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ABC MADRID 14-08-2005 página 96
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  • EdiciónABC, MADRID
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96 Los Veranos DOMINGO 14 8 2005 ABC EL RUMOR DE LA FRONTERA El luciferino Roy Bean, conocido como la ley al oeste del Pecos y al que John Huston retrató en El juez de la horca paseó sus desamores con la actriz inglesa Lily Langtry por estas tierras que lindan con el imponente parque Big Bend Al oeste del Pecos TEXTO: ALFONSO ARMADA FOTOS: CORINA ARRANZ cos irrumpe con la aureola de la infancia y las películas de vaqueros a los pies de la carretera federal número 90. Sus aguas se mezclan con las del río Grande sin alharacas en uno de esos parajes de antigua belleza acentuada por la soledad del amanecer. El viento peina un río que lame un acantilado de cien millones de años y deslíe una silueta de puente que parece caligrafía. Levantado en 1959, en vez de herir el paisaje lo congrega. Es un puente alegoría, sobre todo cuando proyecta su sombra de paisajista chino sobre la fisonomía líquida del río, que a pesar de su caudal se expresa en susurros. Todo lo contrario del juez Roy Bean, la ley al oeste del Pecos con su libraco y su forma de hacer justicia en su saloon de Langtry, hoy reducto para la memoria del salvaje oeste atizada por la astucia de Hollywood. La frase que acuñó su fama la pronunció tras amenazar a un leguleyo con colgarle junto a su cliente. Entre sus celebradas sentencias, hizo época la relativa a diez obreros que cayeron al vacío mientras construían un puente sobre el Pecos, antepasado del actual. El ElPe juez dio por muerta a toda la cuadrilla y cuando intentaron persuadirle de que tres coleaban, dijo que tarde o temprano acabarían estirando la pata y que en cualquier caso no pensaba volver a hacer el endiablado camino desde Langtry a lomos de su mula. ticipar en duelo, casó en San Antonio con Virginia Chávez y engendró cuatro hijos. Regresó al oeste tras divorciarse. Tras ser nombrado juez de paz por el sexto distrito del condado de Pecos, en 1882 trasladó su local a Nido del Águila, rebautizado Langtry en honor a un ingeniero de los ferrocarriles. Todo está en orden. Sucursal del infierno No ha habido ningún asesinaEn su momento de esplendor, to en las últimas cuatro hocuando la fiebre del oro y ras comentó. Mostró su devootros viles metales atrajo a ción por la actriz británica Liuna pléyade de buscavidas, enlie Langtry llamando a su tre 800 y mil especies de almas saloon- juzgado Teallegaron a congregartro de la ópera The se en esta sucursal del infierno regida En su momen- Jersey Lilly. En una to de esplen- de sus amables notas por el luciferino Bean. Hoy son apenas dor, cuando la de rechazo a las insis 12 las almas que par- fiebre del oro, tentes requisitorias ofreció padean. Junto al Langtry atrajo del juez, Lilymuniciuna fuente al saloon de negras paredes y la sala de bi- a una pléyade pio, a lo que Bean rede buscavi- plicó: Sería un desllar donde impartía perdicio. Lo único su ley, se exhibe un redas que la gente de Langvólver Smith Westry precisamente no son que le incautó a bebe es agua A la salida del un cadáver porque es un malpueblo se encuentra Langtry dito buen revólver y va contra Depot. Sirve gasolina y café, y la ley portar armas, sobre todo sería fantasioso llamarle bar, tratándose de un muerto Naaunque avisa: Cargar armas cido en torno a 1835, huyó de sin licencia aquí es una feloMéxico tras haber matado a nía con una pena máxima de un hombre, abrió saloon en 10 años de cárcel y una multa San Diego, penó cárcel por par- Teatro, Ayuntamiento y Juzgado de Roy Bean en Langtry (Texas) guardacostas, no sienta nosde hasta 10.000 dólares talgia del mar. Antes de alejarse de los afaNos adentramos por fin en nes y azares del mundo en el la Apachería, que es como los parque natural del Big Bend, españoles denominaban a esvale la pena hacer una escala tas tierras de los indios. Los en Alpine y visitar su museo fieros mescaleros vivían en el de la Gran Curva con su concorazón del Big Bend, los monservador, Matt Walter. Allí se tes Chisos. Uno de los espaevocan figuras como la de Cacios naturales más bellos, exbeza de Vaca, primer europeo tensos y desconocidos en recorrer esas tiede Estados Unidos tierras después de que Osos, leo- ne forma de cuña: la en 1528 naufragara en la costa texana, y nes, serpien- que el río Grande forla de John B. Stettes, jabalíes, ma constreñido por son, quien puso grandes lie- única zona de contacto entre las dos cordillerumbo al oeste para aliviar su tuberculo- bres america- ras madres del paíssis. Antes de aproxi- nas e irónicos continente: las montamarse al pico Pike correcaminos ñas Rocosas y los Apase hizo un sombrero aquí son los laches. El curvo curso que aquí adopta el río a medida para papropietarios no fue cartografiado liar el sol texano. hasta que a mediados Cuando recuperó la del XIX se trazó la linde entre salud y regresó a Filadelfia, México y Estados Unidos. Si empezó a fabricar su Jefe de alguien piensa que vida y delos Llanos y el Stetson se hizo sierto son antónimos, en estas tan famoso como el Winchestierras de sobria belleza yace ter de repetición. el más soberano de los desEl museo atesora fósiles mamentidos. La variedad de planrinos recogidos en una región tas en los llanos y planicies que en su pasado remoto estuque preceden a cumbres que, vo cubierta por las aguas del a veces, parecen imitar a las océano, lo que quizá explique grandes figuras de la isla de por qué Walter, que sirvió duPascua, otras a formidables rante años en el servicio de Montañas orejas de mula del parque nacional Big Bend

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