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ABC MADRID 01-11-2005 página 25
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ABC MADRID 01-11-2005 página 25

  • EdiciónABC, MADRID
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ABC MARTES 1 11 2005 Nace la Infanta Doña Leonor 25 En el primer momento ni me fijé. Por eso pregunté: pero bueno, ¿qué ha sido? comentó Don Felipe Ella estaba perfectamente consciente y estuve a su lado, tratando de hacer la descripción más precisa de lo que sucedía Incluso contó qué hizo: Letizia estaba perfectamente consciente y yo estuve a su lado, tratando de hacer la descripción más precisa que podía hacer de lo que sucedía, a pesar de mi poca capacidad técnica en la materia Don Felipe expresó el nerviosismo que vivió, tanto que cuando extrajeron al bebé no miró y prefirió seguir concentrado en el rostro de su cónyuge. En el primer momento de salir ni me fijé (en el sexo del recién nacido) Por eso preguntó a las enfermeras: Pero bueno, ¿qué ha sido? La respuesta fue expresiva: Una hermosa niña Salvo un pequeño susto que hizo pensar en un adelanto del parto, la Princesa de Asturias ha vivido sin complicaciones una gestación que apenas alteró su agenda Un embarazo con un solo sobresalto TEXTO: N. RAMÍREZ DE CASTRO Lactancia inmediata Así fue el parto, pero a la Princesa de Asturias le aguarda ahora un periodo de convalecencia. Podrá dar de mamar a su hija Leonor y tomar analgésicos para calmar los dolores que le haya provocado la cirugía y que perdurarán varios días, pero deberá descansar porque es normal que pueda sufrir molestias leves por el proceso de cicatrización del abdomen, o incluso alguna secreción. Por todo ello permanecerá dos o tres días en la clínica, pero un mínimo de cuatro a seis semanas en el Palacio de la Zarzuela, lo que le impedirá reanudar sus actividades oficiales hasta pasado ese tiempo. También le obligará a llevar una vida tranquila, con pocas visitas y practicando ejercicios que le ayuden a recuperarse, indica el ginecólogo Fernando Aísa, del Hospital Clínico de Zaragoza. Doña Letizia podrá tener más hijos mediante parto natural, siempre que cambie la circunstancia clínica por la que se optó por practicarle la cesárea. Pero es un punto donde existe controversia entre los ginecólogos desde hace muchos años. Es más, en España se recomienda pese a que existe riesgo de ruptura uterina en tasas aproximadas al 1 En nuestro país se opta por el parto vaginal como primera opción, pese al progresivo aumento de las cesáreas, muchas veces por deseo o presión de las parturientas, siempre que no exista riesgo añadido o que se repita la situación que desaconsejó el parto vaginal en la primera gestación. En Estados Unidos ocurre todo lo contrario, pues allí al menos trescientos hospitales se niegan a practicar un alumbramiento natural si el primero se ha realizado mediante cesárea. Su miedo es que los trabajos del segundo parto provoquen la ruptura del útero, que está siempre más debilitado por la cicatriz de la primera intervención. Esta rotura puede causar una hemorragia peligrosa para la madre y daño cerebral al bebé. CHEMA BARROSO LUIS IGNACIO RECASENS Ginecólogo de la Princesa Está amparado por cuatro generaciones. Su especialidad es el diagnóstico prenatal Un médico para las 24 horas G. Z. Desde que llegó a Madrid a mediados de la década de los ochenta, Luis Ignacio Recasens es reverenciado por sus gestantes. Inspira tranquilidad y confianza. Además, resuelve sus problemas sea la hora que sea, madrugada o festivo. Recasens, que tiene 53 años, obtuvo el título de Medicina en la Universidad de Sevilla. Fue una elección personal, pero posiblemente inducida por dar continuidad a tres generaciones de ginecólogos. Su bisabuelo Sebastián atendió a la Reina Victoria Eugenia y su padre formó a centenares de médicos en la capital hispalense. La cuarta generación de Recasens está presidida por Luis Ignacio, catedrático de la Clínica de la Concepción de Madrid y uno de los principales expertos en España en técnicas de diagnóstico prenatal. Pese a su naciente popularidad, seguirá ejerciendo la medicina en una consulta privada de la capital española y guardando secretos. MADRID. Desde que se anunció su compromiso, la Princesa de Asturias ha desempeñado una intensa agenda