ABC MADRID 06-06-2006 página 103
- EdiciónABC, MADRID
- Página103
- Fecha de publicación06/06/2006
- ID0004962688
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ABC MARTES 6 6 2006 Deportes 103 RALLY DE MARRUECOS Muere Henry Magne, la mano derecha de Roma El copiloto francés falleció cuando el coche de Nani sufrió un choque con un muro de hormigón TOMÁS GONZÁLEZ- MARTÍN MADRID. ¡Qué injusto es el mundo! Ha muerto, a los 53 años, la alegría personificada. La felicidad expuesta ante todos para contagiarla. Quien no se reía ante él, con él, debía ir al médico, porque si Henry Magne hablaba contigo era imposible mantener una cara enojada, un semblante ofuscado. Los rallys eran su pasión y poder trabajar en lo que más le gustaba era la mayor satisfacción que podía sentir. Campeón del Dakar al lado de Shinozuka (1997) y de Schlesser (2000) ganador de 27 pruebas, protagonista en 72 podios, Henry era el hombre de la sonrisa. Esa que mostró, seguro, en la mañana de ayer, minutos antes de subirse al Mitsubishi pilotado por Nani Roma para disputar la última jornada del Rally de Marruecos. Ha muerto el último hombre de este mundo que debiera morir de este planeta. Cada circunstancia, cada comentario del día, provocaba esa apertura de sus labios, esa exhibición de sus dientes, que daba un toque de placer a cada acto periódico. Para Magne, todo lo que sucedía merecía una sonrisa. Era una sensacional filosofía de la vida. Su tez expresaba eternamente que no existe nada en la vida que merezca la pena el enfado o la pérdida de la alegría. ¡Qué gran verdad! ¡Qué listo era! apoyándole Su compañero Peterhansel ganó el rally sin conocer la noticia, pero el equipo le retiró en la meta. La alegría de Magne nos ha dejado para conquistar el cielo. Allí tenía el sitio reservado. Magne y Roma celebran su tercer puesto en el Dakar 2006 ABC Copiloto de todos los campeones Alguien debía envidiarle tanto, por esa felicidad que muchos no saben disfrutar, que le echó mal de ojo. Ayer, después de veinticinco años de riesgos, después de las bodas de plata como copiloto, después de media vida surcando desiertos, rocas, montañas y trampas, murió en un accidente impensable. A las diez de la mañana, hora marroquí, antes de pasar por el punto de asistencia de la última especial, el Mitsubishi de Roma chocó contra un muro de hormigón por el lado frontal izquierdo. Henry falleció en el acto. Copiloto también de Masuoka, de Saby, de Alphand, de Sousa y de Serviá, fue la mano derecha de todos los campeones. Desde 2004 era el libro abierto de Nani. Debutaron con un segundo puesto en la Baja Qatar. Tras una buena actuación en el Dakar 2005, este año conquistaron su primer podio en el raid por antonomasia. Fueron terceros. Su reto era pelear con Peterhansel por el primer cajón del Lago Rosa en enero. Ya no podrán compartirlo. Henry estaba casado con Lucette y tenía dos hijos adoptados. Hasta en eso era grande. Ahora, quien más sufrirá, junto a su familia, será Nani Roma. No dejará de pensar si no hubiera hecho esto o hubiera hecho aquello. Como decía Dominique Serieys, director del equipo Repsol Mitsubishi, para él no será fácil superar esto, pero estaremos