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ABC MADRID 30-10-2005 página 65
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ABC MADRID 30-10-2005 página 65

  • EdiciónABC, MADRID
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ABC DOMINGO 30 10 2005 Los domingos 65 EL PERFIL DE LA SEMANA EN LA ACERA ESCRIBÍ TU NOMBRE FERNANDO IWASAKI ELENA ESPINOSA Ministra de Agricultura, Pesca y Alimentación Esta semana ha pasado de ser la gran desconocida del gabinete de Zapatero a ocupar el primer plano en la mayor crisis nacional del Gobierno: la paralización de los puertos españoles EL MAL EJEMPLO DEL FÚTBOL ace unos años, dos futbolistas fueron al colegio donde estudiaba mi hija porque eran ex alumnos, y tras ser recibidos como héroes dijeron que en el colegio nunca hicieron ni el huevo y que sin embargo ya ganaban más dinero que todos los profesores juntos. Los chicos les aplaudieron y los maestros quedaron para siempre reducidos a la mínima expresión. Seguro que muchos futbolistas son admirables como deportistas y profesionales del balón, pero como ejemplo para los niños dejan mucho que desear. Me hago estas reflexiones después de contemplar cómo el Comité de Competición ha anulado la tarjeta roja que David Beckham recibió por menospreciar a un árbitro durante un partido que seguro vieron millones de escolares que les hacen lo mismo a sus profesores. Todos sabemos que los maestros están indefensos y que los estudiantes insolentes no pueden ser sancionados, pero al menos creíamos que el fútbol y Operación Triunfo eran los únicos espacios donde los jóvenes podían intuir cómo funciona la disciplina. Pues ya sólo queda Operación Triunfo Nunca como en nuestros días el fútbol se ha convertido en una suerte de panacea, de ideal o de valor en sí mismo. Pero el fútbol es algo más que lo que acontece en las canchas durante 90 minutos. ¿Qué habría ocurrido si en Anoeta o San Mamés, el presidente del equipo local hubiera autorizado una manifestación en la que unos radicales exigieran la independencia de Euskal- Herría La Rioja, Navarra y País Vasco francés incluidos? Probablemente el Comité de Competición habría actuado de oficio, pero eso no le va a ocurrir al Barcelona, porque la justicia deportiva no es igual para todos. ¿Nadie ha reparado en que la FIFA- -y por lo tanto el fútbol- -es una especie de estado sin territorio? La FIFA tiene su poder ejecutivo, judicial, legislativo y electoral. La FIFA saca millones de un negocio, una industria y un mercado en los que no ha invertido ni un duro, pero que le pertenecen por ciencia infusa. Si Bill Gates fue condenado porque Microsoft era un monopolio, ¿por qué nadie persigue a la FIFA, si es el único software futbolístico? El fútbol se ha transmutado en un nuevo credo universal, con su pontífice, su cónclave, sus cardenales, sus congregaciones y toda una estructura económica, mediática, judicial y política que lo convierten en poder paralelo y transnacional. El baloncesto es otra cosa, porque ahí hay competiciones como la NBA donde sí están definidos los derechos de propiedad del baloncesto como negocio y espectáculo. Así, en la NBA un mamoneo como el de las banderas del Camp Nou, una conducta como la de Beckham o unas insinuaciones homofóbicas como las de Pablo García no sólo serían sancionadas con pérdida de patrocinadores y altísimas multas, sino hasta con la expulsión de la competición. Pero esas cosas no existen en el fútbol porque en el fútbol no hay derechos de propiedad, y cuando no hay derechos de propiedad no hay justicia porque mandan las mafias, los poderosos y los chupamedias. Esa es la miseria del fútbol y por eso la camiseta que más vende es la encarnación misma del mal ejemplo. www. fernandoiwasaki. com De secundaria a protagonista a que su nombre apareció como la futura ministra de Agricultura, Pesca y Alimentación, nadie imaginaba que esta mujer menuda, de aspecto