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ABC MADRID 18-11-2006 página 4
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ABC MADRID 18-11-2006 página 4

  • EdiciónABC, MADRID
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4 OPINIÓN SÁBADO 18 s 11 s 2006 ABC PRESIDENTE DE HONOR: GUILLERMO LUCA DE TENA PRESIDENTA- EDITORA: CATALINA LUCA DE TENA CONSEJERO DELEGADO: SANTIAGO ALONSO PANIAGUA DIRECTOR: JOSÉ ANTONIO ZARZALEJOS Director Adjunto: Eduardo San Martín Subdirectores: Santiago Castelo, Fernando R. Lafuente, Alberto Pérez, Alberto Aguirre de Cárcer Jefes de Área: Jaime González (Opinión) J. L. Jaraba (Nacional) Miguel Salvatierra (Internacional) Ángel Laso (Economía) Juan Cierco (Sociedad, Cultura y Deportes) Mayte Alcaraz (Fin de Semana) Jesús Aycart (Arte) Adjuntos al director: Ramón Pérez- Maura, Enrique Ortego y Ángel Collado Redactores jefes: V. A. Pérez (Continuidad) A. Martínez (Nacional) M. Erice (Internacional) F. Cortés (Economía) A. Puerta (Regiones) J. Fernández- Cuesta (Sociedad) A. Garrido (Madrid) J. G. Calero (Cultura) J. M. Mata (Deportes) F. Álvarez (Comunicación- TV) A. Sotillo (S 6 y D 7) L. del Álamo (Diseño) J. Romeu (Fotografía) F. Rubio (Ilustración) y S. Guijarro Director general: José Luis Romero Adjunto al Consejero Delegado: Emilio Ybarra Aznar OTRA PROPUESTA FALLIDA L afán del Gobierno por utilizar la política exterior como una exhibición de desaciertos en cadena está llegando a límites inauditos. La cumbre bilateral con Francia celebrada en Gerona habría podido ser el escenario para avanzar en la solución de muchos asuntos pendientes entre los dos países, pero el Ejecutivo ha preferido concentrar la atención en una iniciativa ingenua y poco preparada, oficialmente dedicada a promover la paz en Oriente Medio. Objetivo encomiable como pocos; si la propuesta es contribuir a que cese la confrontación en Palestina, nadie puede decir que no está interesado, como tampoco se puede decir que no se desea que acaben el hambre y la pobreza en el mundo. Pero hacerlo de esta manera tan irrealista e ingenua equivale a un brindis al sol. Europa no ha sido nunca el obstáculo para cualquier iniciativa de paz. Entonces, insistir en utilizar el nombre de la Unión para lanzar una plan de mediación es sencillamente irrelevante. Los que tienen la llave para detener eventualmente el conflicto no están en la UE ni- -lamentablemente- -en estos momentos están interesados en contribuir a ello. Lanzar este proyecto en la reunión con el presidente francés sin haber consultado antes con otros actores esenciales ha sido una imprudencia que en términos diplomáticos puede invalidar la capacidad de España de intervenir en otros proyectos y es un hecho que puede haber sido malinterpretado por Francia, a la que se ha involucrado en una iniciativa que se podía predecir que iba a ser rechazada por los principales actores que intervienen en el conflicto, como así ha sido. El rechazo de Israel ha sido más contundente, pero el de los palestinos, que supuestamente son el pilar principal de los apoyos con que contaba la diplomacia española, más matizado pero no menos claro, incluye también reticencias a la idea de una conferencia internacional porque no se han dado detalles sobre quién estaría representado en ella. Siendo realistas, todo el mundo sabe que sin el apoyo de Estados Unidos no es posible imaginar avances en la crisis de Oriente Medio. No sólo porque Israel ya ha dicho que no puede confiar su propia defensa más que a quienes estén dispuestos y tengan los medios para garantizarla, sino porque en estos momentos una iniciativa que Estados Unidos no apoye no puede ser creíble para nadie. La expresión de los deseos de paz del Gobierno ha pasado ya por unos cuantos conflictos. Desde aquel furor inicial en resolver el problema del Sáhara Occidental que se quedó en agua de borrajas y contribuyó a empeorar las cosas, y pasando por varios tropezones en Iberoamérica, ha llegado finalmente al remate del proyecto hueco de la Alianza de Civilizaciones Nada más lógico, pues, que anunciar ahora que se va a intentar convertir la paz en la gran solución para Oriente Medio, como si hasta ahora nadie hubiera tenido la brillante idea de decretar que basta con desearlo para que los sueños se hagan realidad. E CANDIDATA ROYAL F RANCIA ya conoce a uno de los candidatos a las presidenciales de 2008: la socialista Ségolène Royal. Por primera vez en su historia, una mujer ha sido seleccionada electoralmente para ese cargo. Se ha dado así un paso más en la consolidación de un escenario de plena igualdad de género en Occidente y, por cierto, sin tener que introducir mecanismos legales de discriminación positiva a favor de la mujer. Las claves de la victoria de Ségolène Royal hay que buscarlas en la imagen de renovación que ha transmitido, así como en el perfil pragmático de sus planteamientos y la hábil envoltura populista con la que ha vestido buena parte de su discurso político. Han sido estas circunstancias las que han decidido la elección a favor de Royal, desbancando a dos históricos del socialismo francés- -Dominique Strauss- Kahn y Laurent Fabius- -que, por otra parte, han cometido el error de encastillarse en un estilo anquilosado y en unas propuestas de izquierda demasiado rancias. Con todo, no deja de sorprender lo abultado de la victoria de la candidata del PSF- -más