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ABC MADRID 09-05-2007 página 4
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ABC MADRID 09-05-2007 página 4

  • EdiciónABC, MADRID
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4 OPINIÓN MIÉRCOLES 9 s 5 s 2007 ABC DIRECTOR: JOSÉ ANTONIO ZARZALEJOS PRESIDENTA- EDITORA: CATALINA LUCA DE TENA DIRECTOR GENERAL: JOSÉ LUIS ROMERO Área Financiera: Jorge Ortega Área de Márketing: Javier Caballero Área Técnica: José Cañizares Área de Recursos Humanos: Raquel Herrera DIRECTOR GENERAL DE DESARROLLO: EMILIO YBARRA PRESIDENTE DE HONOR: GUILLERMO LUCA DE TENA Director Adjunto: Eduardo San Martín Subdirectores: Santiago Castelo, Fernando R. Lafuente, Alberto Pérez, Alberto Aguirre de Cárcer Jefes de Área: Jaime González (Opinión) J. L. Jaraba (España) Miguel Salvatierra (Internacional) Ángel Laso (Economía) Juan Cierco (Cultura, Ciencia y Deportes) Mayte Alcaraz (Fin de Semana) Jesús Aycart (Arte) Adjuntos al director: Ramón Pérez- Maura, Enrique Ortego y Ángel Collado Redactores jefes: V. A. Pérez (Continuidad) A. Martínez (Política) M. Erice (Internacional) F. Cortés (Economía) A. Puerta (Regiones) J. Fernández- Cuesta (Sociedad) A. Garrido (Madrid) J. G. 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Ha prevalecido el sentido común y es de desear que las buenas intenciones expresadas por todos en las ceremonias, se mantengan en el tiempo a pesar de los problemas que inevitablemente tendrán que sortear. Este hecho representa sin duda uno de los mayores logros del primer ministro británico Tony Blair, que deja el cargo probablemente esta misma semana, y le sirve para endulzar un balance en el que algunos intentan hacer que pesen más las sombras que las luces. El bienestar de la población es probablemente el elemento más importante que explica los acontecimientos que han desembocado en la ceremonia de ayer. Desde que se empezó el proceso en el ya lejano 1990 cuando se produjeron las primeras negociaciones entre Gran Bretaña e Irlanda, o desde 1998, cuando se firmó el acuerdo de Viernes Santo lo que verdaderamente ha cambiado en el Ulster ha sido la situación económica de esta región. De ser una zona deprimida rodeada de un territorio pobre en la República de Irlanda, gracias a las multimillonarias inversiones europeas que ha canalizado el Gobierno británico se ha convertido en un territorio próspero y pujante. Las clases medias católicas han comprendido con la experiencia directa las inmensas ventajas de vivir en paz. Irlanda, por su parte, tiene ya una renta per capita superior a la del Reino Unido, lo que a su vez tranquiliza a los protestantes unionistas, que jamás habrían aceptado ni si- A quiera pensar que pudiera convenirles tener una relación institucional de cualquier tipo con tradicionalmente depauperado resto de la isla. No se han resuelto las tormentosas cuestiones de la soberanía definitiva del territorio, pero incluso este asunto ha sido dejado de lado de forma un tanto amistosa que sin duda no puede ocultar el hecho de que en el fondo cada parte se reserva el derecho a plantearlo cuando le sea más conveniente a sus intereses. Pero aún así, prevalece el buen criterio de que el principio de abandono de la violencia se ha consolidado definitivamente. De este proceso de paz es necesario sacar conclusiones, la más importante de las cuales es que no puede haber ningún paralelismo con lo que está sucediendo en el País Vasco. No existen estos factores económicos que tanto han influido en Irlanda del Norte ni sería ese el problema en caso de que una mayor inversión pública pudiera haber influido en su evolución. La autonomía que se ha restablecido ya en este territorio que pertenece al Reino Unido no es ni sombra de la autonomía de la que gozan en España todas las comunidades; y en el caso extraordinario del cupo y la autonomía financiera que representa para el Gobierno de Vitoria, la diferencia entre el País Vasco y cualquier otra entidad administrativa dentro de la Unión Europea es sencillamente abismal. Sin embargo, el Gobierno ha hecho una lectura interesada de este hecho, considerando que se trata de un ejemplo que ofrece esperanzas a otras sociedades en el mundo que sufren la violencia y la división Todo el comunicado enviado por el Ejecutivo a Londres y Dublin está plagado de referencias a un proceso que no se quiere nombrar, pero que se adivina claramente y cuando se menciona que se ha puesto fin a uno de los últimos conflictos territoriales violentos de Europa no se puede dejar de lamentar que implícitamente se esté retratando de una forma tan desacertada el cobarde chantaje de los terroristas contra los demócratas en el País Vasco. RUIZ- GALLARDÓN, OBJETIVO CUMPLIDO L alcalde de Madrid ha completado con brillantez un proyecto muy ambicioso para la capital de España. La nueva M- 30 es ya una feliz realidad que ofrece grandes ventajas a los automovilistas y una nueva calidad de vida para los vecinos de los barrios afectados, que han sufrido muchos inconvenientes durante el desarrollo de las obras, pero que empiezan ahora a percibir los beneficios. Entre ellos, la revalorización de su propiedad, al estar ubicada en un entorno urbano mucho más atractivo. Las críticas y las bromas fáciles