frágil y mirada insegura, sería capaz de tomar el mando de una durísima negociación y llegar a amenazar a alguien para hacerle firmar un acuerdo que pusiera fin a la mayor crisis que ha vivido desde que asumió el cargo: la paralización de los puertos pesqueros españoles. En el espacio de unas horas, esta semana ha pasado de ser la gran desconocida del gabinete de Rodríguez Zapatero, perdida en los últimos lugares de las encuestas y prácticamente sin presencia pública de relevancia, a protagonista de un episodio que, por su dureza y relevancia nacional, le servirá, a partir de ahora, para enfrentarse con el valor de la experiencia a una nueva crisis nacional, tras la amenaza de los agricultores de paralizar el país. Hoy, muchos se acuerdan de cuando, la misma noche en que fracasó en su primera negociación europea (las reformas de los sectores del aceite, tabaco y algodón) el entonces secretario general de Agricultura, Fernando Moraleda, suplicaba al sector que le cuidaran a mi ministra consciente de la debilidad de una mujer que llegó al cargo por mujer y por gallega Entonces, quizás ella ni lo sepa, los representantes del sector respondieron: ¿Y quién cuida de nuestro algodón, nuestro tabaco y nuestro aceite? Y se dieron media vuelta. Es la soledad de quien gobierna y de quien desconocía los entresijos de una política europea que se dirime en el regate fino y en la que no hay amigos, y si los hay, en segundos se vuelven enemigos. Su ingenuidad de esos primeros momentos le llevó a creer que la sonrisa de Zapatero sería su mejor aliada en una de sus noches más amargas y afirmó convencida que los amigos del Gobierno han cambiado (por Francia y Alemania) y que le echarían una mano Quienes sí conocían la dureza de la negociación comunitaria no erraron cuando vieron que la mano se la echaron al cuello A pesar de su desconocimiento, nadia duda de la valentía de esta mujer, que llegó a ministra de la Eldí POR PALOMA CERVILLA H mano del hoy secretario de Organización del PSOE, José Blanco, que incluso le puso la secretaria, al no amilanarse ante el reto de dirigir un ministerio del que desconocía casi todo. Esa ignorancia es quizá la que le lleva en ocasiones a perder los papeles con absoluta facilidad y fumar un pitillo, eso sí, siempre que alguien lo haga antes que ella. Esa cierta inseguridad en las materias de su competencia le ha llevado a enfrentarse en más de una ocasión con dirigentes agrarios y pesqueros, que se niegan a darle la razón. Hace pocos días, el presidente de Asaja, Pedro Barato, abandonó una reunión tras sentirse insultado por la ministra, que lo acusó de desleal. También ha tenido algún que otro encontronazo con representantes de los pescadores. El poco conocimiento que se tiene de ella le ha jugado más de una mala pasada, sin segundas intenciones por parte de los protagonistas. Durante la última campaña electoral en Galicia, mientras asistía junto con el entonces presidente de la Xunta, Manuel Fraga, a un acto, se enfadó porque poca gente la saludaba a ella, y sí a Fraga, bastante más popular en su Galicia natal. En otro acto se acercó a saludar a un importante hombre público y éste le correspondió a duras penas sin saber a quién lo hacía. Segundos después alguien le alertó de que era la ministra de Agricultura y Pesca, y se lamentó de su error. A pesar de los incidentes propios de la labor de gobierno, la ministra tiene un trato afable en las distancias cortas, y en eso coinciden todos los que han mantenido alguna relación con ella. Sin haber salido casi de Vigo, donde fue responsable de la zona de urgente reindustrialización de 1985 a 1988, y también presidenta de la Autoridad Portuaria de Vigo entre 1988 y 1996, el gran mérito de Elena Espinosa es que llegó a ministra sin haber ocupado otro cargo político bajo una siglas, las del PSOE, a las que se afilió en 1985.

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