiliario y una tendencia alcista de tipos han dificultado a las promotoras inmobiliarias a afrontar sus elevadas cargas de deuda. No obstante, y a pesar del mal momento por el que atraviesa el mercado financiero, hace meses que Colonial escucha ofertas por distintos activos e incluso realiza subastas privadas tentativas, como la que, por ejemplo, dio como resultado la venta de activos logísticos a Abertis y La Caixa hace unos días. Fuentes consultadas del sector aseguran que en lo que se refiere a las participacio- Se endurecen las condiciones Astroc, el valor estrella de la era del ladrillo español, el primero en sufrir la crisis del sector Las acciones de Astroc se pusieron a la venta en mayo de 2005 a un precio por debajo de siete euros. A finales del mes de febrero de 2007, traspasaron la frontera de los 72 euros. La revalorización de la inmobiliaria, en tan sólo cerca de dos años, fue del 1.000 lo que convirtió a su presidente, Enrique Bañuelos, en uno de los hombres más ricos de España. El 18 de abril del ejercicio pasado, desplome total. Sin razón aparente apuntó en aquel momento Bañuelos, el valor perdía de un plumazo un 42,9 E igual, en un visto y no visto de unas pocas horas el presidente de la inmobiliaria sufría una reducción de su fortuna personal en cerca de 1.300 millones. Entonces, nadie encontraba explicación alguna al derrumbamiento de la inmobiliaria, si bien analistas e inversores la tachaban de un valor altamente especulativo. En el mercado corrían rumores sobre la marcha de alguno de los accionistas relevantes de esta firma. Uno de los inversionsitas, el grupo Rayet, de hecho ya había hecho público un mes atrás su deseo de abandonar la compañía como parte de su estrategia de crecimiento y diversificación. Entre los mejores posicionados también estaba el presidente de Inditex, Amancio Ortega, con una participación del 5,010 de Astroc a través de la sociedad Pontegadea Inversiones, pero que no se pronunciaba sobre esos supuestos rumores. Otras firmas gallegas, como Caixa Galicia, tienen también participación en esta inmobiliaria. Finalmente, el que finalmente dejó Astroc, fue su presidente, Enrique Bañuelos, en julio pasado. ABC

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.