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ABC MADRID 12-10-2001 página 48
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ABC MADRID 12-10-2001 página 48

  • EdiciónABC, MADRID
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48 NOBEL A UN VIAJERO DE LUCIDEZ INSOBORNABLE CULTURA VIERNES 12- 10- 2001 ABC l n escritor condenado a sentirse extranjero MADRID. ABC. Queremos tanto a Vidia C yidiadhar Surajpradad Nai a u l nació eil 17 de agosto de 1932 en Chaguanas, un pueblo de la isla de Trinidad, a la cual había emigrado su abuelo, un modesto brahmán hindú procedente del norte de la India, que se empleó en lina plantación dé azúcar. Su padre, quien tuyo otros seis hijos, fue periodista y escritor, y siempre lo animó a que sé- dedicara a las letras, poniéndole como ejemplo, al novelista británico D. H. Lawrence. El futuro escritor decidió a los II años que algún día abandonaría la isla caribeña que administraba Gran iBrétáña, día e llegó cuando, a los 17 años, le fue concedida xuia beca en la Universidad de Oxford para estudiar lengua y literatura inglesas, aimque ha, bríá. dé obtener en 1953 la licenciatura en Arte; En Gran Bretaña fijaría su! residencia en Wüthsire, una íocalidad de la campiña inglesa. En la década de los años 50, V. S. Naipaul ejerció el periodismo durante algún tiempo en la BBC, pero ha dedicado por completo su vida a la escrifura, convirtiendo sus viajes por todo el mundo en profesión de fe literaria. Escritor lúcido y atrabiliario, instalado en una melancólica extranjería: extranjero en Trinidad, extranjero en la India, extranjero en Gran Bretaña (como así se desprende de su conocida obra El enigma de la negada con la que alcanzó los primeros puestos de ventas en 1987) su afilada pliuna ha provocado nó pocas, controversias, muy especialmente en el mundo islámico al que ha criticado con. virulencia en Entre los creyentes Naipaul escribió su primera noiSfela mientras estudiaba en Oxford, aunque no fue publicada. Con Una casa para el señor Biswas en la que trazaba un retrato de su padre, cosechó, én 1961, reconocimiento literario en todo el mundo. Fruto de sus viajes, su literatura no se concreta; en cambio, en libros de viajes viaja a partir de un tema. Entre sus obras cabe destacar En un estado libre Un camino en el mundo: una historia India, imácivir lización herida El regreso dé Eva Perón La pérdida de El DoIkdo Los simuladores y El sanador místico que han traducido al espaiiol Círculo de Lectores, Seix Barral y Debate. A lo largo dé su trayectoria, Najpaalha sido merecedor de numerosas distinciones, como el premio del Editor, en 1971; el T. S. Eliot de Literatura Creativa, en 1986, y los doctorados honoris causa por las Universidades de Saint Andrew, Columbia, Cam- bridge, Londres y Oxford. onocí aVidiadhar Surajpradad Naipaul, Sir Vidia, a principio de los años 80, en un bar de la calle Vallehermoso, Madrid, de la mano de Manuel Leguitieche. Léelo, estoy seguro de que será el principio de ima hermosa amistad Entré de Ueno a leer El regreso de Eva Perón Los simuladores y Una casa paraMister Biswas un libro de reportajes viaje- ros (que había ido publicando en importantes periódicos de lengua inglesa, entre ellos en el New York Times y dos, nóvelas que editó Carlos Barral en Seix. Después leí, asombrado y sorprendido, Entre creyentes el viaje de Naipatü por ciertos países islámicos, entre ellos y precisamente Afganistán, bastante antes de que los talibán y los muláhs se hicieran con el. poder absoluto en ese país. En un viaje a la India, entre Boníbay y Delhi, devoré las más de 600 páginas de su In- día ante la irritante actitud de mis amigos de la Universidad Nehru cada vez que se me ociuría citar al escritor, en público. A esas alturas, y antes de leer El curandero místico los demoledores relatos de Miguel Street y. En un Estado libre La édida del Dorado y Un camino en el mundb ya mantenía con Sir Vidia una amistad tan cómplice como cercana gracias exclusivamente a sus libros, porque los escritores sabemos que nuestros verdaderos amigos son nuestros lectores. La escritura de Naipaul es una fantástica amalgama entre realidad, ficción, observación directa, documentación histórica, espíritu crítico a prueba de bombas y capacidad descriptiva extraordinaria libros. Sucede que la escritura de Naipaul es una fantástica amalgama entre realidad, ficción, observación directa, documentación histórica, espíritu crítico a prueba de bombas, capacidad descriptiva extraordinaria, olfato literario poco