ABC MADRID 19-11-2005 página 72
- EdiciónABC, MADRID
- Página72
- Fecha de publicación19/11/2005
- ID0004941334
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72 Espectáculos SÁBADO 19 11 2005 ABC CLÁSICA Temporada OCNE Obras de O. Esplá, X. Montsalvatge e I. Stravinski. Int. Orquesta Nacional de España. Dir. J. Pons. Solista: X. de Meistre (arpa) Lugar: Auditorio Nacional. Madrid. TEATRO ...la gracia que no quiso darme el cielo Un espectáculo de Luis G. Montero y Joaquín Vida con textos de Cervantes, R Darío, León Felipe, J Bergamín y R Alberti. Dir y espacio escénico: Joaquín Vida. Música y arreglos: Pedro Mariné. Iluminación: José Carlos Moreno. Intérpretes: Nati Mistral, Juan A. Molina y José María Barbero. Lugar: Teatro Reina Victoria. Madrid. TRES GRANDES PARTITURAS ANTONIO IGLESIAS E l interés de los programas de la OCNE es algo que hemos de reconocer y aplaudir. Así en la sesión del pasado fin de semana, hubimos de admirar nuevamente al maestro Oscar Esplá, al lado de Xavier Montsalvatge e Igor Stravinski, que selló tan inteligente concierto, cuidadosamente llevado en detalle y líneas generales por el director, como respondido por los profesores de la Nacional, cuyos soli trompa, fagot, flauta, oboe, etc. ejemplificaban el excelente total sinfónico habido. Del poema sinfónico Don Quijote velando las armas del inolvidable maestro Oscar Esplá, escribió un día Leopold Stokowski que era una de las más destacadas partituras de nuestro tiempo en toda la música del mundo... profunda, sutil y extremadamente compleja aún así, penetró muy bien Pons en su soberano encaje, sutilezas mil con aromas castellanos y luz mediterránea, quizá faltó un tanto de encanto. Siguió la sesión escuchando uno de los más esforzados de Monstsalvatge, su Concerto capricccio para arpa y orquesta plagado de una intervención solista en cadenzas y asimismo contribuciones sinfónicas espléndidas, en cuya misión triunfó de manera extraordinaria, segura, coloreada y suelta el francés Xavier de Maestre. Por último, admiramos de nuevo a Pons y a la orquesta en una versión perfectamente contrastada entre la delicadeza y la grandiosidad Rondó Danza informal y Lullaby cuyas audacias siguen escandalizándonos dentro una rabiosa sinceridad, en una contemporaneidad que, sin excluir a Esplá y también a Montsalvatge, se recibe siempre con entusiasmo. COMO POETA NO ERA MANCO JUAN IGNACIO GARCÍA GARZÓN Andrés Calamaro ayer en el Palacio de los Deportes JULIÁN DE DOMINGO POP Andrés Calamaro Intérpretes: Andrés Calamaro (voz y teclados) Juan Carlos Subirá (teclados) Óscar Rigui (guitarra) Víctor Valenzuela (guitarra) Pepe Céspedes (bajo) Carlos Martín (batería) Sebastián Pangusi (percusión) Martín Pomares (guitarra) Daniel Suárez y Carlos Sbarbati (coros) Lugar: Palacio de los Deportes, Madrid. Fecha: 18- XI- 05 QUE SEIS AÑOS NO ES NADA, POR LO VISTO PABLO MARTÍNEZ PITA a estaba claro, pero esta semana ha quedado más que demostrado. Andrés Calamaro tiene un lugar de honor en la historia del pop de este país- -que no es el suyo, pero como si lo fuera- Aquí llegó con un grupo de compañeros dispuestos a conquistar nuevas tierras y, todo hay que decirlo, al principio pocos confiaron en su futuro. Pero Los Rodríguez, con dos ex de Tequila en sus filas, no sólo consiguieron hacerse un hueco entre las mejores bandas nacionales, sino que su peculiar sonido se convirtió en un pilar sobre el que construir, otros muchos, sus propias composiciones. Pues bien, esta semana por fin los seguidores españoles de Calamaro han podido reencontrarse, en San Sebastián, Barcelona y en Madrid, con el tipo flaco- -ya no tan flaco- -que compuso varias de esas canciones que les acompañaron tantas veces en el radiocassette de