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ABC MADRID 28-03-2007 página 22
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22 ESPAÑA LA HORA DE LA VERDAD DEL 11- M LA PRIMERA DECLARACIÓN DEL EX MINERO MIÉRCOLES 28 s 3 s 2007 ABC Inhibidores en Leganés Por los inhibidores de Leganés fue insistentemente preguntado el comisario. Este extremo resulta importante por cuanto hay quien argumenta que si se colocaron estos dispositivos fue imposible que varios de los suicidas llamaran por teléfono a sus familias para despedirse. El comisario afirmó que durante el tiempo que estuvo en Leganés (llegó allí a primera hora de la tarde) su teléfono estuvo totalmente operativo. Esta versión se complementa con la ofrecida por el jefe del GEO que afirmó que minutos antes de irrumpir en la vivienda en la que los terroristas estaban atrincherados, se pusieron en funcionamiento inhibidores de frecuencia para evitar explosiones por control remoto. El policía relató que cuando llegó a Leganés subió al descansillo del piso de los terroristas y oyó cómo en el interior del inmueble arrastraban bolsas que pensaba que contenían explosivos y que creyó que estaban colocando detrás de la puerta. Los acusados que están en prisión siguen el juicio de la matanza de Madrid desde el habitáculo blindado POOL Suárez Trashorras nunca habló a la Policía ni de explosivos ni de ETA Admitió a los agentes que enseñó a los moritos dónde estaba Mina Conchita D. MARTÍNEZ N. VILLANUEVA MADRID. El ex minero asturiano Emilio Suárez Trashorras no habló a la Policía de explosivos ni de ETA en el primer encuentro que tuvo con los agentes de la Comisaría General de Información de Madrid. Los funcionarios viajaron a Asturias para investigar el origen de los detonadores hallados en la Renault Kangoo que los terroristas abandonaron cerca de la estación de Alcalá de Henares. Así lo declaró ayer el número 15.540 del Cuerpo Nacional de Policía, un comisario destinado el 11- M en la UCII, dedicada al terrorismo etarra. Nosotros tratábamos de obtener información sobre los autores de los casi 200 asesinatos Este fue el objetivo que, según el mando policial, le llevó junto a otro compañero de la UCIE (terrorismo islamista) a Asturias para entrevistarse con los responsables de la empresa Caolines de Merillés, propietaria de Mina Conchita Ya entonces se sospechaba que los detonadores recuperados en la furgoneta habían salido de esa explotación. En esa cita también estuvo presente un miembro del CNI. Fue a las cinco y media de la tarde del 16 de marzo cuando ambos se reunieron con los directivos de la empresa citada, quienes les aseguraron que no tenían constancia de la desaparición de material de esa mina, ya que era imposible por sus medidas de seguridad En una segunda cita al día siguiente, los agentes se interesaron por ex trabajadores de la mina que pudieran haber dado detonadores a los terroristas y, de aquel nuevo encuentro en Oviedo, los policías partieron a Avilés con un listado de ex empleados que podían haber sustraído ese material y que dejaron el trabajo desde dos años antes. De la lista, por tanto, quedaba excluido Trashorras, apartado de la mina en 2001 por enfermedad mental. Fue también en la tarde del mismo día 16 cuando los dos agentes desplazados desde Madrid recibieron desde la Comisaría General de Información datos sobre contactos telefónicos entre una tarjeta vendida en el locutorio de Zougam con el teléfono de Carmen Toro (mujer de Trashorras) y con varias cabinas de Avilés. El día 17, y ya en la comisaría de Avilés, el jefe de estupefacientes y controlador de Trashorras les habló por primera vez del ex minero y les informó de sus trapicheos y de las sospechas que el propio Trashorras le había manifestado. El ex minero acudió voluntariamente a la comisaría y mantuvo una entrevista con los policías durante toda la tarde- noche de ese día, hasta que a primera hora de la mañana del 18 de marzo se le leyeron sus derechos y fue conducido a Madrid ya en calidad de detenido. El testigo explicó el contenido de esa entrevista en la que se habló de todo menos de explosivos y ETA y relató cómo ese encuentro había comenzado como una mera colaboración, en la que Trashorras se limitó a dar datos inconexos y vagos sobre sus amigos de Madrid, y terminó con su detención cuando recibió la orden expresa del comisario general de Información. Hasta ese momento, en el que se le informó de su situación para garantizar su derecho de defensa, Trashorras, dijo el comisario, gozó de libertad de movimientos- no queríamos presionarle, queríamos que estuviera relajado hasta el punto de que no sólo entraba y salía de la comisaría cuando quería, sino que su mujer estuvo presente en la entrevista e incluso se fueron todos a cenar. En esta conversación también estuvo el agente del CNI. El ex minero fundamentó sus sospechas sobre la posible autoría de los moritos en varios aspectos. Recordó que en noviembre o diciembre de 2003, después de tomar unas copas por Avilés, había llevado a los moritos a la mina donde él había trabajado. Trashorras intentó desvincularse delante de la Policía de cualquier visita posterior de los terroristas a esa explotación, a la que, según dijo, él no volvió nunca más. Además, confesó a la Policía una conversación telefónica con Jamal Ahmidan cuando éste estaba en Ibiza. En ella, Ahmidan El Chino le dijo que si no se veían en la tierra se verían en el cielo. Igualmente, reveló que sus amigos de Madrid eran unos radicales que justificaban los atentados del 11- S y se autoproclamaban el ejército más potente del mundo porque tenía una ventaja por encima de los demás: que a sus soldados no les daba miedo morir Trashorras también dijo a la Policía que los moritos tenían una casa en la zona de Morata de Tajuña (nunca la identificó) y facilitó dos nombres: el de Rafa (pero sin su apellido, Zouhier) y el de Mowgli alias que él mismo había puesto a Jamal Ahmidam, nombre que no llegó a pronunciar. El policía también afirmó que en este encuentro en la comisaría de Avilés, Trashorras no les habló de los contactos previos en los Mc Donalds de Carabanchel y Moncloa ni por supuesto de su presunta implicación en la entrega de los detonadores. El comisario, por su parte, no le comentó al ex minero que ya sabían que una de las tarjetas vendidas por Zougam había contactado con el teléfono de su mujer. No nos importaba que la entrevista fuera larga. Se trataba de sacarle la máxima información señaló. Respecto a una colaboración de los islamistas con ETA, el comisario dijo que no sólo Trashorras no les habló de la banda, sino que con su experiencia nunca ha detectado contactos entre ETA y el mundo islámico Todas las organizaciones terroristas son herméticas a nivel operativo espetó. Igualmente, señaló que Trashorras no le hizo ningún comentario sobre los etarras de la caravana de la muerte, ni porque él les conociera ni porque se lo hubiera dicho El Chino Afirmó, además, que nunca recibió instrucciones del director general de la Policía ni del ministro del Interior para dirigir la investigación hacia ETA. Y dijo que él ya pensó en un atentado islamista a las tres de la tarde del 11 de marzo. Datos de las tarjetas Organizaciones herméticas El comisario que le entrevistó en Avilés dice que sólo le detuvo cuando se lo ordenó el comisario general de Información

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