sobre Alberto Ruiz- Gallardón y su equipo quedan ya lejanas, y en muchos casos resultan ridículas. Aquellos proyectos llamados faraónicos son una realidad tangible que convierte a Madrid en una de las ciudades de Europa y del mundo mejor dotadas en infraestructuras de transporte interno y equipamientos para el disfrute vecinal. Visto lo realizado, la gran mayoría confía en las promesas electorales del actual alcalde, cuando habla de más autobuses, líneas exprés y aparcamientos disuasorios, con la peculiaridad de que en la nueva etapa se realizarán muchos y atractivos proyectos, pero no grandes obras de infraestructura. Para los madrileños, ha llegado la hora de disfrutar el sacrificio realizado como vecinos y usuarios de las vías públicas, así como del esfuerzo económico desarrollado en calidad de contribuyentes. En todo caso, la opinión general es que todo ello ha merecido la pena. E En estas circunstancias, es lógico que Ruiz- Gallardón sea el gran favorito de cara a las próximas elecciones municipales. No se trata sólo de la escasa capacidad de conectar con la gente que demuestra su adversario, Miguel Sebastián, un candidato improvisado al que se le abren ahora otros frentes, muy peligrosos para su futuro político. El alcalde actual ha demostrado con hechos incontestables su capacidad de gestión y su altura de miras, al enlazar la política municipal con un gran proyecto a escala nacional, partiendo de la base de que Madrid es la capital de España y la sede de las grandes instituciones del Estado. También es importante la presencia internacional de una ciudad que apuesta a fondo por la candidatura olímpica y que quiere aprovechar la bonanza actual para fijarse objetivos cada vez más ambiciosos. Frente a críticas interesadas y a resentimientos minúsculos, Ruiz- Gallardón ha confirmado en esta legislatura que es uno de los grandes activos del centro- derecha en el presente y en el futuro. No hay que olvidar, por supuesto, la eficacia y la solidez del equipo de Gobierno en el Ayuntamiento actual y la presencia de personas de acreditada capacidad en la lista que opta a renovar la confianza de los madrileños. Madrid es, en definitiva, una buena prueba del éxito que supone una concepción de la política al servicio de los ciudadanos. L presidente del PNV Josu Jon Imaz, introdujo ayer en el escenario político un factor nuevo que desestabiliza la estrategia socialista de aislamiento del PP, al aceptar la posibilidad de pactar con los populares si éstos ganan las próximas elecciones generales. El anuncio de Imaz coincide en el tiempo con el acuerdo de CiU, PNV y BNG para negociar en bloque futuros contactos, tanto con el PSOE como con el PP, para tratar de asegurarse la llave de la gobernabilidad a nivel nacional. La disposición de este frente nacionalista se produce justo cuando el Gobierno de Rodríguez Zapatero atraviesa los peores momentos de la legislatura. Conocida la capacidad de los nacionalistas vascos de adaptarse a todas las coyunturas políticas a fin de mantenerse en el poder, la hipótesis de Imaz responde a un análisis puramente táctico, y no por esto es menos importante, ni debe ser rechazada, sin más, por el PP. Desde hace tiempo, el PNV considera posible una pinza formada por el PSOE y la izquierda abertzale para menoscabar su hegemonía en el País Vasco, objetivo al que podría servir la pasividad del Gobierno ante Acción Nacionalista Vasca. El lanzamiento a la opinión pública del mensaje de que su partido estaría dispuesto a pactar con el PP es una forma de avisar al PSOE de los riesgos que corre la estabilidad de su Gobierno si emprende una política de alianzas con el entramado batasuno. Imaz- -nacionalista ortodoxo, pero gestor de buenas maneras políticas- -no quiere acabar como Artur Mas, engañado por Rodríguez Zapatero y bloqueado- -por su firma ante notario- -para pactar con el PP. En este sentido, Imaz ha sabido jugar una baza táctica inteligente al abrir al PP las opciones de su partido. Otra cosa es que, desde la posición del PP, un posible pacto futuro con el PNV debe ir precedido de una serie de compromisos políticos que, en este momento, parece complicado alcanzar. El antecedente del pacto de investidura de 1996 es una experiencia muy aleccionadora. La llegada a La Moncloa no justificará cualquier pacto. Rajoy lo sabe bien porque su discurso nacional- -el que debe mantener y el más adecuado para ganar las elecciones- -se ha construido sobre la denuncia de los excesos territoriales y los pactos del PSOE con el nacionalismo radical. El PNV aún defiende los principios del Pacto de Estella, cuestiona la legitimidad de los Tribunales de Justicia, diluye el terrorismo en un conflicto político y persiste en la deslealtad constitucional. Con esta actitud no es posible, en este momento, plantearse un acuerdo entre peneuvistas y populares. En todo caso, el aviso al PSOE está sobre la mesa, porque las palabras de Imaz, más allá del cálculo táctico que encierran, contemplan claramente la posibilidad de que el PP gane las elecciones y pueda formar gobierno. Es una mala noticia para los socialistas que algunos partidos nacionalistas parezcan dispuestos a reconciliarse con Rajoy y a abrirle puertas. E

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