ABC MADRID 01-03-2006 página 59
- EdiciónABC, MADRID
- Página59
- Fecha de publicación01/03/2006
- ID0004952176
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ABC MIÉRCOLES 1 3 2006 59 Cultura y espectáculos Las obras sobre papel del Reina Sofía sufrieron niveles de luz por encima de lo aceptable Tildan de alarmante y preocupante el informe sobre los almacenes al que ha tenido acceso ABC museo tendrá que comparecer este mes ante la Comisión de Cultura del Congreso para dar explicaciones de éste y otros hechos ocurridos en el CARS NATIVIDAD PULIDO MADRID. El informe de dos restauradores del Museo Reina Sofía sobre el estado de sus almacenes, llevado a cabo entre marzo y abril de 2005 y desvelado por ABC, consta de dos partes. Ayer se publicó en estas mismas páginas la correspondiente a los almacenes generales de la planta sótano. En esta ocasión, ve la luz la parte del informe que describe las condiciones de las salas de la tercera planta, donde se custodia la mayor parte de la colección de obras sobre papel. En él subrayan Mikel Rotaeche y Arianne Vanrell (autores del estudio) que los parámetros de condiciones climáticas deseables para el almacenamiento de obra sobre papel no se cumplen Se destaca que este espacio tiene iluminación natural y artificial con unos niveles por encima de lo aceptable Al tratarse de obra almacenada, dice el informe, resultaría mucho más recomendable unas condiciones de absoluta oscuridad mientras los fondos no están siendo revisados. Teniendo en cuenta que los daños atribuibles a la luz son acumulativos e irreversibles, la exposición a estas fuentes, aunque puntual, debería monitorizarse siguiendo rigurosos controles b La directora del ción El informe también expone que otra de las deficiencias que presenta este espacio son las limitaciones para racionalizar el movimiento de la obra hacia otras dependencias del museo Entre las conclusiones a las que se llega en el informe están las siguientes: se necesitan nuevas protecciones y mobiliario, un almacenamiento en condiciones climáticas estables y controladas, monitorización de los agentes contaminantes, un programa de inspección, mantenimiento y seguridad según estándares previamente establecidos, una buena comunicación con los accesos de salida así como con el resto de dependencias del museo... Beatriz Rodríguez- Salmones, portavoz popular de Cultura en el Congreso, subraya que estamos francamente preocupados por la falta de seguridad y buena custodia que hay con las obras de arte de ese museo. Es cierto que ha pasado por un periodo muy complicado y que todavía está a la espera de este Plan Museológico, que tiene que dar sa (Pasa a la página siguiente) Varias esculturas de Leiro apiladas y sin protección alguna en los almacenes LA CASA SIN BARRER FERNANDO CASTRO FLÓREZ Fuentes de contaminación Asimismo, al estar almacenadas estas obras tan frágiles en un espacio de trabajo, la colección está expuesta a determinadas fuentes de contaminación como son las máquinas fotocopiadoras La mayor parte de la colección de papel del museo está almacenada en estas salas, distribuida en 163 planeros, insuficientes dado el volumen de la obra almacenada. En el interior de los cajones la obra se hacina como consecuencia de esta falta de espacio En cuanto a los propios planeros, se advierte que presentan deficiencias estructurales. Existen ranuras por donde se permite la entrada de polvo y partículas Además, tienen medidas arbitrarias que no se corresponden con la mayor parte de las necesidades de la colec- N o hay ya ningún género de dudas: el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía es un desastre. Las fotografías y datos de un informe interno de abril del 2005, recogidas ayer en ABC, revelan una ruina insospechada. El remate a un conjunto de acontecimientos lamentables: las goteras sobre el cuadro de Juan Gris, la desaparición de la escultura de Richard Serra, la sublevación del cuerpo de conservadores de la institución. Si a eso sumamos algunos momentos pavorosos de la programación más reciente (desde las cosas del Quijote escultórico hasta el naufragio inmisericorde de la muestra sobre el conceptual) no faltarán razones para el discurso apocalíptico. Pero, mientras el deterioro es total y la pérdida de prestigio com- pleta, la directora del Museo suelta frases en plan paños calentitos: el informe está obsoleto yo me siento orgullosa del equipo que tengo ese cuadro está prácticamente restaurado y otras lindezas. No todos somos tan idiotas como parecemos o, por lo menos, somos capaces de hacer alguna pregunta: ¿a qué llama prácticamente restaurado Quiere decir que el destrozo tremendo de esa tela, que parece acuchillada por Lucio Fontana o desgarrada en una de las pesadilla de Fredy Kruger, está cosido con mimo o que, directamente, han tirado los restos a la basura. ¿Cuando pronuncia la palabra obsoleto sabe, en realidad, lo que quiere decir? Porque el informe describe una situación en un momento determinado y a lo mejor lo que desea señalar es que se tomaron todas las medidas necesarias para remediar una situación que me atrevo a calificar, literariamente, como dantesca Ana Martínez de Aguilar, instalada en una bunkerización mental pre- ocupante, se niega a mostrar el estado en el que se encuentran actualmente los almacenes. Aduce razones de seguridad y de paso recuerda que le echó una bronca monumental a algunos de sus empleados por permitir que una cadena de televisión sí viera lo que allí se cuece ¿Acaso ignora que lo mejor que podría hacer es abrir las puertas y las ventanas para que, junto a los medios de comunicación, entrara un poco de aire en esas atmósferas enrarecidas? En vez de hacer mutis por el foro o desmarcarse de los problemas debería, por razones de seguridad cultural depurar responsabilidades, empezando por las que ella misma tiene. El criadero de polvo, valga la floritura duchampiana, del Reina Sofía es mucho más denso de lo que imaginamos; acaso estamos viendo tan sólo la antesala de la casa de los horrores. Pero, lo más curioso, es que la dirección, puede que tan obsoleta como el informe de marras, canta una cancioncilla primorosa: si yo tuviera una escoba, cuántas cosas barrería