ABC MADRID 02-10-2003 página 24
- EdiciónABC, MADRID
- Página24
- Fecha de publicación02/10/2003
- ID0004857309
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24 Internacional JUEVES 2 10 2003 ABC Una creciente mayoría de californianos, a favor de cesar al gobernador Davis P. R. WASHINGTON. A menos de una semana de las realmente extraordinarias elecciones convocadas en California, una clara mayoría de votantes se declara a favor de recusar al gobernador Gray Davis. Pese a que el desacreditado líder está recibiendo todo el apoyo posible de la cúpula del Partido Demócrata- -empezando por Bill Clinton y todos sus correligionarios con aspiraciones presidenciales- la última gran encuesta publicada ayer por Los Ángeles Times confirma un final forzado para el gobernador al que se responsabiliza del astronómico déficit acumulado por las arcas publicas del mayor Estado de la Unión. Junto a un 56 por ciento de californianos a favor de recusar al gobernador Davis, también se confirma el avance imparable de Arnold Schwarzenegger. Pese a las dudas iniciales sobre su candidatura, el actor cada vez resulta más popular entre sectores decisivos del electorado como independientes, mujeres o jubilados. Frente a políticos profesionales como el demócrata Cruz Bustamante o el republicano Tom McClintock, Terminator cuenta con un 40 por ciento de intención de voto para unas elecciones que no requieren mayoría absoluta. Ante este panorama, la más conocida de las candidatas independientes- -la columnista Arianna Huffington- -ha optado por anunciar su salida de esta batalla electoral. Esta tertuliana profesional, nacida en Atenas, ha recomendado a sus limitados seguidores que como mal menor voten a favor de Gray Davis con tal de evitar una potencial victoria del Partido Republicano. La retirada de Huffington podría aumentar las posibilidades del candidato alternativo de los demócratas, el teniente gobernador Bustamante. Los demócratas buscan en el caso de la espía una baza electoral contra Bush Insisten en la gravedad del escándalo frente a los pecadillos de Clinton b El presidente Bush ha recalcado que él es el primer interesado en conocer la verdad: Si hay una gotera en mi Gobierno, quiero saber quién ha sido PEDRO RODRÍGUEZ. CORRESPONSAL WASHINGTON. ¿Quién ha desenmascarado a la agente de la CIA Valerie Plame? Aunque las filtraciones a la Prensa forman parte del modus operandi habitual de Washington, la enrevesada historia de la espía, el embajador disidente y un vengativo alto cargo de la Administración Bush ocupa ya la pista central de la política de Estados Unidos, que vuelve a recuperar a marchas forzadas toda la virulencia partidista enmudecida por el 11- S. Para perjuicio de la Casa Blanca, el escándalo se mezcla con la difícil posguerra en Irak y la creciente vulnerabilidad del presidente norteamericano en las encuestas de intención de voto para un segundo mandato. El Partido Demócrata, tanto a través de sus precandidatos presidenciales como a través de sus líderes parlamentarios, exige con vehemencia una investigación independiente con el mismo rigor aplicado en su momento al presidente Clinton. De acuerdo a la oposición, los pecadillos del marido de Hillary no tienen ni comparación con la irresponsabilidad acumulada por la Casa Blanca en materia de seguridad nacional. Frente donde la Administración Bush ha venido manteniendo la iniciativa política y un gran respaldo popular hasta la complicada posguerra de Irak. La filtración, que los demócratas claramente aspiran a utilizar como baza electoral, ha colocado al presidente Bush en la difícil posición de tener que dar la bienvenida a una pesquisa en toda regla del Departamento de Justicia sobre las actividades de la Casa Blanca. Poniendo distancia con el escándalo, el líder norteamericano ha recalca- George W. Bush junto a su asesor electoral, el sospechoso Karl Rove do que él es el primer interesado en conocer la verdad: Si hay una gotera en mi Gobierno, quiero saber quién ha sido. Y si esa persona ha violado la ley, habrá que tomar cartas en el asunto AP Trama de acoso al Gobierno Frente a este público deseo de transparencia, los republicanos han empezado a explicar este caso como una interesada trama de acoso al Gobierno. Valerie Plame- -de cuarenta años, madre de gemelos y ahora destinada en Washington- -es la esposa del ex diplomático Joseph C. Wilson, nombrado embajador durante la Administración Clinton y un destacado crítico de los argumentos utilizados por la Casa Blanca para usar la fuerza contra Irak. La identificación de su tercera esposa como una agente de la CIA especializada en armas de destrucción masiva ha sido presentada por Wilson como una venganza orquestada por un alto cargo de la Administración Bush. La revelación fue publicada el pasa- do mes de julio en varios periódicos por el columnista Robert Novak, de conocido ideario derechista y que en su colaboración periodística venía acusar al matrimonio Wilson- Plame de nepotismo. Días antes, el embajador Wilson- -que ahora trabaja como consultor y activista del Partido Demócratahabía publicado un artículo en el New York Times en el que se acusaba a la Administración Bush de retorcer informes de inteligencia para atribuir a Sadam armas de destrucción masiva. Wilson ha atribuido esta vendetta familiar a Karl Rove, el principal asesor electoral del presidente Bush quien ha negado categóricamente ser el origen de esa maniobra. Otras sospechas se centran en el equipo del vicepresidente Cheney. Con todo, el escándalo parece encajar en la batalla burocrática desatada dentro del Gobierno de Estados Unidos sobre los falsos indicios que acusaban a Sadam Husein de intentar comprar uranio en África.