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ABC MADRID 05-03-2006 página 47
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ABC MADRID 05-03-2006 página 47

  • EdiciónABC, MADRID
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ABC DOMINGO 5 3 2006 Madrid 45 Sanidad cerró 15 clínicas privadas en 2005 y suspendió la actividad de otras 42 En uno de los centros, autorizado para estética, practicaban vasectomías b El año pasado se realizaron más Un auxiliar, convertido en podólogo Sin licencia de apertura, sin título y sin equipamiento. A veces, los inspectores de Sanidad localizan auténticos fraudes entre la oferta sanitaria privada de la región, y demuestran que hay un poco de todo. En 2005, por ejemplo, se procedió al cierre cautelar de una clínica de podología por intrusismo profesional. Esa usurpación de funciones la ejercía un auxiliar de clínica que había decidido por su cuenta ejercer de podólogo y que, además, trabajaba con material caducado. Los centros que ofertan masajes también provocan problemas de vez en cuando. El año pasado se detectó alguna clínica que ni siquiera tenía especialistas en fisioterapia- -pese a estar anunciados- Según la directora general de Inspección de Sanidad, Elisa Borrego, la publicidad que distribuyen a veces las clínicas no se corresponde con su cartera de servicios. Esto es motivo de sanción. También hemos encontrado centros de odontología- -dice- -en los que la titulación del profesional no estaba homologada o clínicas con material quirúrgico que no tenía nada que ver con su autorización de 2.800 inspecciones en la región. Las reclamaciones de los pacientes han aumentado un 23 por ciento en un año SARAH ALLER MADRID. Clínicas dentales, centros de estética, gabinetes de fisioterapia, ambulancias... Todo es susceptible de pasar el examen de un inspector sanitario. De sus análisis derivan muchos de los precintos que ponen punto y final a actividades ilegales y, muchas veces, peligrosas. En 2005, fruto de esta actividad, se produjeron 15 cierres cautelares de centros privados, 42 suspensiones de funcionamiento y 2 inmovilizaciones de equipamiento en toda la región. En total, según la directora general de Inspección de la Consejería de Sanidad, Elisa Borrego, se realizaron más de 2.800 inspecciones entre centros médicos y vehículos de transporte sanitario. El balance, dice, es positivo, sobre todo teniendo en cuenta que el número de revisiones es cada vez más alto (2.589 en 2004) Sin embargo, del mismo modo que crecen las inspecciones también lo hacen las reclamaciones de los pacientes. Según Sanidad, a lo largo del año pasado se recibieron 971 quejas de pacientes tratados en centros sanitarios privados, un 23 por ciento más que un año antes, cuando las reclamaciones de los madrileños sumaron 787 expedientes. Para la responsable de Inspección, la razón es simple: Cada vez existe más oferta, más demanda y más conciencia de reclamar asegura. Entrada del Centro Clínico Bruselas, uno de los clausurados debe a la ausencia de autorización sanitaria- -un documento imprescindible, junto a la licencia municipal, para poner en marcha un centro de estas características- así como deficiencias en el sistema de esterilización, en el sistema de recogida de residuos, problemas en los equipos de radiodiagnóstico y en la acreditación de personal cualificado. Los inspectores encuentran a veces centros en los que no existen aparatos para esterilizar el material quirúrgico. Este hecho suele ir aparejado a la falta de autorización sanitaria Otras irregularidades se centran en el tema de la recogida de residuos. Todas las clínicas- -dice- -tienen que tener un contrato con empresas autorizadas por Medio Ambiente para que se haga cargo de retirar algodones, agujas o material de quirófano. Lo mismo DANIEL G. LÓPEZ Los inspectores incluso encuentran centros donde no se esteriliza el instrumental quirúrgico ocurre con el instrumental clínico. Un centro puede carecer de autorización sanitaria y, además, no tener la autorización de Industria para sus aparatos. Estos instrumentos tienen que estar registrados porque, en caso contrario, significa que no se han vendido en el mercado legal Todas estas irregularidades son motivo de sanción. Según la responsable de Inspección, sólo existen dos tipos: graves y muy graves. Las primeras oscilan entre los 3.000 y los 15.000 euros, y se aplican en caso de carecer de autorización sanitaria o de practicar una Sin aparatos de esterilización Son muchos los motivos que llevan a los inspectores a ordenar cierres y suspensiones en estos locales. En una ocasión- -dice Borrego- se localizó una clínica que sólo estaba autorizada para cirugía plástica y reparadora, y que, en cambio, anunciaba y practicaba vasectomías, podología y depilación láser En la mayoría de los casos, la adopción de medidas cautelares se actividad asistencial distinta a la que figura en los documentos oficiales. Las faltas muy graves se reservan, por ejemplo, a la ausencia de titulación profesional. La otra cara de la moneda la representan los pacientes, que cada vez reclaman más las irregularidades. De las más de 900 quejas que interpusieron en 2005, muchas de ellas se debieron a motivos organizativos Le siguieron las reclamaciones por supuestas malas prácticas médicas y, por último, retrasos en la atención. Cuando alguien se somete a una intervención en un hospital privado y cree que ha habido negligencia, la Administración no tiene competencias, puesto que es un centro privado. Nuestra obligación- -dice- -es revisar que se cumplan los requisitos técnicos y sanitarios, pero la mala praxis deberá determinarla un juez

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