ABC MADRID 13-01-2007 página 108
- EdiciónABC, MADRID
- Página108
- Fecha de publicación13/01/2007
- ID0004986281
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Sábado 13 de Enero de 2007 Editado por Diario ABC, S. L. Juan Ignacio Luca de Tena 7. 28027 Madrid. Teléfono: 913399000. Publicidad: 902334556. Suscripciones: 901334554. Atención al cliente: 902334555 Diario ABC, S. L. Madrid 2007. Prohibida la reproducción total o parcial sin el permiso previo y expreso de la sociedad editora. Número 33.268. Depósito Legal: M- 13- 58. Apartado de Correos 43, Madrid Precios de ABC en el extranjero. Alemania: 2,05 Bélgica: 2,00 Estados Unidos: 2,50 USD. Francia: 2,05 Irlanda: 2,10 Italia: 1,75 Holanda: 2,00 Portugal: 1,35 Reino Unido: 1,20 LE. Suiza: 3.40 CHF. Marruecos. 16 Dh. DESDE MI BUHARDILLA Laura Campmany LA PAZ COMO LEMA OR encima de toda circunstancia, la Historia tercamente nos enseña que la paz es aquello que se implora cuando uno está vencido en una guerra. No hay nadie, mientras tenga expectativas de alzarse con el triunfo en la pelea, que pida paz o esté dispuesto a darla, a menos que el rival se le someta. En eso consistió la pax romana o ya la de Pisístrato en Atenas, así se fabricaron los imperios y así debe de ser la paz eterna: un campo donde sólo sopla el viento de quienes lo apaciguan por la fuerza. Ambicionar la paz es razonable. ¿Qué español no quisiera que la ETA dejara de poner a nuestro paso todos los accidentes que perpetra? El anhelo es muy libre de ser puro- -también se nutre el alma de quimeras- pero los sueños son para la almohada, para el verano son las bicicletas. ¿Qué gobernante entregará sus llaves a cambio de que cese la violencia si no es porque la plaza está perdida y ha optado por el sálvese quien pueda? A Zapatero ya le pesan tanto, y tanto se arrodilla al ofrecerlas, que si un nuevo Velázquez las pintara, hiciéralas igual que las de Breda. No es paz lo que los vascos necesitan, por más que disfrutarla merecieran, sino esa libertad que hace a los hombres garantes de su propia convivencia. Libertad de expresar un pensamiento, libertad de habitar tu propia tierra, libertad de votar o ser votado a poco que respetes unas reglas. Libertad de vivir sin que te impongan, lo que has de hacer, los buitres y las hienas, y libertad de no sumarte al ruego de una paz de temblor y miedos hecha. Hay otra paz, pero ésa no se pide en una confusión de cuatro lemas: la que no da un favor que se suplica, la que otorga una ley que se respeta. P La ex esposa de Ingmar Bergman, con quien tuvo cuatro hijos, postrada en la cama SCANPIX La agonía del cisne herido Ellen Anna Bergman quiere morir. La ex esposa del cineasta sueco, paralítica desde 1999 tras una operación, reclama acabar con su sufrimiento, pero Suecia prohíbe la eutanasia. Desde el 1 de enero está en huelga de hambre CARMEN VILLAR MIR l trágico destino de Ellen Anna Bergman, amante y ex esposa de Ingmar Bergman, con quien tuvo cuatro hijos, ocupa desde hace dos semanas la atención de todos los suecos. Esta dama, que en su día fue una celebrada actriz que siempre fascinó al público, bailarina, coreógrafa, directora de teatro, pedagoga y escritora, quiere morir. En unas desgarradoras cartas abiertas al Gobierno y al Rey pide que permitan que algún médico la libere de los insoportables dolores que sufre las veinticuatro horas del día por el método Terminal sedering El sueño de la muerte Un deseo imposible de satisfacer ya que la eutanasia está por Ley estrictamente prohibida en Suecia y por el código ético que juran los galenos. La actriz declaró días antes de Navidad que éstas serían las últimas de su vida y desde el primero de enero está en huelga de hambre esperando que su corazón deje de latir. Sus hijos, conocidos actores y directores de cine y teatro, han visitado a las autoridades y a los doctores más famosos de la nación sin éxito. Toda lucha es en vano. Nadie quiere prestar esa ayuda letal. Así, Ellen Bergman, cuyos dolores comenzaron tras una fallida operación de nuca en 1999, que también la dejó paralítica, sigue postrada en su suntuoso piso de Kungsholmen como un cisne herido por el dolor, replegada sobre sí misma y refugiada en sus propios pensamientos, a la espera de la muerte. La Policía entró en su vivienda con un equipo médico con idea de trasladarla a un hospital, pero la actriz prefirió permanecer en su casa y únicamente permite que se le administre morfina, que consigue mitigar sus dolores. Todos los periódicos, radios y televisiones siguen la larga agonía y reproducen cada palabra que escribe o pronuncia esta mujer tan sumisa como provocadora: Mis fuerzas se han terminado y mi vida no tiene sentido. Tras la operación que paralizó mi cuerpo tengo un sufrimiento constante. En la clínica geriátrica del hospital St. Göran donde me cuidaron reconocieron que lo mío no tenía remedio ¿Cómo es posible que se deje vivir a una persona de esta manera? Deseo que el sueño eterno me libere de esta miseria. Cuando la existencia ha perdido toda la sal y la dulzura, el mejor camino es apagarla de la forma más suave posible Unas palabras trágicas que han vuelto a levantar la polémica sobre la eutanasia, tema que ningún partido político apoya, por lo que siempre se ha topado con una fuerte oposición en Suecia. Mientras tanto, el maestro Bergman, ese hombre que tanto la amó y con el que pasó los años más intensos y vitales de su vida, no ha querido pronunciarse y permanece en silencio. E