común, disciplina desconiunal, cuidado exquisito en la expresión y una extraña y favorable voluntad de no ceder ante más nada que. sí mismo y no casarse más que con sus propios criterios. Ese mestizaje, que caracteriza su escritura (y es el reflejo de su propio mestizaje vital) provoca en un lector común de nuestros pagos un rechazo casi inmediato, porque Naipaul es, sin duda, -políticamente in: correcto para el discursó intelectual dominante en Occidente; intelectualmente incorrecto para el discurso político dominante en Occidente y, sobre Naipaul es políticamente incorrecto para el discurso intelectual dominante; intelectualmente incorrecto para el discurso pplítico dominante en Oriente y el Tercer Mundo y religiosamente incorrectísimo Entonces y hasta ahora, cuando lo alcanza el Nobel con todos los prommciamientos hterarios favorables, y a pesar de que Constantino Bértolo decidió publicar desde hace un tiemBO en Debate lo mejor- -que es muchísimo- -del isleño de Trinidad, Sir Vidia es en España un perfecto desconocido, salvo para: quienes nos. hemos hecho sus amigos a través de la lectura de sus todo, en Oriente y el Tercer Mundo; y religiosamente incorrectísimo a la hora de definir los excesos y fanatismos, los mitos y las supersticiones contemporáneas por sus propios nombres y sin contemplaciones. Es, en fin, un escritor inconveniente digno de fatua para los fanáticos, un indio malvado y perverso que huye de la indigencia cultural y de la miseria política del Tercer Mundo para convertirse en V. S. Naipaul, azote de las mentiras de las ideologías esencialistas, viajero impertinente y uño de los. grandes escritores que proceden de los confines asiáticos y caribes del Imperio Británico, y que no echa para nada de menos esa lamentable manía de los primates ideológicos que imaginan el Tercer Mundo y sus cla ses dirigentes como un mero, universo sufrido y doliente, resultado exclusivo, de los abusos de lá política imperialista de Occidente. No me extraña que, en su ceguera de idiotas morales, muchos intelectuales occidentales, arqueólatras del Tercer Mundo que no han leído más de tres de sus páginas, y que todavía juegan a la falacia del buen salvaje, lo tilden de traidor y de feroz escritor reaccionario olvidado de sus raíces. Tristes tópicos y supersticiones folclóricas: no sé puede ocultar esa espléndida y molesta escritura ideológica de Naipaul con los dedos sucios de tantos charlatanes y escribidores niédiocres que se amparan en el montón porque, si la cabra tira al monte, ¿dónde. tirará el cabrón? Al. montón. Y la escritura de Naipaul, nada elitista sino todo lo contrario, detes- ta el montón y las cabras, surge y se produce desde la libertad individual y sus criterios nada cerrados, sino abiertos a la discusión y el debate; una escri- tura, en fin, la suya, qué no sólo se expresa explicando sino que sé expiica Un gran narrador idia Siva Naipaul: que nadie se Uame a engaño por nombres y apellido tan exóticos, que van precedidos por, el título de Sir. No se puede considerar a Naipaul como ün escritor de las colonias Cierto que nació en Trinidad, una. isla dejada de la mano de Dios, de ios dioses y dé Gran Bretaña; en el seno de una familia india e hindú, pero desde muy joven vivió y escribió en Gran Bretaña, donde nvmca ha dejado de ser extranjero. Como cualquier extranjero, como cualquier extrañado. Pero Naipaul es también un viajero, im escritor que ha recorrido muchos mundos, con la mirada cádida de quien quiere conocer, saber, con la mirada fría de quien quiere analizar y con la mirada del escritor que transforma jtodo el material que recoge en la narración. En definitiva, su mimdo es vtn mundo de narración, desde lo que. V podíamos considerar novelas históricas, como La pérdida de El Dorado y nótese la diferencia entre la búsqueda tradicional y la pérdida hasta Una casa para el señor Biswas o El sanador místico de próxima aparición, hasta sus libros de viajes, dé viajero más- bien, pasando por sus incm: siones, o como él mismo las denomina excursiones a los países islamizados, -que no árabes. Cviriosamente, Naipaul ha pro- clamado la muerte de la novela. Sin duda, la suya se trata de una concepción distinta del narrar, como puede verse en El enigma de lá Uegada por ejemplo. Ya sean novela, biografía, autobiografía, libro de viajes o relatos, ahí está el hecho: un gran narrador. Flora CASAS traductora de la obra de V. S. Naipaul al español Naipaul, en Amsterdam en 1991

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