de un sesenta por ciento de los votos- -en el proceso de primarias y votación entre las bases socialistas galas; sobre todo, a tenor de las carencias y de la endeblez de muchos de los análisis que Royal evidenció durante los debates televisados que mantuvo con sus adversarios. De ahí que la duda esté ahora en saber si las causas de su éxito en estas primarias del PSF serán suficientes para movilizar mayoritariamente al electorado francés a su favor. Algo que muchos analistas discuten de antemano si, finalmente, el candidato del centroderecha es el actual ministro del Interior, Nicolás Sarkozy. La fortaleza dialéctica de éste, su capacidad de decisión y la solidez de sus propuestas- -ahí están los discursos pronunciados el pasado mes de septiembre sobre la juventud y el futuro de Europa- -hacen de él un candidato difícil de batir en las urnas. Antes, Sarkozy tendrá que sal- tar las zancadillas que los sectores más recalcitrantes y trasnochados del gaullismo le ponen dentro de la Unión para el Movimiento Popular (UMP) así como las numerosas emboscadas de correligionarios tan poderosos como el presidente Chirac o sus colegas de gabinete, el primer ministro De Villepin o la ministra de Defensa, Michèle Alliot- Marie. Tareas éstas que se presumen complicadas, es cierto, pero que sin embargo son más que posibles a la vista de la marcha triunfal que, hasta ahora, anuncian las encuestas en favor de Sarkozy. Así las cosas, el casi seguro duelo electoral que el año que viene protagonizarán Ségolène Royal y Nicolás Sarkozy- -descartado un nuevo susto fascista a manos de Le Pen- -volverá a poner de manifiesto que la izquierda europea no atraviesa por un buen momento ideológico y programático. Tras el derribo del Muro de Berlín y, con él, la impugnación del relato teórico que había fundamentado el cuestionamiento histórico que había hecho del liberalismo y sus instituciones, la izquierda- -con excepción del laborismo británico- -evidencia de nuevo que no acaba de encontrar su sitio en el siglo XXI. Por lo pronto, le falta valor para afrontar una verdadera refundación que le haga descubrir su papel dentro de la Europa que venció al comunismo y que ahora debe afrontar el reto del totalitarismo islamista. De ahí su zozobra y la huida hacia adelante que protagoniza apelando a un inconsistente populismo y a un peligroso pragmatismo táctico cuyo único objetivo es impedir, al precio que sea, la victoria de sus oponentes del centro- derecha. Algo, por cierto, que ha sucedido con José Luis Rodríguez Zapatero en España, Prodi en Italia, Sócrates en Portugal, Schröder en Alemania y que ha vuelto a producirse, ahora, con Ségolène Royal en Francia. Triste espectáculo ideológico para una izquierda europea que no acaba de encontrarse a sí misma. SUPLEMENTO CULTURAL DE ABC, LA TRADICIÓN DE LA MODERNIDAD H OY se cumplen quince años del primer número del Suplemento Cultural de ABC. Desde esa fecha hasta hoy, la tradición de la modernidad ha sido el símbolo de ese retrato que ha marcado, desde sus páginas, la profunda transformación cultural que ha vivido la sociedad española y la que se expresa en español. Son tiempos, y esa es la constante de ABCD las Artes y las Letras, en los que sólo cabe entender una labor cultural bajo la concepción de aunar voluntades y esfuerzos, perspectivas y sensibilidades, conocimientos y creaciones; sumar y no restar es lo que da razón y sentido a la promoción cultural. El Suplemento nacía con un aval insoslayable: la impecable atención que a la cultura se ha dedicado, desde hace más de 103 años, en ABC. Buena parte de los grandes nombres de la vida española e internacional dedicados a la investigación científica y ensayística, las letras, las artes plásticas, el teatro, la música, el cine y, más recientemente, el vídeo, internet y demás nuevas tecnologías aplicadas a la cultura han tenido su presencia y su lugar en ABC. El Suplemento ha evitado, escrupulosamente, por todo ello, todo tipo de banderías y grupúsculos. Una publicación de estas características existe para el lector, y siempre desde el punto de vista del lector. De todo el diverso, amplio y plural tipo de lector. No para especialistas, ni para sectas, sino para el conjunto de los ciudadanos. Claridad, crítica, constante atención a los lectores, permanente dedicación a elaborar unos contenidos rigurosos y referencia esencial de la actualidad, dar cuenta de lo que pasa en la ancha calle de la cultura contemporánea, son las nervaduras de esa arquitectura semanal que es el Suplemento. Como se ha escrito en alguna ocasión, el Suplemento es el lugar de reposo del periódico; sus páginas son, o pretenden serlo, una red que atrapa y deja a un tiempo voluntad de selección. Pero sobre cualquier otra intención, la voluntad de cuantos han hecho y hacen el Suplemento es la de crear, cada semana, un ámbito de libertad, de crítica y, también, de sosiego, de reflexión, de sentido común, siempre este último tan revolucionario en España. Esta labor ha sido posible gracias a cuantos han colaborado en sus páginas y, de manera especial, a la generosidad de lectores y anunciantes. No son otras las razones que animan con vigor esta empresa abierta y plural. Tras el tiempo transcurrido, únicamente cabría recordar que esto es una carrera de fondo. Y aún queda mucho por andar.

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