ABC MADRID 24-12-2007 página 4
- EdiciónABC, MADRID
- Página4
- Fecha de publicación24/12/2007
- ID0005022686
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4 OPINIÓN LUNES 24 s 12 s 2007 ABC DIRECTOR: JOSÉ ANTONIO ZARZALEJOS PRESIDENTA- EDITORA: CATALINA LUCA DE TENA CONSEJERO DELEGADO: JOSÉ MANUEL VARGAS DIRECTOR GENERAL: JOSÉ LUIS ROMERO PRESIDENTE DE HONOR: GUILLERMO LUCA DE TENA Director Adjunto: Eduardo San Martín Subdirectores: Santiago Castelo, Fernando R. Lafuente, Alberto Pérez, Alberto Aguirre de Cárcer Jefes de Área: Jaime González (Opinión) J. L. Jaraba (España) Miguel Salvatierra (Internacional) Ángel Laso (Economía) Juan Cierco (Cultura, Ciencia y Deportes) Mayte Alcaraz (Fin de Semana) Jesús Aycart (Arte) Adjuntos al director: Ramón Pérez- Maura, Enrique Ortego y Ángel Collado Redactores jefes: V. A. Pérez (Continuidad) A. Martínez (Política) M. Erice (Internacional) F. Cortés (Economía) A. Puerta (Regiones) J. Fernández- Cuesta (Sociedad) A. Garrido (Madrid) J. G. Calero (Cultura y Espectáculos) J. M. Mata (Deportes) F. Álvarez (Comunicación- TV) A. Sotillo (S 6 y D 7) J. Romeu (Fotografía) F. Rubio (Ilustración) y S. Guijarro NUEVA ETAPA EN EL MUSEO REINA SOFÍA MPIEZA una nueva era en el Museo Reina Sofía. Cumpliendo los pronósticos, el Comité Internacional de Expertos seleccionó, y el Patronato confirmó por unanimidad, el nombramiento de Manuel Borja- Villel, director hasta ahora del Macba, como máximo responsable de la institución. El código de buenas prácticas ha funcionado razonablemente bien, aunque se han presentado pocos candidatos extranjeros y la supuesta confidencialidad no ha impedido que el nombre de los aspirantes fuera un secreto a voces. Borja- Villel goza de prestigio en el mundo del arte contemporáneo y llega avalado por un proceso selectivo que le otorga una legitimidad propia. Le espera, no obstante, una difícil tarea porque su antecesora, Ana Martínez de Aguilar, condujo al Museo a la peor crisis de su historia. Un nuevo Patronato y una reforma de los estatutos son las otras piezas necesarias para recuperar la vitalidad del CARS y dejar atrás una etapa sencillamente lamentable. Es imprescindible, por tanto, revisar el absurdo Plan Museológico, decidir sobre la reforma del edificio Sabatini y restablecer la relación de confianza con los conservadores y el personal en su conjunto. El nuevo director llegó al Macba procedente de la Fundación Tàpies y ha dejado allí una buena muestra de su capacidad para encauzar situaciones complicadas. Habrá que otorgarle un razonable margen de confianza antes de juzgar su labor, si bien debe ser consciente de que asume un reto que tendrá que afrontar con independencia de criterio y habilidad para sortear múltiples obstáculos. El arte contemporáneo es fiel reflejo de la grandeza y la servidumbre de una sociedad dinámica y competitiva, en la que nadie puede dormirse en los laureles. El CARS ha desperdiciado una legislatura entera, demasiado tiempo para un centro de este tipo, y necesita con urgencia recuperar su prestigio en el ámbito internacional. Pilar Citoler, ahora presidenta del Patronato, y el recién nombrado director son los principales responsables de una renovación que hay que poner en marcha de inmediato. Convendría también definir con claridad el papel del Ministerio en la etapa que comienza, teniendo en cuenta la querencia del director general de Bellas Artes, José Jiménez, hacia estas materias, como demuestra su discutida presencia en el comité de selección. El fracaso del equipo anterior exige que se redoblen los esfuerzos para llevar adelante a una institución de cabecera en la cultura española, cuya imagen estaba en caída libre después de episodios tragicómico como la escultura perdida de Serra. Carmen Calvo destituyó de mala manera a Juan Manuel Bonet, introduciendo así una absurda dinámica política en el funcionamiento del Museo. Las consecuencias saltan a la vista. En los medios culturales se comenta la dura competencia establecida entre el CARS y la Biblioteca Nacional- -hasta los cambios introducidos con urgencia por el nuevo titular de Cultura- -para determinar cuál ha sido la institución gestionada más deficientemente en esta legislatura. Área Financiera: Jorge Ortega Área de Márketing: Javier Caballero Área Técnica: José Cañizares Área de Recursos Humanos: Raquel Herrera DIRECTOR GENERAL DE DESARROLLO: EMILIO YBARRA E CRUELDAD Y DERECHO A LA VIDA AS últimas actuaciones judiciales y administrativas contra centros que practicaban abortos ilegales han impulsado la reactivación de investigaciones iniciadas anteriormente por la Guardia Civil y que habían quedado paralizadas. ABC informa hoy de que la Justicia ha reabierto una causa iniciada tras el descubrimiento en 2006, a cargo de la Guardia Civil, de restos humanos correspondientes a doce fetos, varios de los cuales superaban los siete meses de gestación. Lo más grave es que siete de esos fetos habían comenzado a respirar autónomamente antes de su muerte, según reflejaban las autopsias practicadas a los cadáveres. Este dato revela la crueldad que requiere el aborto de fetos avanzados y cómo en muchas ocasiones se está más cerca de una práctica homicida, pues en estos casos un aborto consiste en provocar el parto para facilitar luego la muerte del no nacido, cuyo tamaño no permite su eliminación en el vientre materno. La tragedia del aborto se escribe de esta manera. No necesita que se le añadan agravaciones ni exageraciones, ni es la descripción de una práctica ilegal del aborto, sino la exposición de hechos objetivos ajenos a que la ley se cumpla de un modo u otro, porque cuando se cumple, también se acaba con la vida del