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ABC MADRID 22-11-2002 página 52
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  • EdiciónABC, MADRID
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52 VIERNES 22 11 2002 ABC Cultura y espectáculos JOSÉ LUIS LÓPEZ VÁZQUEZ Actor Empecé a destacar a los 40, porque era un ser insignificante que no podía ser galán MADRID. José Luis López Vázquez (Madrid, 1922) mereció ayer el premio Nacional de Teatro que otorga el Ministerio de Cultura. Un galardón que se añade a los muchísimos- creo que han sido demasiados dice el actor- -que ha recibido en su vida, aunque considera que éste los corona todos. La noticia le causó satisfacción, aunque al enterarse de que había aspirantes como Tamayo o Perez Puig- y no es falsa modestia dice- -pensó que ambos han hecho tanto por el teatro, que lo merecían más que él. -Pero señor mío, ¿cuántos años lleva usted en los escenarios? -Desde 1939. Empecé en el TEU y allí lo aprendí todo de Modesto Higueras. Luego conecté con Luis Escobar, que un buen día quiso que le ayudase en un guión cinematográfico sobre La honradez de la cerradura de Benavente, la única película que dirigió. Fue premiado por el Sindicato del Espectáculo y pensé que algo me tocaba. Con el mundo del cine López Vázquez tenía por entonces una relación que entiende de tipo técnico porque diseñaba vestuarios. Luego, tan gran, tan enorme actor, se enroló para siempre en las filas que le llevaban ante los escenarios o las cámaras y de ello dan fe un sinfín de obras en un espléndido etcétera de popularidad y prestigio. Ayer ensayaba Cena para dos obra que estrenó en 1991 y que regresa a los escenarios para ir de gira por España. -Este trabajo a la altura de sus 80 años, aunque sean maravillosos... -De maravilla, nada. Lo ideal sería quedarse en los 60, aunque se siguieran cumpliendo más. -Pero usted no se ha jubilado. -Ya me gustaría jugar a las cartas con otros viejecitos, pero tengo dos hijas en edad universitaria y no me he hecho rico. ¿No ha ahorrado? -No lo he dilapidado, y se lo digo con la mano en el corazón. Ni he jugado, ni he sido borracho, ni me he ido con mujeres... Bueno con mujeres, sí, pero casado, enamorado. Pero la vida es más cara que lo que se gana. Esta profesión exige una apariencia, digamos de clase media, y no he pretendido ascender a más, porque yo venía de una clase baja, muy, muy modesta y me limité a aspirar a la clase inmediatamente superior. ¿No le ha tentado trepar? -No. Yo me he cuidado, pero no por coquetería, sino porque tenía que durar de la mejor manera posible. Era un ser insignificante. Me hubiera gusta- El actor que ayer mereció el premio Nacional de Teatro subió por vez primera a un escenario en 1939 y ayer todavía ensayaba en un escenario madrileño. Siempre artista Texto: TRINIDAD DE LEÓN- SOTELO Foto: EFE El actor, en junio de 2001, durante un homenaje en el Festival de Cine de Málaga José María González Cachero, premio Nacional de Circo a título póstumo ABC MADRID. El domador José María González Cachero Junior ha sido galardonado a título póstumo con el premio Nacional de Circo. Con él se ha querido reconocer la larga y fructífera labor circense que en el momento de su fallecimiento era el director del Circo Mundial. González Cachero Junior uno de los más prestigiosos domadores de animales de los últimos años en todo el mundo, falleció en marzo pasado, a la edad de 27 años, en un accidente de tráfico ocurrido en las cercanías de Madrid, en la localidad de Arganda, donde el Circo Mundial tiene situado su cuartel de invierno. En el jurado del premio estaban el payaso José Villa del Río Tonetti los empresarios Roberto Agudín, Sebastián Pérez Ortiz y Luis Rauly, y el funambulista Ángel Quirós. do tener, y lo digo sin envidia, la talla de Fernán Gómez o de Fernando Rey. Pero era un señor bajito que no podía ser galán. Empecé a destacar a los 40. ¿Prestigio o fama? -Lo primero, pero es difícil elegir. Todo es cuestión de suerte. ¿No merece lo que tiene? -Bueno, hay que estar preparado para cuando llega la suerte y yo lo estaba. -Desde la vejez ¿o prefiere tercera edad? -No, no, eso es un modismo raro para dorar la vejez. Lo que me parece más bonito es decir los mayores, porque mayor ya soy. -Como persona que ha vivido 80 años, ¿a qué conclusión llega sobre la existencia? -He tenido suerte, porque creo que estoy tutelado por fuerzas superiores. ¿Dios? -Sí, sí, la predestinación es lo auténtico. Saber que mañana será lo que Dios quiera. -El ser humano, ¿se equivoca mucho? -Constantemente. Uno intenta rectificar, pero vuelve a errar, porque se confía, aunque, como yo, se sea desconfiado. Ahora perdono, pero no olvido, y lo hago de manera egoísta, para aprender, no por resentimiento. ¿Vive solo? -Sí, sí, lo prefiero. ¿A qué? -A vivir acompañado. ¿Aunque sea bien? -No suele ser. -Usted fue hijo de padres separados. -Mi padre desapareció cuando era yo un lactante. Luego le conocí, pero no entré en preguntas. -Usted ha fracasado en sus intentos de pareja, porque... -Me ha sido imposible lograr el aliento familiar y armónico del que carecí y que tanto he deseado. Debe ser algo predestinado. ¿Gana así en irresponsabilidad? -No, no es que me guste aceptar lo negativo, pero, a veces, no hay otra salida. Compadezco a quienes no creen, no aspiran. Sé que no dependo de mí mismo y pienso que quienes crean lo contrario deben vivir en algo más espantoso que la soledad. ¿Es la vida una representación? -A veces, sí. Uno está pendiente de los demás por egoísmo, por debilidad. Pero yo no me enveneno. -No me lo imagino jugando a las cartas con otros mayores. -No podría. Ni sé, ni me gusta.

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