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ABC MADRID 07-12-2007 página 84
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  • EdiciónABC, MADRID
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84 VIERNES deESTRENO VIERNES 7 s 12 s 2007 ABC La vida interior de Martin Frost EE. UU. 2007 93 minutos Género- -Drama Director- -Paul Auster Actores- -David Thewlis, Irène Jacob, Sophie Auster, Michael Imperioli Auster le corta las uñas a Auster E. R. MARCHANTE Es inútil buscar al escritor en la pantalla: Paul Auster se evade del folio para meterse en la piel del cine. Pero el personal escritor es también un personal cineasta: lo era en Lulu on the bridge y lo es en La vida interior de Martin Frost película que fue antes novela y que habla exclusivamente de eso: del amor a las novelas. Aunque la personalidad, casi inevitable en un artista, no es siempre el preludio del acierto. El acierto de Auster en su adaptación de sí mismo de la novela al cine es sólo parcial. Y tal vez el mayor de sus aciertos haya sido contratar a un actorazo, David Thewlis, para que interprete al escritor protagonista (que es el alma de Auster con el cuerpo de Thewlis) y comienza el juego de los supuestos: entra en escena una mujer, supuestamente su musa (que interpreta- -sin saber con precisión lo que interpreta- -Irène Jacob) La relación del artista con su musa conlleva el fracaso en el mismo éxito: si la musa funciona se terminará la obra, y si se termina la obra, la musa desaparece He ahí el dilema que plantea Auster sobre el amor y el arte, reflexiones que son filmadas con mucho gusto, con un ritmo relamido y un cierto aire de intriga y doblez: la realidad y la fantasía se solapan en el plano y en el discurso. La idea es poética y el director la intenta plasmar en todo su lirismo; pero también es una idea inmóvil: del principio al fin ha de dársele vueltas en la boca a la misma tajada o supuesto. Por eso, la película sólo alcanza su esplendor cuando aparecen los secundarios: un genial Michael Imperioli, que convierte en espumosa lo que ya era cerveza muerta, y la propia hija de Paul Auster, Sophie Auster, quien, aunque sosita, como su propio personaje (es la musa torpe de un escritor malo) es un absoluto espectáculo en sí misma. La vida interior de Martin Frost es una peculiar pieza filmada, que delata otra vez la capacidad poética de un prosista como Auster. La ha hecho con sus propias manos, sin perderla de vista un momento: es su película. Y no decepcionará a nadie, siempre y cuando nadie espere encontrarse en ella al gran escritor Paul Auster. Javier Bardem, en una escena de la película ABC Los Coen y Bardem, juntos en la mejor película de 2007 La junta nacional de críticos de EE. UU ha seleccionado No country for Old Men por su excelente dirección, su guión extraordinario y sus artistas increíbles ANNA GRAU SERVICIO ESPECIAL NUEVA YORK. Los hermanos Coen son conocidos en el mundillo del cine americano como el director de dos cabezas Pues ellos, más la regia testa de Javier Bardem, forman una hidra genial que se exhibe en todo su esplendor en la película No country for Old Men No es país para viejos La junta nacional de críticos de Estados Unidos la ha declarado la mejor película de 2007. La NBR ha evaluado un total de 282 películas. Ha seleccionado ésta por su excelente dirección, su guión extraordinario y su elenco de artistas increíbles Semejante cascada de piropos al comienzo de la carrera de los Oscar ayuda a calentar los motores del optimismo. Que la dirección sea excelente y que el guión sea extraordinario casi es normal, tratándose de una producción de los hermanos Coen. En su haber figuran obras de culto como Sangre fácil El gran Lebowsky o Fargo El cine negro de autor y la comedia inteligente, muy penetrante, son sus dos sellos distintivos, junto con un uso muy celebrado de la música, por ejemplo en Oh Brother Where Art Thou? Con No Country for Old Men se olvidan de la música y casi aparcan la comedia para volver a sus orígenes más negros, desesperados y ultraviolentos. Como Tarantino, pero sin frivolidad. Los Coen se han basado en una novela de Cormac McCarthy para contar la peripecia de un hombre que tropieza con dos millones de dólares que han quedado huérfanos tras una matanza de narcotraficantes. Decide quedarse con el dinero y eso le pone en el punto de mira de todos los que van a tratar de recuperarlo. No es lo que se dice una trama que no se le había ocurrido a nadie. Pero nadie la había contado como Cormac McCarthy en su novela ni como los hermanos Coen en su película. Se trata de un thriller sobrecogedor. Y lo más sobrecogedor de todo es Javier Bardem en el papel de Antón, un asesino psicópata que va a quedar incrustado por mucho tiempo en las peores pesadillas del espectador. Y a la vez en los más dulces sueños del cinéfilo. Los hermanos Coen han encontrado a Bardem en el momento justo. El actor español está de moda en los Estados Unidos. Le avalan su conmovedora interpretación del poeta cubano Reinaldo Arenas a las órdenes del director norteamericano Julian Schnabel, su protagonismo en Mar adentro de Amenábar, su trabajo con Almodóvar, sus pinitos con Woody Allen en Barcelona y hasta el presunto amorío con Penélope Cruz. Él podría seguir los pasos de ella en la alfombra roja de los Oscar, con menos glamour, pero con más talento. Sólo ha tenido un tropiezo: la versión americana del clásico de Gabriel García Márquez El amor en los tiempos del cólera La crítica se la ha comido viva, aún respetando la actuación de Bardem. Su magia recreando al personaje de Florentino Ariza es innegable, dicen, pero no basta para salvar una película mal hecha de arriba abajo. Más información sobre el filme: www. nocountryforoldmen. com David Thewlis e Irène Jacob ABCç Bardem sólo ha tenido un tropiezo: la versión americana del clásico de Gabriel García Márquez El amor en los tiempos del cólera

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