feto a través de estas prácticas abortivas. La constatación forense de que esos siete fetos habían iniciado su respiración autónoma es un motivo más para que los abortistas reflexionen hasta qué punto tiene fundamento esa especie de renovado derecho de vida y muerte que, sin enunciarlo con esta crudeza propia del Derecho Romano, parecen atribuir a la mujer sobre el concebido sólo por el vínculo de la maternidad. El carácter dependiente de la vida del nasciturus siempre ha sido considerado en la legislación sancionadora del aborto- -incluso cuando no había supuestos despenalizados- -para moderar la pena a los autores de la muerte del feto, pero la valoración jurídico- técnica tiene unas bases distintas de la valoración científica y ética. La dependencia del feto respec- L to de la madre actuaría, en todo caso, como un argumento a favor de una protección cualificada del más indefenso de los seres humanos, que es aquel que se está gestando en el ámbito más seguro que puede proporcionarle la naturaleza. Por otro lado, la relación de dependencia respecto a un tercero no es privativa del feto, sino de cualquier persona que no pueda valerse por sí misma y a la que una mínima desatención o percance puede ocasionarle la muerte, como sucede con tantos ancianos fallecidos en su cama y a los que nadie echa de menos. Es una paradoja que actualmente el Gobierno arrecie con una campaña de publicidad sobre la Ley de Dependencia como un pilar más del Estado de Bienestar y, al mismo tiempo, la más humana de las dependencias sea utilizada como excusa para justificar la privación de una vida. Es más, no serán pocas las familias que reciban ayuda para cuidar a niños con algunas de esas graves taras físicas o psíquicas que, con el Código Penal en la mano, habrían permitido abortarlos. La descripción que el artículo 26 de esa ley hace del más severo de los grados de dependencia- -el III- -hace muy difícil no preguntarse por las razones por las que la vida dependiente del feto no tiene derecho a ser protegida. La crispación creciente de los sectores abortistas no es suficiente para ocultar que el aborto es un grave problema moral, social y jurídico, porque la premisa en la que se basa- -la negación del derecho del feto a vivir en caso de conflictos con otros bienes jurídicos de la madre- -es inconciliable con la naturaleza humana del nasciturus desde su concepción. Es necesario que este clima de opinión pública que se está conformando desemboque en un amplio debate sobre la actual ley y, entre tanto, fuerce a las administraciones públicas y a la Fiscalía General del Estado a desarrollar un estricto control de los requisitos previstos para los supuestos de aborto despenalizados. Cada día que pasa son decenas los seres humanos que mueren en España en medio de la pasividad general. LA MIRADA ESLOVENA HACIA KOSOVO A presidencia de turno de la Unión Europea le corresponde a partir del 1 de enero a Eslovenia, un pequeño país balcánico, el primero de la gran ampliación de 2004, al que le ha sido asignada la responsabilidad de dirigir el buen funcionamiento de los Veintisiete. El mensaje es, en efecto, que en Europa todos los países son iguales en el campo de las oportunidades que tienen de mostrar sus capacidades de gestión, y que independientemente de sus dimensiones y de su historial europeo, todos pueden encontrarse cómodos en el seno de la UE. Suele suceder que la organización de los turnos lleva consigo casualidades más o menos simbólicas. Por ejemplo, a Francia- -el país que con el referéndum malogró el proyecto de Tratado Constitucional- -le va a tocar en el segundo semestre de 2008 precisamente constatar que el Tratado de Lisboa sea ratificado. A Eslovenia le ha correspondido lidiar nada menos que con el asunto de Kosovo, que afecta a una parte muy dolorosa de su historia reciente y a sus relaciones con el conjunto de la antigua Yugoslavia. Dada la complejidad del problema, los conocimientos y los contactos de Eslovenia en la región podrían revelarse muy útiles. No hace falta decir que Eslovenia es uno de los más fervientes partidarios de la independencia de Kosovo. Sin embargo, el Gobierno de Liubliana debe saber que su misión este semestre no es defender sus posiciones, por más que otros países miembros las compar- L tan, sino buscar el consenso de todos si hace falta olvidándose de sus propias posiciones, en el caso de Kosovo y en los demás que la UE tiene pendientes en los Balcanes. Históricamente en Europa se ha considerado impropio que un país aproveche su periodo de presidencia para hacer avanzar los asuntos que sean de su particular interés y no sería bueno para el prestigio de Eslovenia que fuera acusada de ello. Antes bien, su buen hacer quedará probado precisamente por la manera con la que gestione su semestre. En cuanto a la presidencia saliente ejercida por Portugal, poca cosa se puede decir que no se haya encargado de atribuirse a sí mismo el primer ministro socialista, José Sócrates. Pocas veces se había visto un ejercicio de autobombo tan desmesurado, como si todo el mérito de haber llegado al consenso de un tratado que llevará el nombre de Lisboa hubiera sido exclusivamente del Gobierno portugués y además proviniese de generación espontánea, incluyendo la labor previa que con inteligencia había dejado preparada la presidencia alemana. La única idea que puede considerarse propia de Portugal en esta presidencia ha sido empeñarse en celebrar la cumbre con los países africanos, que sólo ha servido para demostrar que cuando se ponen en plano de igualdad las democracias y las dictaduras, son estas últimas las que salen ganando, como muy bien puede acreditar el dictador Robert Mugabe.