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ABC MADRID 19-07-2006 página 22
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  • EdiciónABC, MADRID
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22 Nacional MIÉRCOLES 19 7 2006 ABC Las autoridades maltesas aceptarán a aquellos inmigrantes que sean identificados para ser luego repatriados a sus países carga de alimentos que les hizo llegar el consulado español, tras el trato cicatero y hasta insultante de las autoridades maltesas- -la patrullera sigue vigilando al pesquero día y noche- llevaba de todo arroz, fruta, leche, azúcar, magdalenas, aceite, hasta pañales para la niña y compresas para las nueve mujeres, dos embarazadas, de las que una sufrió ayer pérdidas. La situación es más preocupante porque ni la mujer que está enferma, ni la niña quieren ser desembarcadas. Todo ello, unido a la situación de hacinamiento que vive el pesquero, está sumiendo a las familias de los pescadores en la desesperación No hay derecho que por rescatarles, se vean en la obligación de cuidarles, atenderles y darles de comer denuncian ambas mujeres. Además, temen por el estado de salud de los pescadores porque vienen de la miseria y no tenemos el cuerpo preparado para sus enfermedades Mientras las autoridades españolas y maltesas cerraban un acuerdo para repatriar a los que sean identificados y seguían negociando con Libia para desembarcarles, en Santa Pola (localidad alicantina donde vive la mitad de la tripulación) algunos pescadores proponen como solución que los inmigrantes sean trasladados a un barco de la Armada española para que puedan volver a la mar. El Gobierno valenciano ya ha anunciado que compensará a los pescadores por su acción humanitaria Imágenes tomadas con un teléfono móvil por el patrón del pesquero que rescató a medio centenar de inmigrantes en Malta EFE La impotencia cunde entre los pescadores que rescataron a los sin papeles en Malta Las familias temen por su salud y dicen que se les ha dejado a su suerte ANA ANTOLIN ALICANTE. El ánimo de la tripulación del pesquero español Francisco Catalina está muy decaído relata la mujer del patrón y armador del barco, Pepi Irles, tras hablar por última vez con su marido. Bien entrada la tarde, éste le confesó que la visita de las autoridades españolas (una delegación compuesta por dos policías españoles, un traductor y un médico) no le había dado esperanzas de una pronta solución. Les han abandonado a su suerte clamó esta mujer, en declaraciones a ABC, minutos después de sentir la impotencia y desesperación del patrón y armador del pesquero, José Dura, al otro lado del hilo telefónico. Los policías se han limitado a tomar fotos y coger las huellas a los inmigrantes para repatriar a los que sean identificados, pero no le han dicho que esto acabe ni hoy ni mañana Irles destacó, no obstante, el buen trato de la embajada. Fue ella la que envió ayer por fax la lista de la compra al consulado porque el móvil no se oía muy bien y pidieron a mi marido que enviáramos el pedido por fax En un principio, Durá no temió por los víveres ya que nunca pensó que esta aventura fuera a durar tanto, pero, tras cinco días fondeados frente a la costa de Malta y con 51 bocas que alimentar, más las diez de la tripulación, todo comienza a escasear, hasta la paciencia. En un barco de 26 metros de eslora- -cerca de 25 metros de cubierta- y con 61 personas a bordo, los días se hacen interminables. Antes de que esto sucediera, hablábamos cada 20 días, y ahora dos a tres veces al día. Nuestros hombres pasan el día en el techo del pesquero y cuando se cansan, como han dejado la cubierta y la sombra a los subsaharianos, bajan a los camarotes explica la mujer del cocinero, Irene Maciá, que tampoco oculta su desolación. Cuenta que su mari- do, Jaime Valero, está cansado y un poco bajo Desde el viernes, hace tres turnos de comida- -para la tripulación, los inmigrantes y para la pequeña de dos años- Añade orgullosa que Valero, como buen valenciano, se atrevió a preparar paella para todos. La Muere uno de los siete bebés que viajaban entre los 85 rescatados de dos pateras en Fuerteventura ERENA CALVO LAS PALMAS. El drama de la inmigración clandestina desde África volvió a mostrar ayer su cara más amarga. Un pequeño de sólo siete meses que viajaba en una patera con cuarenta adultos y otro bebé rumbo a Fuerteventura fallecía poco después de llegar a la isla. Evacuado por un helicóptero desde la embarcación en la que viajaba dado su mal estado de salud, fue trasladado rápidamente al hospital de la isla. Sin embargo, todos los esfuerzos del personal sanitario para reanimarlo de la parada cardio- respiratoria que sufría fueron en vano. Mejor suerte corrieron los ocupantes de la barquilla que llegó el lunes a Fuerteventura. Asidas a sus bebés- -dos niños y cuatro niñas- -para protegerlos de las adversidades del viaje desde El Aaiún, seis madres consiguieron cumplir el sueño de alcanzar el Archipiélago. Dos de ellas viajaban con sus parejas, por lo que en los próximos días se procederá al reagrupamiento familiar. Llegaron a la isla Dos de las madres que llegaron el lunes a la isla con sus pequeños en una embarcación con 45 subsaharianos, entre los que se encontraban tres embarazas, de entre 20 y 22 años. Las tres fueron trasladadas al Hospital General de Fuerteventura junto a una de las madres que fue ingresa- EFE da tras sufrir un desvanecimiento. El resto de mujeres fueron internadas en el centro de Cruz Roja, donde tanto ellas como los pequeños podrán recibir mejor atención que en las instalaciones habituales de internamiento.

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