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ABC MADRID 04-02-2007 página 88
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  • EdiciónABC, MADRID
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88 CULTURAyESPECTÁCULOS DOMINGO 4 s 2 s 2007 ABC FLAMENCO JAZZ Festival Caja Madrid Conciertos de Víctor Monje, Serranito Miguel Poveda, Esperanza Fernández, José Mercé, Pansequito y Canela de San Roque. Espectáculo Aluricán en azul y verde sLugar: Teatro Albéniz, Madrid Maceo Parker Concierto de Maceo Parker WDR Big BandsLugar: Palacio Municipal de Congresos, Madrid Ray Charles revisitado LUIS MARTÍN La formación que acompaña ahora al saxofonista Maceo Parker es una maquinaria que quiere dar alas nuevas a su proyecto de siempre y le pone algo de aliño nostálgico a su última iniciativa: versionar la música de Ray Charles. John Scofield también lo hizo el pasado año. Y la Blues Band de Paul Jones. Maceo penetra en la creación de Ray Charles recurriendo al buen oficio de los profesores de la big band de la WDR alemana. Gente de intensas inquietudes artísticas, responsables, entre otras hazañas, de una reciente y brillante colaboración para Joe Zawinul. El resultado esta vez es disperso, a ratos deslumbrante y muchas veces falto de rodaje, hasta hacerse peligrosamente monótono en la primera línea de escucha. El responsable de los arreglos es Michael Abene y creo que, con el tiempo, su proyecto crecerá en intensidad y en seguridad, como, de hecho, sucedió hacia el final de la primera parte de este concierto, cuando Maceo cantó What d I say Antes habían pasado You don t know me Georgia on my mind Hallelujah, I love her so y Hit the road, Jack todas, cabe decir, poco lucidas. Es claro que tocaba cambiar, pero hubiera sido Jornadas jondas y clásicas MANUEL RÍOS RUIZ El galardón flamenco Calle de Alcalá, que anualmente otorga el festival madrileño, ha recaído en esta convocatoria en Serranito Y en su concierto dejó patente su categoría por sus cualidades de intérprete y compositor. Su música jonda es de una singularidad clara, contiene matices sumamente originales, desde la complejidad técnica de sus falsetas, hasta una armonización verdaderamente muy diferente en todos los estilos del género. Comenzó Serranito su actuación con una taranta titulada Cazorla que ya está en los anales de la música flamenca. Después ofreció tres solos más, haciendo un recorrido por distintas etapas de su vida creativa. Finalmente, acompañado de su elenco: Romance para un poeta consumando un nuevo triunfo en su tierra y mereciendo tamaño señor de la guitarra las cerradas ovaciones del público. En la segunda parte, Miguel Poveda convenció una vez más a la afición. Su recital estuvo basado en el contenido de su nuevo disco. Una noche en la que el cantaor catalán demostró que le complace marcarse retos, como cantar tarantos al piano o adornarse con el baile. Rodeado de un elenco bien compenetrado- -en el que destaca el polifacético Diego Carrasco- Miguel Poveda lleva a cabo con Tierra de Calma un espectáculo dinámico y divertido. Víctor Monge Serranito EFE ese extraordinario tocaor que es Antonio Moya, se inició con el cante por nana de Inés Bacán y terminó con un alarde de todo el elenco por bulerías, destacando en su conjunto dos lecciones magistrales de baile, a cargo de dos juncales veteranas: Carmen Ledesma, por alegrías, y Angelita Vargas, por soleares. Las dos pusieron de relieve las maneras más garbosas, armoniosas y temperamentales a la par, que el baile flamenco de mujer requiere para ser legítimo. Maceo Parker mejor hacerlo sin imitar. Por fortuna el concierto disponía de un programa estrábico y en la segunda parte Maceo Parker se decantó por revisitar su propio catálogo y darnos una nueva, y rotunda, lección de funk y rhythm blues. Con el público tomando posiciones muy cerca del escenario, este tramo del recital fue un acto cómplice porque el atizador del espíritu era el mismo en la orquesta acompañante y en el saxofonista que, esta vez, venía acompañado de amigos co- ABC El cante en estado natural La cuarta sesión estuvo dedicada al cante en estado natural, sin concepciones a las nuevas tendencias tan al uso y el abuso, sino a un tratamiento estilístico sumamente clásico, salvo algún que otro acercamiento al aflamencamiento cancionero, pero siempre con un sonío jondo en la expresión. Y tamaño compromiso corrió a cargo