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ABC MADRID 06-10-2001 página 3
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ABC MADRID 06-10-2001 página 3

  • EdiciónABC, MADRID
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ABC SÁBADO 6- 10- 2001 EDITADO POR DIARIO ABC FUNDADO EN 1903 SOCIEDAD LIMITADA POR DON TORCUATO LUGA DE TENA Afganistán desde el paso Khiber IS recuerdos de Pakistán, cuando lo recorrí hace dos años con un grupo de estudiosos de la antigüedad desde Karachi al paso Khiber y al valle de Swat, me hacen ver lo difícil de la posición del general Pervez Musharraf en estos, momentos. ¿Como no condenar la atrocidad, cómo no apoyar de un modo u otro a los Estados Unidos? Pero, ¿cómo un gobernante que busca hallar para su país un hueco en el mundo moderno puede navegar en un océano de fanatismo que ve al enemigo en la India y Estados Unidos, al amigo en los talibanes? Le ha echado valor al asunto. Hay en Pakistán una estructura de nación moderna, hoteles como los nuestros, gentes aproximadas a las nuestras. Y moderna tecnología. Y están las bellas huellas de los indios, los griegos, los budistas, los mongoles. Pero cuando uno Uega a Peshawar cambia el panorama. Recuerdo cuando llegamos al hotel y salían de una reunión que acababan de celebrar allí dos grupos nimierosos: uno de talibanes de Afganistán y otro de sus amigos de Pakistán. Todos con su imiforme de clérigos barbados, como en las fotografías, ninguna diferencia entre unos y otros. Nos escondieron en algún sitio. Y luego, subiendo al paso Khiber, rememorábamos a Alejandro, a los árabes y mongoles, a los pashto y a los británicos, cuyos fuertes pueden verse todavía. Allí, en las aldeas, se podía comprar abiertamente un kalashnikov por 60 dólares. Y toda clase de armas. Había pueblos de contrabandistas, camiones que circulaban con armas, droga, todo. ¡Camiones pintados con bellos paisajes, lagos, flores! ¡Y, entre tanto, las mujeres con su burka! Desde el paso Khiber se veía Afganistán. Ya nos habría gustado llegamos y ver los Budas ahora destruidos y Kandahar, la mal famada, que fue una Alejandría fundada por el mismísimo Alejandro y que coiiserva inscripciones griegas plantadas por el Rey indio Asoka. El griego seguía vivo. La verdad es que Estados Unidos se encuentra ante ima situación difícil; y los gobernante árabes que tratan de navegar entre el Islam y la modernidad, también. Algo importante han de hacer los primeros: no pueden tolerar ser el hazmerreír del terrorista. Y de alguna manera han de salvar el futuro de sus naciones los segundos. Requiere valor y habilidad. Pues la cuestión bien cruda es la siguiente. Existe un sector del Islam, solo un sector, pero poderoso, que está a la ofensiva. Se siente acosado (sus rivales se sienten acosados a su vez) Esto lo estamos viviendo día a día. En Bosnia y Serbia, donde las cosas tenían dos aspectos, no eran buenos los musuhnanes y albaneses y malos los eslavos, como dictaminaron los americanos: era una guerra, sigue en Macedonia. Y en Palestma, donde los judíos, en un momento, ofrecieron ceder incluso la explanada del templo: Arafat no aceptó o no le dejaron aceptar, tenían en marcha la intifada. En Chechenia. ¿Para qué hablar de Irak, donde Bush padre dejó las cosas como estaban, casi? Y de Irán y Afganistán y Pakistán y Sudán y Filipinas. Siempre el mismo choque entre los musulmanes y los que no lo son: M: los primeros a la ofensiva, los segundos responden. Claro que es cuestión de perspectiva: para Occidente el Islam, incluidos los turcos, fueron los invasores, el verdadero enemigo. Ellos lo ven de otro modo, desde una fecha más reciente: cuando expulsamos a los árabes de España y luego franceses, españoles, ingleses e italianos dominaron Marruecos, Túnez, Argelia, Libia, Egipto, Siria, Irak, Ahora fueron ellos los oprimidos. Pero más tarde- hubo otro giro: los árabes se liberaron de El terrorismo es un fenóníeno susceptible de agravarse si es atacado indiscriminadamente todos esos europeos, también en