su primer coche, o en sus clandestinas escapadas adolescentes. Son conciertos con un carácter ciertamente emotivo. Una especie de juven- Y tud recuperada por unos instantes para los treintañeros, que formaban una buena parte de esas cerca de 14.000 almas que abarrotaban el recinto. Y que, por cierto, recibieron y despidieron a su ídolo con un estallido de júbilo. Junto a la Bersuit, la banda argentina que ha rescatado para los escenarios a su paisano, Calamaro hizo un recorrido casi calcado del que ha editado en el disco titulado El regreso Se trata de un repaso a su carrera, tanto en Los Rodríguez como en solitario. Se oyeron temas indispensables y otros no tan obvios. Comenzó con El cantante de su álbum anterior, pero dejó para el final una andanada de composiciones de esas que cualquier artista vendería su alma al diablo por poseer algo semejante: Alta suciedad Flaca Paloma Mi enfermedad y Sin documentos Se acordó de algunos que ya no están entre los vivos, dedicando una versión de Desconfío conjuntamente a su autor, Norberto Pappo Napolitano, y a Kike Turmix, conocido personaje de las noches de Malasaña. También hubo tangos, interpretados junto al gran guitarrista Niño Josele. Fueron Por una cabeza y Sur que pudieron desconcertar algo al público- -y eso que había muchos argentinos allí presentes- Era un adelanto de lo que va a ser su camino a partir de ahora, pero lo que la gente esperaba eran esos temas que les hacían saltar manos en alto: Para no olvidar No se puede vivir del amor o Estadio Azteca Junto al guitarrista Niño Josele interpretó dos tangos. Es el camino que va a seguir a partir de ahora oaquín Vida y Luis García Montero ha pergeñado un primoroso retablillo escénico entretejido de versos, diálogos y canciones, cuyo propósito es contradecir al malediciente Lope, tan genial escritor como lleno de mala uva hacia sus colegas, y demostrar que como poeta Miguel de Cervantes no era manco, pese a que, tal vez en un alarde de falsa modestia, en su Viaje del Parnaso escribiera de sí mismo: Yo, que siempre trabajo y me desvelo por parecer que tengo de poeta la gracia que no quiso darme el cielo Este último verso sirve de título a un espectáculo sencillo y lleno de encanto en el que un lector alaba el talento como versificador del alcalaíno y éste cobra vida y le responde quitando importancia a sus poemas y a su obra entera; al no ponerse de acuerdo, como dirimidora de la controversia aparece la propia Poesía para negar la razón al autor de El Quijote con abundantes ejemplos extraídos de su obra poética. Versos, pues de Cervantes, como los famosos ovillejos sobre el amor ¿Quién menoscaba mis bienes? Desdenes. Y ¿quién aumenta mis duelos? Los celos. Y ¿quién prueba mi paciencia? Ausencia... el Diálogo entre Babieca y Rocinante o el romance que canta la doncella Altisidora, entre otros muchos, pero también poemas de Rubén Darío, Alberti, Bergamín y León Felipe con España como motivo. Hay también marionetas, un pianista que pespuntea con su música algunas composiciones y un acogedor espacio escénico. Y hay, sobre todo, una actriz como Nati Mistral a la que da gusto escuchar, disfrutar de cómo dice los versos, cómo encaja palabras y sentido, cómo entona, cómo administra las pausas y los énfasis con su voz de cántaro inagotable. Le dan justa réplica Juan A. Molina, como el lector, y José María Barbero en el papel de Cervantes. A todos aplaudió el público puesto en pie y gritando bravos, al menos en la función que vio quien firmas estas líneas. Antes de que cayera el telón por última vez, Nati, dirigiéndose al tiempo a los espectadores y a quien corresponda, señaló: ¿Se dan ustedes cuenta de que es posible hacer teatro sin micrófono y sobre todo sin humos? J