Avanzar o retroceder por resultado de búsqueda
Avanzar o retroceder por las páginas del periódico
Avanzar o retroceder por día

30
Internacional LAS COSTAS DEL TSUNAMI, UN AÑO DESPUÉS
LUNES 26 12 2005
ABC
Dos turistas austríacos recuerdan a sus amigos víctimas del tsunami, con sus fotos colocadas contra un árbol en la playa de Nang Tong (Tailandia)
AP
Es sólo una más de las ciudades devastadas el 26 de diciembre de 2004 por la ola gigante en la región de Aceh (Indonesia) en el noroeste de la isla de Sumatra. Ahora intenta superar gracias a la ayuda internacional los fantasmas de la tragedia
Melabouh vuelve a mirar al mar
ALVARO YBARRA ZAVALA. ENVIADO ESPECIAL
ACEH (INDONESIA) Hoy la línea costera de la ciudad de Melabouh es un cementerio de escombros entre los que sobresalen pequeños carteles de madera que recuerdan al visitante los nombres de las personas que vivían ahí antes del 26 de diciembre de 2004. En aquella fecha, a las siete y diez de la mañana, una ola gigante robó aquí para siempre la vida a casi 20.000 personas. Doce meses después, esa imagen de destrucción choca con el espíritu de superación que se respira en las calles de Melabouh. Hace apenas un par de meses esta ciudad era un pueblo fantasma, durante el día prácticamente no había movimiento en las calles y cuando caía la noche no se veía un alma; sin embargo, ahora la gente parece que ha vuelto a recuperar la ilusión. De repente, de la noche a la mañana, la vida ha vuelto a Melabouh, y a mí, personalmente, me ilusiona porque parece que poco a poco van saliendo adelante nos dice Sara Beneit, delegada de Cruz Roja en la zona.
Una superviviente australiana enciende una vela en Khao Lak, Tailandia
REUTERS
Cruz Roja Española fue la primera organización de ayuda humanitaria que entró en esta área devastada de la provincia de Aceh. Durante los primeros meses, los españoles enfocaron todo su esfuerzo en el abastecimiento de agua potable a la población afectada. Una vez superada la crisis, su plan de actuación se dirigió a la reconstrucción de las infraestructuras sociales, la construcción de viviendas y la recuperación de las capacidades productivas de la población. Yo aún sigo traumatizada, todavía me vuelve mi imagen y la de mi familia corriendo para escapar del agua y salvar la vida, todavía hoy me cuesta hablar de ello porque aquel día perdí a mucha gente querida, pero gracias a la solidaridad de muchas personas que no conozco y que nunca conoceré yo y mi familia podemos soñar con un futuro Rauzha es una de las sesenta mujeres que trabajan en el taller de costureras de Alue Raya, un proyecto levantado gracias al ejemplo de solidaridad