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ABC MADRID 08-12-2006 página 78
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78 VIERNES deESTRENO VIERNES 8 s 12 s 2006 ABC Aquella edad de oro Cuarenta títulos de El cine de la movida podrán verse en el Círculo de Bellas Artes de Madrid POR ANTONIO WEINRICHTER La noticia de que la Comunidad de Madrid va a proyectar unos 40 largometrajes en unas sesiones que titula Ciclo de cine de la Movida produce cierta perplejidad. Uno, que estuvo por allí cerca aunque desde luego no presumiría de haber estado en la pomada (tenía un grave problema: la música me repelía desde que sufrí el primer concierto pegamoide) no recuerda que las películas surgidas en aquella primavera madrileña de la (contra) cultura dieran para tanta sesión: como se suele decir del surrealismo, cuyo corpus se reduce a dos películas de Buñuel, parece que el legado de la movida debería reducirse- -no es poco- -a los dos primeros largos de Almodóvar. Desde el punto de vista de lo que hoy se llamaría audiovisual, quizá fuera más relevante el añorado programa de TVE La edad de oro Un encargo de ese programa fue el origen de una insólita pieza de Almodóvar que puede considerarse el broche de oro de la contribución del cineasta a los movida pictures y el último eslabón del llamémosle movimiento. Se trata de Tráiler para amantes de lo prohibido (1984) concebido como un tráiler de ¿Qué he hecho yo para merecer esto? (el título con el que Almodóvar integra de forma definitiva su estética alternativa en el universo poscastizo de una modesta familia madrileña) y que se alargó hasta convertirse en un mediometraje que condensa de forma sublime el mundo primero del cineasta manchego, al hacer convivir boleros de Olga Guillot (descarado playback) con un cast imposible en donde conviven chirriantemente Josele Román, el músico Poch y Bibi Andersen (vedette recién venida de París, donde la habían operado puntualiza el cineasta de su intermitente musa) Este corto, único experimento televisivo que confiesa Almodóvar, resume como en un digest o unas variaciones Goldberg las aportaciones de Pepi, Luci, Bom... y Laberinto de pasiones un universo desmadrado que pulveriza, sin sentido de culpa, el sistema patriarcal, heterosexual y diurno que regía en el cine español, dejando suelta a una polimorfa fauna nocturna. La misma que se podía contemplar asistiendo años antes a las proyecciones en bares y tugurios del cine en super 8 de Almodóvar, sonorizadas e interpretadas por el propio cineasta. Hay otra película, contemporánea del primer Almodóvar (y en la que éste hace un travestido cameo vocal) que debe figurar en el canon de la cinemovida: Arrebato la película- tripi de Iván Zulueta. Si no se cita siempre en este contexto es quizá por su mal rollito, que se aviene mal con la imagen de fiesta perpetua de aquella edad de oro: como toda historia de adicción (al cine, a la droga) cuenta una caída en barrena. El plano de Cecilia Roth de cara a la pared mirando durante dos horas un muñeco tras meterse una dosis bien podría servir de imagen del lado oscuro de una movida que también tuvo su correlato de hermosos cadáveres prematuros y que a veces consistía también en quedarse encerrado con un solo juguete más que en salir a ver y ser visto en los locales emblemáticos de la hoja de ruta. El ciclo ¿Qué? (Roman Polanski, 1972) Las intrigas de Sylvia Cousky (Adolfo Arrieta, 1974) Un, dos, tres, al escondite inglés (Iván Zulueta y Jaime Chávarri, 1969) Flesh (Andy Warhol y Paul Morrisey, 1969) ¿Qué hace una chica como tú en un sitio como éste (Fernando Colomo, 1978) Ópera Prima (F. Trueba, 1980) Colegas (F. Trueba, 1982) Arrebato (Iván Zulueta, 1979) Smithereens, la chica de Nueva York (Susan Seidelman, 1982) Buscando a Susan desesperadamente (Susan Seidelman, 1984) Dios salve a la Reina (Julian Temple, 1979) Quadrophenia (Frank Roddan, 1979) Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón (Pedro Almodóvar, 1980) Laberinto de pasiones (Pedro Almodóvar, 1982) ¿Qué he hecho yo para merecer esto? (Pedro Almodóvar, 1984) La ley del deseo (Pedro Almodóvar, 1986) Cabeza borradora (David Lynch, 1979) Corazonada (Francis Ford Coppola, 1983) Metrópolis (G. Moroder, 1984) Heavy Metal (Dan Goldberg y Len Blum, 1981) Lulú de noche (Emilio Martínez Lázaro, 1985) Cielo líquido (Slava Tsukerman, 1982) ¡Jo, qué noche! (Martin Scorsese, 1985) El ansia (The hunger) (Tony Scott, 1983) La rockera (Breaking glass) (Brian Gibson, 1980) Principiantes (Absolute begginers) (Julian Temple, 1985) Sid y Nancy (Alex Cox, 1986) Stop making sense (Jonathan Demme, 1984) Terciopelo azul (David Lynch, 1996) Caídos del cielo (Dennis Hopper, 1980) True stories (D. Byrne, 1987) Brazil (Terry Gilliam, 1984) Comedia madrileña Y con esto se agota prácticamente el inventario de la movida en pantalla. El ciclo que comentamos se expande al incluir otras películas made in Madrid de la época. Pero puede que los Fernandos Colomo y Trueba se sientan sorprendidos al verse incluidos en la muestra con títulos con los que cimentaron las bases de la fugaz comedia madrileña ¿Qué hace una chica como tú en un sitio como éste? y Ópera prima y a cuyos protagonistas- -rockeros de base los primeros, heredero de Doinel el segundo- -cuesta imaginarse en un concierto de Kaka de Luxe. Más sentido tiene, quizá, la selección de un nutrido grupo de películas extranjeras coetáneas del invento, por ofrecer una pista sobre las fuentes en las que bebieron quienes se atrevieron a hacer una cultura pop autóctona, que digo, local, y repetimos, sin complejos ante la avasalladora producción anglosajona. Falta, claro está, John Waters, un antecedente que Almodóvar podría haberse inventado de no existir ya como animador de la movida de Baltimore: el memorable ciclo Pink Films que organizó Chema Prado en la Filmoteca en ausencia del jefe, debió ser una de esas fuentes al proyectar Pink Flamingos entre otras burradas celebradas por un público sediento de transgresión tras años de censura. Pero si no comparece Waters sí lo hacen Cielo líquido y Smithereens contrapartida neoyorquina postpunk de la estética madrileña. Y un golpe de efecto de los programadores, el Metropolis de... Giorgio Moroder. Irrisorio y o genial, como lo fueron tantos profetas de aquella presunta edad de oro. Más información sobre el ciclo en: www. circulobellasartes. com ag cine. php? ele 53 Fernando Trueba, junto al cartel de Ópera prima ABC

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