ABC MADRID 14-07-2007 página 50
- EdiciónABC, MADRID
- Página50
- Fecha de publicación14/07/2007
- ID0005005551
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14 7 07 TENDENCIAS Vitra show El Hollywood de los diseñadores Para celebrar el centenario del arquitecto y diseñador Charles Eames y el medio siglo de su relación con Vitra, la sede de esta empresa, en Alemania, muy cerca de Suiza, programa dos grandes exposiciones TEXTO: PATRICIA ESPINOSA DE LOS MONTEROS FOTOS: HANS- JÖRG WALTER Y CEDIDAS n sentido estricto, Vitra es una fábrica, un centro de mando del gigante del diseño mundial. Sin embargo, la pasión por la arquitectura de Rolf Fehlbaum, presidente de la empresa, ha terminado por crear en esta esquina de Alemania, a dos paso de Basilea (Suiza) un centro de peregrinaje para los aficionados al diseño, un pequeño tesoro en el que han colaborado algunos de los mejores arquitectos del mundo. Paso a paso, la fábrica se ha ido transformando inevitablemente en museo. Esa es la primera impresión que se percibe en una visita por el Vitra Campus, en la localidad alemana de Weil am Rhein, un espacio abierto, con un fondo de montañas, donde destaca el imponen- E A la derecha, la instalación realizada en My Home por el arquitecto Greg Lynn, con sillones y paneles creados por ordenador e iluminada por las lámparas Mamma Cloud, de Gehry. En esta página una silla diseñada por Jersky Seymour, realizada con arena mojada y prensada te edificio de Frank Gehry, el primero que el arquitecto californiano construyó en Europa, aunque, más adelante, se pueda descubrir otro de Tadao Ando, uno de Alvaro Siza con aire industrial, un parque de bomberos (que por supuesto ya no es tal) de la iraquí Zaha Hadid, las naves de producción de Nicholas Grimshaw y dos lujos más: el puesto de gasolina de Prouvé y la parada de autobús de Jasper Morrison. Los gourmets de la arquitectura, el interiorismo o el diseño industrial saborean sin disimulo este apasionante centro de creatividad, las idas y venidas de personalidades del sector. En medio del ajetreo que precede a una inauguración vemos, subido a una escalera, a uno de los hermanos Campana rematando su instalación; en el bar, junto a una cerveza, descansa Alberto Meda; en el paseo entre edificios, pegado a un iPod, anda uno de los Bourullec. Y allí cerca, bajo un cerezo, conversan Ron Arad, Hella Jongerius, Zaha Hadid y Greg Lynn. Como para que se desmaye de la emoción cualquier estudiante de arquitectura, aunque haya que aclarar que esto no pasa todos los días. Vitra es algo más que una empresa de 57 años, dedicada, sobre todo, a la fabricación de sillas. Se trata de la obra personal y arriesgada de su presidente Rolf Fehlbaum, un apasionado del diseño contemporáneo y un coleccionista que en lugar de cuadros, atesora arquitectura y diseño. ¿Quién si no en el mundo puede contar