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ABC MADRID 22-09-2005 página 6
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ABC MADRID 22-09-2005 página 6

  • EdiciónABC, MADRID
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6 Opinión JUEVES 22 9 2005 ABC AD LIBITUM TRIBUNA ABIERTA FEDERICO YSART EL BOTIJO DEL BANCO DE ESPAÑA UIZÁS no sea casualidad que el Banco de España alcanzara el monopolio para la emisión de moneda, en 1874, cuando era ministro de Hacienda José Echegaray. Su conducta en los últimos tiempos tiene más proximidad con el Echegaray premio Nobel, autor de El Gran Galeoto, que cercanía al matemático, ingeniero y varias veces ministro. Baste decir que ahora, como si se tratara de un ejercicio de fantasía literaria, cuando el Banco de España ya no emite moneda y ha perdido, en aras de la unidad europea, unas cuantas de sus tradicionales funciones se dedica, como todo aquél que tiene cuatro euros y aspira a tener ocho, a la actividad inmoM. MARTÍN biliaria. Lejos de reducir FERRAND su sede, y las muchas y muy inútiles que tiene repartidas por toda la Nación, el BE amplía la tradicional, la que se construyó sobre el palacio de Alcañices y, después de hacer desaparecer el viejo palacete de Alcalá esquina a Marqués de Cubas, cierra la manzana con una imitación del estilo con el que, en 1894, los arquitectos Adaro y Sáinz de Lastra diseñaron el edificio. Innecesario y despilfarrador latifundismo. No es raro, con dedicación tan principal y absorbente, que las cabezas pensantes del BE, cuya función se ha reducido, en la práctica, a la inspección y vigilancia de las instituciones financieras, no hayan pronunciado palabra sobre la opa que, impulsada por La Caixa, ha lanzado Gas Natural, el pez pequeño, sobre Endesa, el pez grande. Hasta Pedro Solbes, gran especialista en escaqueos, ha considerado ya como normal la presencia de La Caixa en Gas Natural y, como corolario, en el grupo resultante tras la hipotética adquisición de Endesa. Pero el BE sigue mudo, como mirando hacia otra parte para no contemplar, en su condición de guardagujas del tráfico financiero, el choque de los dos grandes trenes- -Cajas- -que avanzan por el mismo raíl en sentido contrario la una con la otra. El Banco de España conoce mejor que nadie, porque sin su exigente intervención la catástrofe hubiera resultado memorable, los riesgos que, asumidos por la Banca al tomar posiciones en los grandes grupos industriales, estuvieron a punto de hacer saltar por los aires el sistema financiero nacional. Una crisis honda que, desde los años setenta, llegó hasta el triple salto mortal sin red con el que se estrelló Mario Conde al nacer los noventa. Las Cajas de Ahorro, encorsetadas en una estricta normativa llena de coeficientes inversores y todo tipo de chichoneras, se salvaron de la crisis y pasaron a superar a los bancos en el reparto del negocio financiero español. Sin escarmentar en cabeza ajena siguen ahora el arriesgado camino recorrido por la Banca y dejan de servir a la razón para la que nacieron mientras el BE, antes tan diligente y riguroso, sestea y bebe del botijo con anís de los albañiles que culminan su pirámide urbana. Muy alegórico todo ello. Q EL OPADOR OPADO, O IR POR LANA Y SALIR TRASQUILADO Tras repasar la composición accionarial de Gas Natural y Endesa, el autor echa cuentas y plantea la posibilidad de que, tras la ofensiva lanzada por la empresa catalana contra la compañía eléctrica, el opador de hoy puede llegar a ser opado mañana A integración de los negocios de gas y de electricidad es para una empresa de cualquiera de los dos sectores un objetivo claro; atienden clientelas homogéneas en negocios muy similares en los que las sinergias son evidentes. Los clásicos de la electricidad que hoy lucen como más eficientes, Iberdrola e Hidrocantábrico, están distribuyendo ambas energías desde hace tiempo, y Gas Natural ha tratado de introducirse en el mercado eléctrico, hasta ahora sin gran éxito. Por ello una integración de la empresa gasista con Endesa, la gran eléctrica que no tiene gas, responde a la lógica empresarial. Queden al margen cuestiones de monopolio, nunca tan claras en las integraciones verticales como en las horizontales de los ya escasos grupos eléctricos que operan en España. Ahora bien, entre tantos extremos sorprendentes del órdago echado por GN, uno de los más notables es que sea un ratón quien se quiera comer al gato. Aunque también es cierto que el ratón actúa amparado por la invulnerabilidad que, frente a una contraopa del gato, supone que más del 65 por ciento de su capital está controlado directa o indirectamente por una caja de ahorros, mejor la caja por definición: La Caixa. Y volvamos a dejar al margen L otras cuestiones, como la irresponsabilidad frente a los mercados de que disponen este tipo de instituciones financieras. Pero, si hacemos los números resultantes tras la opa en la nueva GN, la pretendida invulnerabilidad quizá deje de existir. Vamos a ello. Según las condiciones de la oferta pública de adquisición, cada acción de Endesa recibe 0,569 acciones de GN más 7,34 euros. Endesa tiene 1.058.752.117 acciones; y GN, 447.776.028. El accionariado fuerte de Endesa está distribuido entre un 9 por ciento de Caja Madrid y un 61 por ciento en instituciones de inversión colectiva, fundamentalmente anglosajonas. Se trata por tanto de accionistas con paquetes importantes, con cara y domicilio conocidos. Es más: probablemente su inversión en Endesa habría sido gestionada por los propios responsables de la entidad. La cuestión es: ¿sería demasiado difícil constituir con este 70 por ciento del capital de Endesa un núcleo duro que sindicase su actuación en la opa y en la post- opa? Porque si así lo hicieran, este núcleo duro podría hacerse con la sociedad resultante, dejando a La Caixa y su participada Repsol, actuales accionistas de referencia en Gas -Amigos gays del Partido Popular: votad a Esperanza Aguirre.

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