ABC MADRID 23-08-2000 página 71

ABC MIÉRCOLES 23- 8- 2000 71 España, de sol a sol en realidad no lo es, y basta franquear el umbral del Living Room para darse cuenta de que no, y de que si ésa era la justicia (la condenación eterna o el paraíso que nos estaban destinados únicamente a nosotros) apaga y vamonos. Alessandra es un cenador de ingenuidad. Se sorprende de que enseguida nos demos cuenta de que es italiana, pero posa con evidente talento para los negocios de la canción ligera. Le ilusiona salir en los papeles si para hablar de la noche se trata, pero ni un milímetro más allá. Y justo en esa orUla nos quedamos antes de volver a salir al aire químicamente impuro y pedirle al primer obrero del taxi que nos Ueve a MUady cuanto antes, sobre todo antes de que empiece a amanecer. Antes de salir, del hotel y poner los pies en el fango fresco de la noche de Marbella, él portero de noche ya nos ad: virtió que ella (la fotógrafa) no podría entrar en Müady. Por si cupiera alguna duda, los porteros la despejan. Voy directo al grano mientras eUa busca un ángulo agudo para fotografiar la casa de lenocinio más famosa de la ciudad. Dentro, lo imaginado y lo previsto: salones entelados, sofás rococó e indescifrables, espejos, cornucopias, una escalera que no Ueva a los servicios bar de copas y beldades de todas las razas esparcidas como para jugsir un Monopbly salvaje. Me siento junto a una de largas piernas y pechos asomados al alféizar de sí misma. No tengo mucho tiempo y rápidamente entramos en materia. Se Uama Nicole, es húngara y fría como un contable, Ueva tres semanas en Marbella: 50.000 por una hora en las habitaciones de arriba, 30.000 por media, todo incluido, incluido el cariño. Por una copa, 5.000 Le miento que tengo que telefonear y salgo a tomar el aire. Volamos hacia Olivia Valere, que como sabe todo el mundo en MarbeUa que sabe lo que es preciso saber para no tener que saber nada es la genuina reina de la noche Recibe como lo que es y explica que no, que no se ha cansado de tanta noche, que en su fábrica de jolgorio, discoteca- palacio, imitación en cartón piedra y cemento de verdad de la AUiambra en versión marbeUí, la gente viene a divertirse. Parece que sí, que las 7.000 púas de la entrada obligan a todo el mundo a divertirse como sea. Beldades y. equívocos están a la orden del día, pero es que la finísima película entre el alma y la piel, el cobro y el dividendo, el parecer modelo y aparentar actri 2, el ser y la nada, el acompañar por gusto y el acompañar por placer, el lo hago porque me gusta al lo hago porque me pagan es como piel de cebolla cuando la noche se despeña contra las rompientes del sueño nunca Uega a su hora. Empieza a ser muy tarde. Así desembocamos en el penúltimo antro de la noche. Son las siete de la mañana y el neón dice The Key pero los adictos y autodidactas no se andan con tantos fandangos y la tutean en cristiano: La Llave (entre La Llave, Olivia y Müady, todo sea dicho para orientación de pecadores y náufragos de la verdad, brUla con luz propia la espléndida mezquita de Marbella) En La Llave desembocan los ríos tardíos y los fracasos de tantas noches que van a dar a la mar, que es el morir. En ese aliviadero la cotización de la carne ha bajado varios enteros y el personal va de cami- A las autonombradas reinas de la noche les gusta cobrar como a todo hijo de vecino, para eso está el mercado, de la carne cero, caza y captiira: la pista de bañe es un auténtico cocedero de mariscos, donde árabes sin ningún tipo de remilgo y viejos y jóvenes del lugar que han venido a Marbella a ser ellos mismos lo son a cara descubierta. AHÍ enconframos a algunas de las bellezas de Müady, que han venido a dar a esta playa sudada y sin sombriUas, como la húngara picóle, que no quiere nada de fotos, ni de espaldas ni en escorzo. Es lo que pasa cuando te niegas a pagar, que no hay forma de lograr lo que te propones: desenmascarar uno de los ojos tuertos de la mentira sin perder un ojo de la cara. O pagas o nada. Como si en MarbeUa fuera como en ningima parte: Uegar y besar el santo, salir a la oscuridad y ver lo que por norma se sospecha, pero jamás se ve. No es de extrañar que tras tamaña caravana de mentiras la verdad resplandezca en la cafetería MarbeUa, abierta a las ocho de la mañana, cuando el cíelo es pura lejía y no hay forma de disimular el fracaso. Un indígena se pone ciego de tostadas de sobrasada con café mienfras un italiano intenta a toda costa Uevarse a la cama a una veraneante quizá de Murcia, quizá de Barcelona, quizá de La Coruña, quizá de quién sabe dónde, que se resiste con languidez porque tiene que hacer la colada Al Uegar al hotel es tan tarde que el portero de noche, a punto de irse a dormir, tuerce la boca compasivo y dice: Vaya horas me tiene dé Uegar Y con esa ciüpa y la colección de mentiras como una cometa mojada y rota, dormimos. el sueño de los justos sin saber muy bien si hemos hecho el pardiUo o si la noche de MarbeUa tiene algo que ver con esta pesadiUa. Alfonso ARMADA 0 L Fotos; Cerina Arranz Kika, a la puerta del Living Room