de trabajo que apenas se ha resentido durante su primer embarazo. Sólo redujo el ritmo durante el último mes de gestación, cuando se encontraba más pesada y se produjeron las primeras contracciones, que hicieron pensar el 18 de octubre en un posible adelanto del alumbramiento. Salvo pocas ausencias, atribuibles a molestias típicas de la gestación, Doña Letizia ha mantenido un intenso ritmo de trabajo con jornadas agotadoras en sus actividades oficiales, viajes trasatlánticos y momentos de gran tensión en estos últimos ocho meses y medio. Incluso soportó estoicamente, a pleno sol, su primer discurso en público durante un acto castrense en la Hípica Militar de Logroño, el pasado mes de junio. Pese a la tensión, el calor y sus cinco meses de embarazo aguantó de pie su alocución, una situación que hubiera sido difícil para cualquier mujer en su estado. Las embarazadas tienen más facilidad para marearse porque la tensión arterial desciende, especialmente cuando permanecen de pie en una posición estática y la temperatura es elevada. Salvo los pequeños problemas digestivos y las contracciones típicas del último mes, la progresión de su embarazo ha sido ejemplar, aunque en la recta final de la gestación no asistiese a la recepción en el Palacio Real de Madrid tras la parada militar de la Fiesta Nacional, ni a la entrega de los Premios Príncipe de Asturias. Se nota que Doña Letizia se ha cuidado mucho. Como mandan los manuales, ha engordado un kilo por mes, lo necesario para el correcto desarrollo del bebé. A partir del séptimo mes, se le notó un volumen mayor que hacía pensar que la Infanta iba a ser un bebé de gran peso. Las náuseas la acompañaron hasta el final Durante las 37 semanas de gestación apenas han trascendido complicaciones durante su embarazo, salvo el malestar digestivo y las náuseas, que le acompañaron hasta el final. La mayoría de las embarazadas padecen náuseas durante el primer trimestre, y superan el cuarto y quinto mes sin molestias hasta que el crecimiento del bebé empieza a provocar problemas de acidez y reflujo gastrointestinal. Al parecer, la Princesa de Asturias no se ha librado de esos trastornos en ningún momento, como le ocurrió a su madre. Este comportamiento es menos frecuente, pero nada anormal, asegura la doctora Ana Coll, ginecóloga de la Clínica Teknon de Barcelona, el centro hospitalario que la Infanta Doña Cristina ha elegido para alumbrar a sus cuatro hijos. Pilates para mantenerse en forma Probablemente, una de las mejores ayudas con las que ha contado en el momento del alumbramiento es su buen estado físico. Está en una edad óptima para ser madre, según indican los últimos estudios científicos que se han realizado sobre maternidad. Entre los 25 y los 35 años no existen riesgos añadidos, ni para la madre ni para su descendencia. Además, se ha mantenido en forma gracias al Pilates un método que combina gimnasia y fisioterapia. Como hizo la Infanta Doña Cristina, la Princesa de Asturias ha practicado estos ejercicios durante la gestación. Roberto Blas, fisioterapeuta y profesor de Pilates asegura que se trata de un ejercicio idóneo para las embarazadas porque tonifica y proporciona flexibilidad al cuerpo. Mantiene en buen estado la columna vertebral para evitar los dolores lumbares típicos de la gestación. Quien lo practica toma conciencia de su musculatura abdominal y del suelo pélvico, algo esencial para evitar problemas de incontinencia urinaria tras los esfuerzos del parto. También reduce el riesgo de prolapso y facilita el trabajo del parto, porque la mujer es más consciente de la musculatura que rodea la vagina. La gestación también ha acentuado su atractivo. Los kilos del embarazo le han sentado bien y la Princesa ha mantenido su coquetería hasta el final. A partir del séptimo mes, la mayoría de las embarazadas se ven obligadas a guardar los tacones más estilizados. En esta etapa cambia la estática del cuerpo, el centro de gravedad se desplaza por el aumento del tamaño del bebé, se curva la columna y las embarazadas tienden a desequilibrarse. Doña Letizia ha reservado los tacones para ceremonias especiales, pero sin prescindir totalmente de ellos, con lo que ha hecho gala de una gestación sin complicaciones más allá de las normales.

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