ABC MADRID 26-08-2000 página 68

68 SÁBADO 26- 8- 2000 ABC gente de verano Vacas, vacas, vacas SALZBURGO. Juan Antonio Llórente I ara sorpresa de propios y fo e ráneos, Salzburgo se ha llenado de vacas. Si hay un animal con el que hasta ahora se relacionase a Salzburgo, ese no era otro que el caballo. La ciudad austríaca donde Mozart vio la luz, esconde uno detrás casi de cada esquina. Centrando algún muro principal o presidiendo las fuentes que adornan las plazas más monumentales, siempre hay im caballo: cherchez le cheval Se pueden encontrar incluso vivos y coleando, mientras tiran de los pintorescos flacres cargados de turistas cámara en ristre, ha- c ciendo soñar con el cascabeleo de sus pezuñas en el empedrado a los melancólicos, alegrando con su vista a niños y mayores y ofendiendo- -todo hay que decirlo- con sus imprevisibles regalos fisiológicos, que im servicio especial de limpieza se encarga de retirar con relativa prontitud, a las pituitarias de los más sensibles. Caballos, caballos, caballos... Pero este festival- -el calendario de Salzburgo se rige por las convocatorias musicales de verano- -la ciudad se ha cubier- to de vacas. Las hay de todo tipo, locas- -o, como poco, enloquecidas- -en la mayoría de los casos. Vacas cubistas, vacas de oro, vacas recién salidas de la peluquería más hortera, vacas forradas por im émxilo de Gaudí, con el cuerpo cubierto por rutilantes espejos o por romáticos granos de café. Se las puede ver por las calles, compartiendo las aceras con las bicicletas, y en los parques, incapaces de digerir con su panza, cuajar, libro y redecilla de plástico, ni una sola brizna de hierba. Vacas en todas las actituX des, sentadas, atravesando escaparates o descendiendo, refulgentes de alhajas, la pared de la joyería más importante de la ciudad como si acabasen de consumar con éxito un robo con escalo. Vacas- faUa- valenciana, críticas con políticos y personajillos en sus lomos, pidiendo a voces ser quemados, vacas tatuadas, atravesadas por piercings en sus zonas más sensibles; vacas hibridadas con ciervos, creyéndose coches de lujo o mapas de la ciudad... así hasta Uegar a 160 variedades distintas. Vacas que ya han sido inmortalizadas en las postales que, por millones, los visitantes se encargarán de diseminar por los cinco continentes. Nadie, ni los más ancianos, y esta es tierra de longevos, recuerdan algo similar. Tienen noticia, eso sí, de que hace muchos, muchos años- -sin necesidad de remontarse a la historia bíblica de José y el Faraón- -cuando el dinero se deslizaba en las manos P: En esta edición del Festival de Salzburgo, la ciudad se ha llenado de vacas (arriba) esparcidas por todos los rincones por sugerencia de la vecina región del Tirol para incentivar el consumo de leche. Junto a estas líneas, un ejemplar del Asfalter la versión local de La Farola desde la que los saizburgueses sin techo sugieren la posibilidad de colocar un bozal a Mortier, responsable de la programación de música y teatro de los Príncipes- Arzobispos como la sal que les enriquecía por el río Salzach, uno de aquellos señores que levantaron la ciudad controlaba la posible llegada de invasores desde su fortaleza, coronando el Monschberg, por im toro que había mandado pintar de rojo, y que habría levantado las sospechas a los que las observaban desde arriba, de haberlas visto atacar a cualquier desconocido. Pero esta vez, el único toro está precisamente arriba, en la fortaleza, mientras las vacas pacen esparcidas por todos los rincones. La razón la podría explicar de un modo sencülo el Ayimtamiento salzburgués, que ha accedido a acogerlas en sus calles, por sugerencia de los productores de leche de la vecina región del Tirol, que pretenden de este modo familiarizar a los viandantes con los animalitos, y dar de paso xm empujón al consumo de productos lácteos. La idea no habría cundido de no haber contado con la complicidad de los dueños de 160 comercios, que han adquirido cada ejemplar vacimo fabricado en un material plástico endurecido, por 22.222 chelines (unas 250.000 pesetas) a condición de que un Eirtista nacionEd las decore con algún motivo que la relacione con su establecimiento. Un mes y medio después de que el Festival termine, las vacas serán subastadas, y el dinero obtenido se destinará a diversas instituciones benéficas. Aunque muchas se quedarán con sus actuales propietarios, que pretenden adoptarlas como pacíficos animales de compañía. Porque después de un trimestre de convivencia, todo el mimdo parece haberse encariñado con los coloridos rumiantes. Todo el mundo, menos Gérard Mortier, el director del Festival, que recientemente las calificaba de animales estúpidos tal vez ofendido por que, en m detalle que no pasa de ser broma simpática, se ha instalado frente al Grossesfestpielhaus buque insignia del Festival, ima Vaca de Troya algo que él ha debido tomar como ima mofa hacia el Caballo de Troya- -y volvemos a los caballos- emblema de la presente edición de su Festival. Algunos saizburgueses se han sentido a su vez molestos con la actitud de Mortier, como el colectivo de los sin techo que, bien por este motivo, o por cualquier otro que tuviesen enquistado, sugieren desde la portada de la última edición de Asfaltep) el equivalente local de La Farola la posibilidad de colocarle un bozal a Mortier, máximo responsable, hasta el próximo año, de la programación veraniega de música y teatro en la ciudad. L: