ABC MADRID 02-05-2007 página 21
- EdiciónABC, MADRID
- Página21
- Fecha de publicación02/05/2007
- ID0004997575
Ver también:
ABC MIÉRCOLES 2- -5- -2007 Primero de Mayo de luto en Palencia ESPAÑA 21 MÁS DE SETENTA VÍCTIMAS MORTALES EN DIEZ AÑOS POR EXPLOSIONES DE GAS La explosión de gas ocurrida ayer en Palencia es la más grave de las ocho registradas en lo que va de año, pues en ella han muerto, al menos, siete personas. Hasta ahora, el más grave habías sido el ocurrido el 10 de febrero en un restaurante de Lérida en el que murieron dos personas. En los últimos 10 años, contando el suceso de ayer, han muerto al menos 71 personas a consecuencia de explosiones de distintos tipos de gas y el año pasado fue el más trágico, ya que se contabilizaron 16 de las 32 explosiones ocurridas desde 1997. Además, en 2006 también se registró la deflagración que, en estos diez últimos años, ha provocado un mayor número de víctimas mortales. Fue la ocurrida el pasado 27 de julio en Laredo (Cantabria) donde fallecieron seis personas en una explosión de gas propano registrada de madrugada en una vivienda. Le sigue la ocurrida el 10 de noviembre de 2005 en un inmueble de Tarragona, donde murieron cinco personas: una mujer, sus tres hijos y un hombre. La explosión provocó el derrumbe parcial del edificio, alcanzando a dos amigos que paseaban por la calle. También en 2006, el 27 de marzo, se produjo uno de los sucesos más graves de este tipo en los últimos diez años, ya que cuatro personas murieron por una explosión de gas butano en una vivienda de Elche (Alicante) El mismo número de fallecidos se registraron en otras dos explosiones de gas ocurridas el 14 de agosto de 2003 en un edificio de la barriada sevillana de Las Letanías y el 15 de agosto de 1997 en un inmueble de la localidad de Osorno (Palencia) Iglesia de San Pablo Ayuntamiento Edificio destruido C Gaspar Arroyo n 4 Plaza Mayor C Ma yor Convento de Santa Clara Catedral Iglesia de San Miguel C Mayor Palacio Episcopal sión en el número 4 de la calle Gaspar Arroyo, que algunos imaginaron una bomba o un terremoto. Sin embargo, lo que causó el horror en Palencia fue algo mucho más doméstico, una bolsa de gas acumulada en los primeros pisos que vio aumentada su potencia mortal por lo angosto de la calle y la densidad de viviendas en unos pocos metros cuadrados. En bata y zapatillas, sólo con lo puesto, decenas de vecinos, desalojados en plena noche por la magnitud de la explosión, contemplaban detrás del cordón policial las labores de extinción del fuego que engullía los escombros del edificio con una mezcla de incredulidad y resignación. La Catedral, el Palacio Episcopal y el convento de las Hermanas de los Ancianos Desamparados que rodean Gaspar Arroyo fueron testigos directos de la tragedia y lugares de acogida. El Rey y el Príncipe expresan su pésame El Rey y el Príncipe de Asturias conversaron ayer por teléfono con el alcalde de Palencia, Heliodoro Gallego, para transmitirle el pesar de la Familia Real por las víctimas. En su conversación con Heliodoro Gallego, explicó un portavoz de la Casa Real, el Rey se informó de los trabajos de rescate de las personas sepultadas y de las víctimas, así como de las causas de la explosión y de sus consecuencias en otros edificios, y le pidió que transmitiese el pésame de la Familia Real a todos los afectados por la tragedia. Desde la Clínica Rúber Internacional, donde el domingo nació la segunda de sus hijas, Don Felipe habló también por teléfono con el alcalde de Palencia para interesarse por la tragedia y sus consecuencias y para que transmitiera a los habitantes de la ciudad, y más concretamente a las familias de las víctimas, su dolor por la tragedia, su solidaridad y su pésame. No sólo los edificios, también los que allí residen. Uno de los primeros en llegar a la zona cero fue precisamente el obispo de Palencia, José Ignacio Munilla, que ya desde el primer momento vislumbró la magnitud de lo que había ocurrido. He visto un edificio completamente derruido y otros dos muy dañados, por lo que supongo que debe haber muchos damnificados auguró el prelado. Momentos después de la explosión, la confusión se alió con el humo para generar una imagen escalofriante que permanecerá para siempre en la retina de los testigos de la tragedia. Las sirenas de ambulan- Malos augurios ABC La onda expansiva causó daños en 200 metros a la redonda ded l. Go Gra a ón Avd Carri A Valladolid e Castil la Avda. d N Río Un guardia civil rastrea entre los escombros del edificio siniestrado en busca de víctimas las previsiones más optimistas, la avanzada edad de los vecinos del inmueble hacía presagiar lo peor. También abonaba el pesimismo los testimonios de los que dormían a tan sólo unos metros, en los edificios adyacentes. Me pareció que las escaleras habían desaparecido del portal, no se veía absolutamente nada debido al humo y me costó Dios y ayuda llegar al portal relataba un vecino del edificio de enfrente. Al amanecer, la claridad del Primero de Mayo permitió ver un panorama aún más desolador. El nerviosismo fue creciendo por momentos a medida que llegaban más familiares, más amigos y más curiosos. Y con ellos, las autoridades locales, que en algunos momentos tampoco pudieron controlar los nervios. Mientras tanto, los bomberos seguían afanados en apagar los rescoldos para que los equipos de rescate pudieran levantar los escombros y buscar a las víctimas. FÉLIX ORDÓÑEZ cias, coches de Policía y bomberos no dejaban atisbo de duda a la realidad que se fue confirmando horas después: debajo de los escombros del edificio caído había muchas personas. Y la incertidumbre hizo el resto. La pregunta más repetida, convertida en duda insoportable, tenía que ver con la posibilidad de que los desaparecidos, en el mejor de los casos, hubieran decidido pasar el puente fuera de la ciudad. Sin embargo, y en contra de No fue tarea fácil. Gritos de auxilio salían de entre las piedras, lo que obligó a guardar un escalofriante silencio de cinco minutos para intentar adivinar su procedencia y que los perros pudieran demostrar su olfato y salvar algunas vidas. Anoche seguía el rescate. En total, una treintena de personas resultó herida, de las que 15 quedaron ingresadas en centros sanitarios. Entre ellas, una niña de seis años herida de gravedad.