ABC MADRID 08-11-2005 página 34
- EdiciónABC, MADRID
- Página34
- Fecha de publicación08/11/2005
- ID0004940096
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34 Internacional MARTES 8 11 2005 ABC LA DETENCIÓN DE FUJIMORI PERFIL ALBERTO FUJIMORI Ex presidente de Perú Aquel hombrecito que había vivido toda su vida rodeado de plantas en una floristería familiar le arrebató la presidencia en las urnas a Mario Vargas Llosa en 1990 De Chinito a Fumanchú CARMEN DE CARLOS BUENOS AIRES. En español Fujimori no significa nada, pero en japonés se traduce por bosque de flores Este es el escenario que se prometía para sí mismo el ex presidente de Perú cuando le ganó las elecciones a Mario Vargas Llosa, allá por junio de 1990. Pero el ingeniero agrónomo y profesor de matemáticas en la Universidad de La Molina (Lima) se había convertido, de la noche a la mañana, en el nuevo dueño de un Perú acorralado por la economía y las balas terroristas de Sendero Luminoso. Para ser político se necesita sólo tres meses de entrenamiento. Eso basta La experiencia propia le permitía mantener afirmaciones de esta naturaleza, pero rara vez recordaba que había contado con la colaboración de su antecesor en el cargo, Alan García, alias Caballo loco Algunos meses más necesitó Fujimori para poner en marcha la maquinaria que le permitiría convertirse en el nuevo sol naciente andino. El 5 de abril de 1992 aquel hombrecito que había vivido toda su vida rodeado de plantas en una floristería familiar- -como El jardinero de Peter Sellers- -le pegó un hachazo a la Constitución, al Congreso y al Poder Judicial. Hizo lo que se bautizó como autogolpe Tuvo el apoyo de los militares y, en especial, de uno de ellos que luego sería expulsado del Cuerpo por traición a las armas: Vladimiro Montesinos, el monje negro de su Gobierno, su socio en la década infame de 1990 a 2000. El convulsionado Perú no se preguntaba entonces por los orígenes de un presidente al que había votado pensando en su nombre de campaña, El Chinito El tiempo para los interrogantes sobre su edad, nacionalidad o lugar de nacimiento llegaría tarde y no siempre tendría respuestas. Las sospechas de que su verdadera identidad era japonesa se confirmaron hace cinco años, cuando Tokio le recibió y confesó que era uno de los suyos. De haberse sabido antes, no hubiera podido ni presentarse a las elecciones. El actor Warren Beatty, en un mitin contra Arnold Schwarzenegger AFP La popularidad de la Casa Blanca, a prueba en las elecciones locales de hoy Alberto Fujimori do en una jaula para las fieras, diseñada por mí mismo como reconoció en una entrevista a ABC, darían la vuelta al mundo. Lo mismo sucedería con otras de 1996, en las que se le veía sonriente y feliz, caminando entre los cadáveres, con los rostros deformados a golpes, de los catorce jóvenes guerrilleros del MRTA que secuestraron a un centenar de rehenes en la residencia del embajador de Japón durante cuatro meses. Con el poder absoluto y reelegido en las urnas, El Chinito se convirtió en la reencarnación de Fumanchú. Ejecutó un plan de esterilización de mujeres pobres y creó con Montesinos escuadrones de la muerte. En busca de un tercer mandato, en 2000, se encontró, por sorpresa, con un adversario que había subestimado: Alejandro Toledo. El actual presidente denunció fraude en las elecciones y se negó a participar de una segunda vuelta en la que Fujimori se proclamó único ganador (y participante) con el 75 por ciento de los votos. La gloria le duraría poco. Antes de terminar el año convocó elecciones anticipadas. Demasiados escándalos y un asunto de contrabando de armas con las FARC le darían la puntilla. El 16 de noviembre, El Chino atrincherado en Tokio, renunció por fax. La respuesta del Congreso fue destitución por incapacidad moral permanente Los analistas observan con lupa el popurrí de consultas para diagnosticar tendencias políticas b Los múltiples comicios y referén- dums son un test en el que republicanos y demócratas tratan de fijar posiciones de salida hacia las presidenciales de 2008 MERCEDES GALLEGO. CORRESPONSAL NUEVA YORK. En Estados Unidos hoy se vota de todo, desde la reelección de jueces en Florida hasta los matrimonios homosexuales en Texas, pero lo que más interesa a los analistas es prácticamente lo único que no está en ninguna papeleta: la suerte de la Casa Blanca. Es por eso que los resultados de este popurrí de referéndums y elecciones locales se mirarán con lupa, en un intento de discernir cuál es la tendencia política del país. Los demócratas buscan un momentum de gloria en el que deslizarse a las elecciones legislativas de noviembre próximo, y de ahí hasta la presidencia en el 2008. Los republicanos pretenden demostrar que la caída de popularidad del presidente George W. Bush, que sólo obtuvo la aprobación del 39 por ciento de la población en la última encuesta de ABC Washington Post, es circunstancial y no afecta al partido. Si bien es el gobernador de California Arnold Schwarzenegger, otro valor a la baja en las encuestas, el que más fotos acapara con un referéndum de ocho propuestas en las que no se le augura un final de Hollywood según The New York Times, el verdadero termómetro político está puesto en las elecciones a gobernador de Virginia. Hace cuarenta años que los candidatos presidenciales demócratas no ganan ese Estado que Bush se llevó en noviembre pasado con un 54 por ciento de los votos, y aunque la gobernatura no resulte tan mítica, la victoria del demócrata Tim Kaine sería interpretada como una señal en el horizonte. Parte de ese peso lo ha puesto el propio Bush, que anoche enlazó su vuelta de Suramérica con el cierre de campaña del candidato Jerry Kilgore. Mucho se había discutido entre bastidores sobre la conveniencia de esa aparición estelar, no sólo porque favorece la conexión que se hará entre el resultado de Virginia y la popularidad de Bush, sino porque algunos en su partido temen que resulte un lastre para el candidato. La batalla por este estado sureño también pone a prueba nuevas estrategias entre los demócratas. Explotar la religión Kaine ha explotado su fe cristiana en la campaña, tras el sambenito de seculares que se le colgó a los demócratas en las elecciones pasadas, y sin embargo se ha atrevido a decir que la pena de muerte no es necesaria, en un Estado que sigue a Texas en ejecuciones. No es la única plaza fuerte que defienden los demócratas. En la arena electoral se encuentra también la gubernatura de Nueva Jersey, donde esta vez son los republicanos los que esperan arrebatarles el poder. Donde no hay emoción alguna es en la alcaldía de Nueva York. El multimillonario republicano Michael Bloomberg, que ha invertido setenta millones de dólares de su propio bolsillo en su reelección, le saca 38 puntos de ventaja al puertorriqueño Fernando Ferrer, que sólo ha recaudado diez millones. Feliz entre cadáveres El Fujimori- presidente reconstruyó la economía. Asestó lo que parecía ser un golpe mortal a grupos guerrilleros y terroristas como el Movimiento Revolucionario Tupac Amarú (MRTA) y Sendero Luminoso. Las imágenes del cabecilla de este último, Abimael Guzmán, encerra- En busca de un tercer mandato, en 2000, se encontró con un adversario que había subestimado: Toledo