Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC MADRID 18-09-2005 página 65
ABC MADRID 18-09-2005 página 65
Ir a detalle de periódico

ABC MADRID 18-09-2005 página 65

  • EdiciónABC, MADRID
  • Página65
Más información

Descripción

ABC DOMINGO 18 9 2005 Los domingos 65 EL PERFIL DE LA SEMANA EN LA ACERA ESCRIBÍ TU NOMBRE FERNANDO IWASAKI VANDERLEI LUXEMBURGO Entrenador del Real Madrid El técnico madridista, en pleno ojo del huracán por mor de una táctica basada en el sistema de Brasil que hace naufragar a su equipo e irrita profundamente a los aficionados Luxa no luce tá el camarero del bar de la esquina, el taxista y el de los churros, que no se les puede pedir ni un donuts porque echan espuma por la boca. Les duele el Madrid, y les duele una barbaridad. Tres partidos, un triunfo raquítico y dos derrotas clamorosas, de las que hacen pupa y aplican sal en la herida. El problema no es que pierda, sino cómo lo hace: un tropel de figuras a cual más grandiosa, metidas en un embudo tal que al técnico blanco, Luxemburgo, ya le han puesto un temible mote: Luxembudo, para expresar el cuadrado mágico (un 4- 2- 2- 2 que usa Brasil y que aquí no va) tirando al riachuelo el uso de las bandas y minimizando la gran habilidad de sus fulgurantes estrellas, que se estrellan en este sistema. Así que el dedo, general y brutal, apunta a un solo destino: la cabeza de Vanderlei Luxemburgo, del que dicen que ni tiene sistema, ni ideas ni cómo utilizar el tesoro que tiene entre las manos. Y el caso es que no hablamos de un desconocido, sino de un entrenador que acaba de figurar en una lista de los 35 mejores entrenadores de toda la historia del fútbol, no en vano casi todos los equipos que dirigió acumularon más títulos de la era moderna que cualquier otro entrenador. Luxemburgo es, sin duda, el técnico más laureado de Brasil. A sus 52 años, el entrenador del Madrid ya ha llevado al Palmeiras (93 y 94) Corinthians (98) Cruzeiro (03) y Santos (04) a alzarse con el título de Liga brasileño, y añadan a ese palmáres de lujo una Copa de América con la selección brasileña en 1999. Hablamos pues, no de un chiquilicuatro, sino de un pez gordo donde los haya, tanto que Pelé llegó a decir de él que es de los mejores técnicos del mundo. Le conozco desde hace tiempo pues estuve trabajando cinco años con él, cuando trabajé en el Santos y mi hijo era portero allí. Sin duda, es mucho mejor entrenador que jugador Lo cierto es que decir eso es no decir mucho porque tampoco es que fuera una perla futbolística. Estuvo en el Flamengo, Porto Alegre y Botafogo, pero no brilló de forma especial. Fue al colgar las botas cuando empezó a crecer. Comenzó su carrera como técnico en 1983 y no se RAZÓN Y FE Es POR JOSÉ MANUEL CUÉLLAR N saltó ni un paso, fue poquito a poco, primero en las categorías inferiores de Campo Grande y Río Grande, pero tuvo que irse muy lejos para probar fortuna, a Arabia Saudí, donde dirigió al Al Ittihad Jeddah. Pronto volvió a Suramérica y se hizo cargo del Demócrata para volver luego a dirigir chavales en los juveniles del Fluminense. Fue aquí donde empezó a crecer su fama de entrenador serio y muy profesional porque de su seno salieron grandes jugadores, con una excelente formación. Un largo recorrido De ahí todo un recorrido: Bragantino, Ponte Preta y al Palmerias con el que logró el primer título. Hizo un paréntesis en el Paraná y en el Flamengo y volvió al Palmeiras para volver a alzar la Copa. Allí coincidió con Roberto Carlos antes de pasar al Santos y luego al Corinthians. De 1998 a 2000 logró su gran sueño: llevar a la selección, con la que logró la Copa de América. Luego, otro rosario de equipos: Selección olímpica, Corinthians, Cruzeiro, Palmerias, Cruzeiro otra vez y Santos, antes de llegar al Madrid. Su palmarés impresiona pues en el último lustro levantó siete títulos y en 2003 era nombrado duodécimo mejor entrenador del mundo. Pero nunca