otros lugares de turcos y de indios. Después de esto, los más de sus pueblos han aspirado a la convivencia, al progreso, a temperar las exigencias religiosas. O al menos es lo que han intentado las clases más acomodadas y cultas. Pero frente a ellas está la punta de lanza de los fanáticos, los que quieren proseguir la lucha contra sus vecinos cristianos o judíos o indios o filipinos. Y ahora la han llevado fuera, más lejos: a los Estados Unidos, vistos como el origen de los males. ¿Cómo golpear a tantos centros, tan arropados por su sociedad o por parte de eUa, tan diferentes por lo demás? Pues unos son los teólogos fanáticos, otros los combatientes, otros los terroristas. Hay lazos entre ellos, por supuesto: los límites son difusos. Y los que son diferentes, los que intentan una política pacífica, están en riesgo. Gobiernos como el de Egipto tienen que luchar, Evite los robps ALARMA PISO- NEGOCIO- CHALET Intervención de la Policía. SIN CABLES SIN OBRAS p P Desde PTAS DIA ellos también, con el terrorismo. Yo lo he visitado con una especie de convoy multar. Y recuerden los problemas de Argelia, de Marruecos, del propio Pakistán, por el que comencé. Esta es la situación. El problema es que estas minorías violentas, por otra parte en circunstancias muy diferentes, se sienten arropadas. Viven como pez en el agua en sus naciones, hacenfigurade héroes ante los gobiernos occidentalizados. Estos se permiten, paradoja, gestos antioccidentales, ahí está Marruecos. Por otra parte, todos los musulmanes, hasta los que quieren el progreso, se ven amenazados por él: disuelve la tradición religiosa y social según ellos la conciben. El Cristianismo ha absorbido el antiguo Humanismo, el Liberalismo, el Socialismo, ha cedido el paso a una sociedad casi laica: el Islam apenas. Ahora mismo, sus emigrantes no se dejan asimilar. No creo que sea posible hoy erradicar todos los grupos terroristas: los que dicen que contestan a otro terror y los que exportan el terror fuera. Son, sin duda, organizaciones laxamente unidas, sin un centro susceptible de ser extirpado. Y se agarran fuertemente a argumentos victimistas, verdaderos o no, pero que muchos, aun los pacíficos, aceptan. Por ello, el terrorismo es un cáncer susceptible de agravarse si es atacado indiscriminadamente en todas partes: ello le atrae amigos. Pero no se lo puede tolerar, dejar que crezca. Este es el problema. Escila y Caribdis. Algunos golpes, ciertamente, va a recibir. Sería bueno que fueran los necesarios para quitar a los demás las ganas de seguir el peligroso juego: no indiscriminados. El ideal sería lograr que golpes bien precisos y medidos, más el impacto de la brutalidad que todos hemos visto, contribuyeran a romper ese tejido de connivencias y comprensiones de que hablo, en vez de hacerlo más fuerte; Aislar a los asesinos, quitarles sus ilusiones y sus mitos, hacer que dejen el paso a los que estén dispuestos a aceptar compromisos entre su tradición y nuestro mundo. Hacer que estos dejen su miedo, que distingan entre lo aceptable y lo inaceptable. Porque también ellos se juegan mu- cho. En suma, el objetivo debería ser el contrario del de los terroristas: aislarlos de la masa de su pueblo. Hacer que sean vistos como lo que son, no como héroes. Pequeños grupos, ínfimas minorías insertas en un clima de complicidad por una mezcla de razones, rencores y mitos, han sido capaces, muchas veces, de originar terribles explosiones. Esta es la historia de tantas revoluciones, esta de ahora incluida. Porque es una revolución más que una guerra, aunque genere guerras. Situación delicada la de quienes han de jugar sus bazas: Estados Unidos, Europa, el mundo árabe, los demás. Pueden reconstruir un equüibrio, si proceden con tino, o pueden desequilibrar aún más las cosas, en el caso contrario. Este problema ya se veía en Pakistán y en tantos sitios hace años. Ahora es más claro todavía. FRANCISCO R O D M G U E Z ADRADOS 902 366 366 de la Real Academia Española

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