ABC MADRID 30-05-2005 página 5
- EdiciónABC, MADRID
- Página5
- Fecha de publicación30/05/2005
- ID0004922608
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ABC LUNES 30 5 2005 Opinión 5 ESCENAS POLÍTICAS ENTRE EL OUI Y EL NON SCRIBO estas letras mientras las penúltimas papeletas del referéndum francés caen en las urnas de París, que son las más tardías en cerrar. Aún no tengo noticias oficiales acerca de lo que puede salir de esas urnas tan esperadas y con tanta zozobra. Pero dicen que los primeros sondeos anuncian un leve triunfo del non En las últimas horas antes de la votación, los augures predecían un ligero repunte del oui Sin embargo, parece que los votantes más madrugadores se han levantado de la cama con el non entre ceja y ceja. Al final, Europa tendrá que salir de una urna francesa. El caso es que llegados los franceses a este punto de equilibrio entre el oui y el non el resultado ya JAIME no puede ser relevante o CAMPMANY significativo. La mitad de Francia está con la Constitución europea y la otra mitad la rechaza expresamente. Esta división de la cara Lutecia no es un buen augurio para el porvenir de la nueva Europa de los 25 y con Turquía esperando en la puerta. Ya sé que algunos países y varios millones de europeos han dicho ya sí en diferentes idiomas a la Constitución, redactada precisamente por un francés, pero una Europa con Francia partida por gala en dos no es una Europa firme ni segura, sino un hermoso proyecto que camina por la cuerda floja. Aun suponiendo a estas horas del referéndum que el escrutinio arroje una victoria del oui sería una victoria manca, una victoria sin alas, porque un referéndum ganado por un puñado de votos es en la práctica un referéndum casi perdido, un triunfo con sabor a derrota. Los referenda hay que ganarlos arrollando, por no decir como los ganaba Franco, con Alonso Vega en el Ministerio, con más síes que votantes censados. Todo lo que no sea eso es igual a perder. El referéndum español, con ser suficiente, anuncia el principio de la decadencia electoral de ZP. Al tiempo. Porque España quiso ser adelantada en el sí por obra, gracia y vanidad de Zapatero. Este entusiasta Zapatero nuestro quiso ser el primero en dar el dulce sí a la nueva Europa y dar ejemplo aFrancia, Alemania e Italia, fundadoras del invento, y tirar de ellas hacia el destino de la gran Unión. Y si Aznar se había retratado en las Azores con Bush y Blair, llega Zapatero y se pone a la cabeza de Europa con Chirac y Schröder. Si el uno se pone a mirar hacia América, el otro se echa en brazos de Europa. Para algunos ilustres estadistas la política consiste en hacer todo lo contrario de lo que ha hecho su antecesor. Además, que aquí, en estos páramos, el más tonto hace relojes, y dicen que quien a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija, aunque hay veces que ese tiro sale por la culata. Verbigracia. Total, que en definitiva lo que haya salido en Francia no nos sirve para mucho porque será o un non o un casi non es decir, un oui por los pelos, y con ese sí francés, tan precario y escuchimizado, no se llega muy lejos en la construcción de la gran Europa. Y al final dirán los franceses que la culpa de su voto la tiene Zapatero y le pondrán fama de gafe. E MANIFESTACIONES DE FACHAS OMO todo el mundo sabe, en España se celebran dos tipos de manifestaciones: las que se convocan, auspician o promueven desde la izquierda y las manifestaciones de fachas. Para que una manifestación sea considerada de fachas ni siquiera es preciso que sea convocada, auspiciada o promovida desde la derecha; basta con que la izquierda decida no acogerla bajo su benéfica égida. Naturalmente, si usted participa en una manifestación bendecida por la izquierda se convierte ipso facto en un dechado de virtudes cívicas; si, por el contrario, se le ocurre participar en una manifestación que no cuente con su nihil obstat, engrosa automáticamente la hez social. En una manifestación bendecida por la izquierda, usted puede enarbolar banderas preconstitucionales sin rebozo, puede corear consignas energúmenas y extrañas a la convocatoria; también JUAN MANUEL puede desfogarse vituperando a DE PRADA cualquier político conservador que se le pase por las mientes, apedrear las sedes de su partido y hasta liarse a mamporros con cualquier despistado señor de derechas que pase por allí. En cambio, en una manifestación que no haya sido bendecida por la izquierda dará exactamente igual que usted no enarbole banderas preconstitucionales, dará exactamente igual que se limite a corear consignas respetuosas y congruentes con la convocatoria, dará exactamente igual que se comporte intachablemente y que el vituperio no ensucie sus labios; incluso se arriesga a que a la mañana siguiente le envíen unos policías a casa, acusándole de alguna violencia fantasmagórica. Y es que, por el mero hecho de participar en una manifestación que no ha sido bendecida por la izquierda, usted se ha convertido en un facha irredento, nostálgico de la caverna, a quien conviene señalar con el dedo y colgar el sambenito de indeseable. C De nada servirán los llamamientos de las organizaciones que convocan la manifestación del próximo día 4 de junio: aunque sea más pacífica que la procesión del Corpus (otra manifestación de fachas, por cierto) aunque ninguno de los asistentes ostente símbolos franquistas, no variará su calificación. Será una manifestación de fachas, porque así lo ha decidido la izquierda, que es quien reparte discrecionalmente bulas y anatemas en el cotarro nacional. La izquierda ha logrado investirse de una suerte de supremacía moral casi que nadie discute (y quien se atreve a hacerlo es inmediatamente tildado de facha) o, si se prefiere, ha logrado trasladar sobre quien no se aviene a comulgar con sus postulados (ni siquiera hace falta que se trate estrictamente de un adversario político) una conciencia de pecado original, una culpa ontológica que nunca logrará sacudirse, por mucho que se empeñe. Este chollo ideológico de la izquierda, sustentado sobre un maniqueísmo grosero, admite expresiones rocambolescas que no soportan el análisis racional. Así, por ejemplo, para Gaspar Llamazares, el mero hecho de que Rajoy haya decidido acudir a título personal a la manifestación evidencia que desea rentabilizarla De nada sirve que la facción política que capitanea Rajoy haya concedido a sus militantes libertad absoluta para participar o abstenerse de hacerlo: al tratarse de una manifestación de fachas, esto es, no bendecida desde la izquierda, se presume que la derecha manipuladora la utiliza para crispar. Por supuesto, las manifestaciones promovidas en fechas recientes desde la izquierda eran muestras espontáneas de la sacrosanta voluntad popular. Estas son las reglas del juego. Si usted las acepta, se le concederá misericordiosamente la condición de ciudadano respetable; de lo contrario, será expulsado a las tinieblas exteriores. Comulgue con ruedas de molino, hombre, y quédese en casita, mientras los fachas desfilan por las calles.