había estado en Europa. Conocía su fútbol por sus compatriotas que se distribuían en las diferentes ligas del Viejo Continente. Llegó al Madrid en diciembre y logró una segunda vuelta de fábula, tanto que casi alcanza al Barcelona en la recta final. Sin embargo, había sospechas pues se ganaba pero el juego era raquítico, contrario a la filosofía del Madrid, que es dominar los partidos, controlar el balón y apabullar a los contrarios con su técnica. Sin embargo, aquí se cerraba, salía a la contra y punto. Estigma de equipo pequeño, lo que hace fruncir el ceño al Bernabéu. La táctica diseñada es confusa y el futuro incierto. Nadie sabe nada, todo va al libre albedrío y hay quien ya mira al futuro, a otros técnicos. La cuchilla está alzada. o corren buenos tiempos para la defensa de la fe y de los valores propugnados por la iglesia católica, pues a la hostilidad manifiesta de ciertos sectores políticos y gubernamentales habría que sumar la progresiva secularización de una vida individual árida de reflexión y conocimiento. La fe supone una vida espiritual en permanente chisporroteo y ebullición, pero también grandes dosis de austeridad, sacrificio y generosidad. Por eso me parecen admirables los artículos de Juan Manuel de Prada e Ignacio Sánchez Cámara, quienes hacen pública profesión de fe, a sabiendas de que en un país como España ello equivale a dilapidar su prestigio intelectual, que por fortuna es inmenso. Por otro lado, una de las muchas cosas que hace grande a esta casa de ABC, es que de manera honesta y respetuosa conviven diversas opiniones y cosmovisiones que con inteligencia, lucidez y educación pueden discrepar entre sí e incluso disentir de la propia línea editorial. Ahí están para corroborarlo, las colaboraciones de Rafael Sánchez Ferlosio, Carlos Rodríguez Braun y Álvaro Delgado Gal, tan provocadoras como brillantes, y por lo mismo banderas de la pluralidad de ABC. Sin embargo, en el suplemento Alfa y Omega -donde a menudo leo artículos igualmente valientes y razonables- -existe un recuadro apócrifo que le hace un flaco favor a cuantos defienden con su firma los valores de la iglesia católica, denigrando de paso la memoria del poeta Gonzalo de Berceo. ¿Qué necesidad hay de esconderse detrás de un seudónimo, cuando además se presume de estar en posesión de la verdad? ¿No sería más honesto firmar esas opiniones, tal como hacen los demás colaboradores de Alfa y Omega No veo nada de malo en criticar al gobierno de Zapatero, en denunciar los atropellos perpetrados contra la Iglesia y en zaherir al PSOE y sus aliados. Quizás me sorprenda un poco más que el anónimo escribidor la emprenda a veces contra Jon Juaristi, Fernando Savater, Edurne Uriarte o Mario Vargas Llosa. Pero lo que me ha movido a redactar estas líneas es que haya descalificado a la enciclopedia escolar de un medio de la competencia por asegurar que La Tierra, el sol y los otros astros del sistema solar se formaron a partir de una nebulosa de gas y polvo ¿Qué debería decir una enciclopedia escolar entonces? ¿Lo mismo que dice el Génesis? Ahora que los niños vuelven al colegio en un contexto de acoso contra los centros concertados católicos, justo ahora que tantos millones de católicos se sienten discriminados por la administración socialista, y precisamente ahora que algunos intelectuales católicos le están echando un pulso al establishment light- co lo último que hacía falta era que apareciera un aprócrifo defensor del fundamentalismo bíblico para hacerle un favor a los enemigos de la fe. ¿O acaso hay que eliminar de las enciclopedias a Galileo, a Darwin y al Hombre de Atapuerca? De mis maestros jesuitas aprendí que la fe no debe temerle jamás ni a la razón, ni al conocimiento, ni a las evidencias científicas. Y si uno tiene fe y razón, tampoco debería tener miedo de firmar una opinión. www. fernandoiwasaki. com

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.