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ABC MADRID 02-06-2006 página 58
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  • EdiciónABC, MADRID
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58 Cultura EN LA MUERTE DE ROCÍO JURADO SU TIERRA MÁS QUERIDA LA DESPIDE VIERNES 2 6 2006 ABC Isabel Pantoja Cantante Isabel Pantoja, que fue una de las primeras en llegar al Santuario de la Virgen de Regla para dar el último adiós a la más grande dijo sentirse muy mal por haber perdido a una gran amiga Enrique Ponce Torero Se sentía muy involucrada con su ganadería y hablaba de sus toros de manera muy bonita, con amor y respeto. Además de ser una amante del mundo del toro, como artista era la mejor Pedro Almodóvar Director de cine No ha habido ninguna cantante con sus dotes, ni siquiera en el mundo. Tal vez Barbara Streisand y Mina tenían la misma amplitud de tesitura que ella. Rocío era sincera, generosa y cariñosa HASTA EL CIELO LLORA DE PENA JULIO IGLESIAS Familiares y amigos alzan el féretro de Rocío Jurado a la entrada del santuario de la Virgen de Regla en Chipiona EFE Chipiona, entre el clavel y las olas El pueblo natal de la cantante la recibió con velas, lágrimas y recuerdos media de esta madrugada llegó el cadáver de la artista a Chipiona, que se veló en el Santuario de Nuestra Señora de Regla. Hoy será enterrada ANTONIO ASTORGA CHIPIONA (CÁDIZ) La mar embravecida, el viento agitado, bravucón, desmelenado, fiero, y el recuerdo de Rocío sobre el libro de arena de la playa. Es como si el Atlántico no quisiera ver la muerte de Rocío en su bahía. Rocío de luna blanca, Rocío de noche inquieta, Rocío desde el Guadalquivir de las estrellas, Rocío desde la cuna y marinera: Como una ola viniste, como una ola te vas, tu pueblo de Chipiona siempre te recordará. Rocío canta y canta b A las doce y cabo de llegar de América y al entrar en mi tierra, en mi país, he visto un horizonte sombrío y un cielo encapotado. Llovía en Málaga, en mi casa de Ojén, al tiempo que moría Rocío Jurado. Lágrimas del cielo por una gran artista y una gran amiga. Dicen de ella que era la más grande. Yo me pregunto: ¿como mujer? ¿como artista? Era la más grande, sin duda. Era Rocío Jurado, así de simple. Cuando un artista llega a su plenitud es cuando consigue acallar un auditorio al anunciarse su nombre, y eso lo consiguió Rocío. Se ha ido Rocío Jurado. También se nos fue otra Rocío, Dúrcal. Nuestro escenario se va quedando cada día más vacío, porque gente como Rocío Jurado o como Marieta será difícil que se repitan. Y es que los tiempos han cambiado. Ya las cosas no son como antes, y por eso, también, los artistas de hoy no son como los de antes, como los de siempre. Rocío Jurado era de esa estirpe hecha a jirones, a golpes de esfuerzo, a base de un corazón puesto sobre un escenario, como lo hizo Lola Flores, por citar otro ejemplo. Hoy sale mucha menos gente en el éxito de los escenarios porque hay otras cosas, porque hay otros medios, porque hay otros estímulos... Se nos ha ido Rocío Jurado. Una señora del escenario, y también se ha ido una amiga del alma. Yo iré hoy a Chipiona a darle el último adiós. La quería y la querré para siempre. A y no pares de cantar porque tu Virgen de Regla te tendrá en su pedestal. Firmado: R. B. M. V. y R. R Sobre su residencia de Chipiona, en la avenida de la Virgen de la Regla, el clavel y las olas, un océano de mensajes, de caricias, de piropos, de suspiros, de resignación, de palabras al cielo- dónde te has ido, Rocío, a cantarle a los ángeles Chipiona lloraba ayer desconsolada y no paraba. En la casa de Rocío en Chipiona se escribían ayer veinte mil canciones de amor y ningún poema desesperado sobre el ladrillo y la blanca cal que preside el Cristo de la Expiración, el Cachorro, en una gran fotografía en la fachada. Virgen de Regla: dale la calma que alegra su alma y no sufrirá le pedían a la Señora de Chipiona unas amigas de la señora de la canción. Hoy no me voy a poner el traje de gitana, no quiero protestaba con rabia la muerte de Rocío una rociera del alma. El resto de sus vecinos se amarraron, desesperados, a las ramas de ese gran árbol que era el corazón de Rocío, y ahora no quieren desprenderse de ella. Los taxis enhebraban crespones negros de luto. Y los niños no querían jugar al fútbol en los arrabales de la playa, que ayer era una isla desierta sin Rocío de noches negras y de lunas blancas. El cuerpo de Rocío llegó a las doce y treinta y cuatro minutos de esta madrugada a la plaza del Santuario de la Virgen de Regla, de la que era devota. Más de tres horas tardó el cortejo fúnebre en recorrer las calles de Chipiona, entre vítores, claveles, rosas blancas y rosas rojas que el pueblo arrojaba a la artista. Su familia, destrozada, no po- día llorar más. Su esposo, el torero José Ortega Cano, y su hija Rocío se abrazaban a la piña de familiares y amigos que les acompañaban. Los costaleros de la Virgen de Regla mecieron el ataúd de Rocío y dieron la vuelta a la plaza entre un aplauso interminable en una madrugada con ventisca. Durante el resto de las horas no cesó la riada humana que quería lanzar el último beso a su Rocío, el último verso, la última mirada, el último adiós. Como una ola, el amor de Rocío Jurado ha inundado la vida de este gran pueblo gaditano. Y como una ola de fuerza desmedida se marcha. Hoy será enterrada en el cementerio de San José. Como le cantó Federico García Lorca a Ignacio Sánchez Mejías, que no quiero verla, que no, la muerte de Ignacio sobre la arena Como una ola vino Rocío, y como una ola se va.

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