de Canela de San Roque, Pansequito y José Mercé. La velada dio comienzo por soleares en la voz potente y laína de Canela de San Roque, que seguidamente se arrancó por siguiriyas, nada menos y nada más que con la del Nitri. A continuación fandangos, bulerías por soleá y bulerías romanceadas, cantando al límite de sus grandes facultades, sosteniendo los tercios y volteándolos. Le siguió Pansequito, que como sabe de su arte lo que no está en los escritos y tiene tan personal concepto de los estilos, ofreció su versión de las cantiñas afandangándolas, mas sin dejar de sonar a Caí con entidad y primor interpretativo. El maestro Pansequito dictó su lección y el auditorio le ovacionaba a medida de dos orejas y rabo. Cerrando el cartel José Mercé, que comparecía esta vez para dar razón del cante más legítimo, el de los viejos códices orales. Y triunfó de bandera. Martinetes, malagueñas, soleares, siguiriyas, alegrías y bulerías recordando viejas coplas. mo el bajista eléctrico Rodney Skeet Curtis, un cronómetro envidiable, y el baterista Dennis Chambers, algo durillo de pegada, pero de los que entienden y comparten la filosofía rítmica de Maceo Parker. Fue un concierto feliz y muy concurrido al que sólo empañó el recipiente donde se realizó. Un lugar frío, perdido en la periferia de Madrid y sin personal de sala que impidiese la incómoda confusión que representó para los asistentes no encontrar el asiento asignado. ROCK John Cale Concierto de John Cale Band Lugar: Sala Heineken Madrid Fecha: 31- 1- 2007. Lecciones de baile La función central del Festival tuvo un acento gitano de punta a cabo. Primero con el recital de la trianera Esperanza Fernández, que ha cuajado en una cantaora de fuste, tanto por conocimientos como por sensibilidad. Canta con verdadero regusto artístico desde los fandangos comarcales a las bulerías que adorna con sus desplantes bailaores. Y le pasó revista a la olvidada farruca, a la soleares, a las cantiñas, a la siguiriya y a los tangos. Una actuación lo que se dice superior. Y el cuadro homenaje al inolvidable Pedro Bacán, con gitanería de Sevilla, Utrera, Lebrija y Jerez, fue una fiesta flamenca a la manera más tradicional. Gobernada cabalmente por Las teclas del genio JESÚS LILLO Poco menos de un año después de su anterior visita y sin otro material de estreno que un par de canciones inéditas, el regreso a Madrid de John Cale carecía de atractivo suficiente para un público que aún tenía fresca en la memoria la exhibición del invierno pasado, cuando el compositor escocés anduvo distorsionando y grabando en directo el repertorio reunido en Circus Live de inminente publicación. Aquella cita- -en el mismo lugar, a la misma hora, bajo idénticas condiciones: prohibido fumar- -fue suficiente para evaluar la inmoderada relectura que Cale, pasado de pedales y programas informáticos, hacía de su obra, argumento de una noche de parálisis en el infierno de los sonidos tratados, retratados y maltratados. A punto de cumplir 65 años y tras haberse metido en casi todos los charcos musicales del siglo XX, John Cale es un enigma que puede salir por peteneras o drones. Inspira desconfianza un hombre que, tras el estropicio del año pasado, vuelve con casi las mismas canciones, pero ahora dispuesto a ejecutarlas al pie de la letra y la partitura. El concierto se abre con una perturbadora hiperfonía de acoples que, seguida de un Heartbreak Hotel lavado y filtrado a máquina, hace temer otra sesión como la de 2006, excepcional pero suficien- te para documentar la inmadura visceralidad y la inquietud artística del autor escocés. Tiros de fogueo: Cale venía esta vez a otra cosa. Por épocas históricas y sin visiones de futuro, casi al natural, Cale mostró su legado y su apego a los mundos del rock y el pop del siglo pasado. Guitarras eléctricas en un primer tramo, el más amplio, con Walking The Dog piano, desmayo y recogimiento en Chinese Envoy guitarras, ahora acústicas, para un You Know More Than I Know que centró un desahogado acto interpretado con acento de cantautor; viola y gravedad en Venus In Furs teclado y blues festivo en Dirty Ass Rock And Roll Antes de regresar al futuro que moviliza su genio, Cale quiso dejar constancia de que, además de tocar teclas a las que casi nadie llegaba, hace años que escribió canciones, quizá vulgares, que aún sabe interpretar.

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