ABC MADRID 17-07-2005 página 62
- EdiciónABC, MADRID
- Página62
- Fecha de publicación17/07/2005
- ID0004928050
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62 Los domingos DOMINGO 17 7 2005 ABC LOS RETOS DE OCCIDENTE (Viene de la página anterior) En efecto, después de siglos dedicados a separar a la religión de la política para lograr la convivencia de todos los credos, la pregunta a la que los europeos no tenemos respuesta es ¿cómo se produce el tránsito de un Islam moderado e introvertido al fanatismo de la violencia suicida? Los servicios franceses de inteligencia tienen un método para conjeturar acerca del número de posibles activistas violentos en una colectividad islámica. Por regla general, este cálculo está basado en el principio de que en un grupo dado de musulmanes, un 5 por ciento se puede considerar como extremista. Y de éstos, entre un 3 y un 5 por ciento podían ser peligrosos. En el caso de Francia, para casi seis millones de musulmanes, puede haber 9.000 potencialmente agresivos. En España los cálculos hablan de entre 700 y 1.200. Según esta misma fórmula, en toda la Unión Europea podrían ser entre 21.000 y 35.000. El responsable de la coordinación antiterrorista en la UE, el holandés Gijs de Vries, tiene bajo su mando una célula de análisis (SITCEN) en la que los expertos de los 25 países analizan las amenazas exteriores e interiores, con la intención de obtener una imagen general de la situación. Uno de los elementos fundamentales de ese trabajo es, por ejemplo, el seguimiento de los viajes que hacen musulmanes europeos a países como Pakistán u otros que se sabe positivamente que están yendo a Irak para unirse a los grupos terroristas que actúan allí. El número de personas que emprenden estas comprometidas peregrinaciones es secreto, pero según el propio De Vries, no sería insignificante. En cuanto a nuestros vecinos más próximos, después de casi una década de conflicto civil en Argelia, el Grupo Islámico Armado (GIA) o los restos del Frente Islámico de Salvación (FIS) se han desvanecido. Los expertos apuntan ahora directamente a Marruecos, al Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM, autor de los atentados de Madrid) como el foco de amenaza más importante para Europa. Expertos como Moniquet consideran que a pesar de las detenciones en España, Francia, Bélgica o Alemania, el GICM sigue siendo un peligro latente y que si en Marruecos no se realizan las reformas necesarias para luchar decididamente contra el terrorismo, lamentablemente las consecuencias se verán en el Viejo Continente Desde luego, los acontecimientos que se produzcan en Marruecos en los próximos años tendrán una influencia clara en Europa En cuanto al retrato del eventual combatiente no difiere mucho de lo que hemos descubierto en el atentado de Londres. Jóvenes de segunda o tercera generación, nacidos en Europa, parcialmente integrados, que conocen bien el país donde actúan y que por ello son muy difíciles de detectar, mientras que a ellos les resultará relativamente fácil moverse en un mundo que conocen perfectamente. Según Moiniquet deberemos hacer frente a una nueva situación basada en jóvenes estructurados en redes informales, que pueden servir de apoyo a organizaciones internacionales más estructuradas o- -como en Londres- -pueden optar por lanzar su propia yihad Por ahora es solamente información, pero poco a poco la situación lleva a las sociedades europeas al debate sobre cuántos valores de la libertad estamos dispuestos a pagar para mantener la seguridad. Por ejemplo, al día siguiente de los atentados de Londres, el Gobierno francés optó por restablecer parcialmente controles fronterizos, porque como dijo Sarkozy, no tengo más remedio que constatar que después de Nueva York vino Madrid, y después de Madrid, Londres. No se quién es el siguiente de la lista, pero aunque el riesgo cero no existe, estoy obligado a actuar antes de que lo hagan los asesinos Hasta ahora, todos los ciudadanos han aceptado de buen grado las incomodidades que se han introducido en los viajes, en los controles de seguridad de los aeropuertos y las estaciones de tren, por no hablar de la silenciosa vigilancia de cientos de miles de cámaras de televisión que escrutan nuestras vidas. El comisario europeo de Interior, Franco Fratini, lo tiene muy claro: La seguridad también es un derecho, seguramente el primero, porque sin seguridad los demás derechos no se pueden ejercer. Sin seguridad no podemos viajar, no podemos vivir donde queramos, sin seguridad no hay sociedad libre Un grupo de fieles honra a las víctimas del 7- J en la Mezquita Central de Londres. La islamofobia ya se ha hecho patente en diversos altercados