ABC MADRID 22-07-2006 página 58
- EdiciónABC, MADRID
- Página58
- Fecha de publicación22/07/2006
- ID0004967654
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22 7 06 TENDENCIAS Dichosa piel Llegan las cremas de la felicidad POR TERESA DE LA CIERVA Una crema que reproduce los efectos de la felicidad en la piel, otra que la hace desconectar de las emociones negativas, un fluido que reafirma la autoestima... La neurocosmética es la tendencia en alza o nos referimos sólo a que la piel se ve más radiante cuando somos felices. Tampoco a nuevos productos antiestrés. Hablamos de cosméticos que van allá de las implicaciones sensoriales que produce el simple hecho de aplicarse una textura placentera. Estamos ante los primeros tratamientos antiedad que evitan que la piel sufra y, por tanto, envejezca. Guerlain ha descubierto un componente que estimula la hormona de la felicidad; Orlane, un activo que protege la piel del envejecimiento poniéndola al abrigo de los mensajes negativos emitidos por el cerebro; Natura Bissé ha desarrollado unos aceites que aumentan la producción de beta endorfinas (las moléculas de la felicidad) y en Lancôme han demostrado que ciertos cosméticos aumentan la percepción que se tiene de uno mismo. Todo ello viene avalado por numerosos estudios que confirman que, varios meses después de utilizar estos productos, los consumidores tienen una mejor opinión de sí mismos y su piel envejece más lentamente. Si esto no es felicidad, se aproxima muy peligrosamente... La piel es a menudo el espejo de nuestro estado de ánimo. Las contracciones de tipo muscular que provocamos cuando nos enfurru- N ñamos dan lugar a la formación de arrugas, cuando palidecemos es porque se produce una vasoconstricción y cuando enrojecemos se debe a una vasodilatación. Médicos y psicólogos coinciden en que el 80 de las enfermedades de la piel son de origen psicosomático. La piel y el cerebro están íntimamente relacionados: tienen el mismo tejido embrionario y se comunican por unos neurotransmisores que aseguran un contacto estrecho entre las fibras nerviosas y las células cutáneas. Cuestión de endorfinas La piel es a menudo el espejo de nuestro estado de ánimo. Médicos y psicólogos creen que el 80 por ciento de las enfermedades cutáneas son de origen psicosomático Como el cerebro, la piel es capaz de segregar endorfinas. Estas famosas moléculas, mensajeras de placer, inundan el cuerpo de felicidad y combaten las arrugas Según el profesor Alain Claudie, del servicio de Dermatología del hospital de Lyon, el sufrimiento psicológico perjudica la piel y los problemas cutáneos repercuten en la psique Los shocks emocionales desencadenan la producción de mensajes negativos es decir, la secreción de sustancias que atacan las células de la piel y la hacen envejecer prematuramente. Esta información ha abierto una nueva vía de investigación: la neurodermatología y, por supuesto, la neurocosmética. La investigación neurodermatológica ha demostrado que la piel, como el cerebro, es capaz de segregar endorfinas. Estas famosas moléculas, mensajeras de placer, inundan el cuerpo de felicidad. Y como las alegrías nunca vienen solas, se ha descubierto también que las endorfinas estimulan unas células que participan en la lucha contra la aparición de las arrugas y de la pérdida de luminosidad. Estimulan, por una parte, la actividad de los queratinocitos, responsables del aspecto superficial de la piel, y por otra reactivan los fibroblastos, responsables de la calidad de la piel explica el doctor Laurent Misery, dermatólogo y especialista en neurobiología cutánea. Este es el principio en el que se basa Happylogy de Guerlain (54 euros) una crema capaz de activar la liberación de endorfinas para recrear los efectos naturales de la felicidad en la piel. Hypnotherapy de Orlane (420 euros a partir del 1 de octubre) va más allá. Combate el envejecimiento cutáneo haciendo que la piel desconecte de las emociones negativas emitidas por el cerebro. Según el profesor Claudie, evitar que la piel sufra y, por tanto, envejezca es el objetivo de esta crema que, en sentido figurado hipnotiza la piel Se han utilizado un neuropéptido que reduce la emoción negativa y un neuroprotector péptido que disminuye la degeneración del sistema neuronal en estado de shock. Y además, han añadido DHEA, conocida como hormona de la juventud (que empieza a disminuir a partir de los 25 años) Omega 3 (las personas deprimidas presentan unas tasas más bajas de Ome-