ABC MADRID 20-08-2000 página 26

26 INTERNACIONAL DOMINGO 20- 8- 2000 ABC. LA CARRERA HACIA LA CASA BLANCA Bush contra Gore: Comienza el espectáculo Las presidenciales de Estados Unidos se convierten en un contraste de personalidades y en la confrontación de dos visiones opuestas del poder del Estado WASHINGTON. Pedro Rodríguez corresponsal. T odos esos anarquistas y descontentos con el status quo político en Estados Unidos, que han intentado reventar con sus protestas callejeras las convenciones de Füadelfia y Los Ángeles, suelen calificar a republicanos y demócratas como vm nocivo duo- polio con los mismos intereses compartidos. Republicats es la palabreja que utUizan estos marginales activistas para destacar que George W. Bush y Al Gore son dos caras de la misma moneda. LA ANTÍTESIS UNO DEL OTRO Terminado el teatro político de las convenciones- -con mucha más forrha que fondo- republicanos y demócratas se aprestan a la tarea de seducir al electorado, sabiendo que la mejor manera de llegar a su corazón es a través de sus bolsillos. Junto a visiones radicalmente opuestas del papel de los poderes públicos, estas elecciones destacan también por el contraste abismal entre las personalidades de George W Bush y Al Gore. Sin embargo, las presidenciales de 2000 están muy lejos de ofrecer ima mera alternativa cromática entre gris oscuro y gris claro, empezando, por los propios candidatos presidenciales que no podrían tener personalidades más diferentes. Aunque son prodtictós privilegiados de dinastías políticas y no toleran que se les haga esperar, Bush y Gore son casi la antítesis perfecta el xmo del otro. Sirva cómo ilustración el detalle de cómo los dos han elegido su logotipo electoral. Gore, frustrado con los múltiples diseños sometidos a su consideración, ideó personalmente su insignia futiirista que recuerda al escudo de la NASA. En contraste, Bush, al recibir el boceto original de la imagen de su campaña, con sólidas letras y una patriótica bandera, se limitó a decir: Me parece bien La anécdota, filtrada por el New York Tunes pone en evidencia el estilo personal tan diferente que caracteriza a los dos hombres que se disputan la Presidencia de Estados Unidos. Gore, a lo Harry Truman, es un maniático de la información detallada, escribe sus discursos más importantes en xm ordenador portátil, intercambia continuos correos electrónicos con sus colaboradores a los que por regla general considera por debajo de su nivel intelectual y hasta toma personalmente decisiones logísticas como qué aviones y rutas le resultan más convenientes en sus constantes desplazamientos. En contraste, el gobernador Bush vive mucho más alejado de este mundo detallista y prefiere fijarse en la totalidad antes que repasar puntos y comas. Su estilo de Gobierno, desarrollado durante dos mandatos consecutivos en Texas, consiste en rodearse de un equipo de asesores con su absoluta confianza, reservándose la última palabra. Repasa sus discursos en papel haciendo mínimas correcciones con un rotulador y prefiere siempre im cara a cara que un impersonal correo electrónico. Y no tiene empacho en reconocer lagunas de conocimiento, lo que en opinión de sus ayudantes es xm saludable indicio de confianza. OBSESIÓN POR LA PRENSA Bush ha estado en campaña estos días en Tennessee, la tierra natal de Gore Gore, por el contrario, intenta leerse hasta la última referencia hacia su persona que se publica eñ la Prensa y considera im pecado imperdona- ble no tener la agenda del día abarrotada, como saben bien sus sacrificados ayudantes. Aún así, el vicepresidente insiste en no estar obsesionado con la minucia, para conjurar el regodeo que producía Cárter qué entre sus responsabilidades presidenciales incluyó controlar la pista de tenis de la Casa Blanca, decidiendo él quién jugaba y cuándo. George W. Bush se comporta más bien a lo Ronald Reagan, el gran santo patrón del Partido Republicano que nimca fue célebre por una agenda de trabajo estajanovista El go bernador de Texas confía en los dictámenes que le facilitan su equipo de asesores, Uegando a reducir las rexmiones para revisar penas de muerte a sólo quince minutos. Su pregun- LfNEAS FUNDAMENTALES DEL PROGRAMA ELECTORAL DEL REPUBLICANO GEORGE W. BUSH ABORTO: De forma consistente se opone al aborto pero deja saber que no lo prohibirá. PENA DE MUERTE: Firme partidario de la pena de muerte para criminales violentos, como demuestra su apabullante record de 138 ejecuciones firmadas como gobernador de Texas. DEFENSA: Promete una sustancial inversión en sueldos y tecnología avanzada para el Pentágono, empezando por un sistema nacional de defensa anti- misiles. SEGURIDAD SOCIAL: Abre la puerta para que se administre de forma privada una parte de los impuestos individuales con destino a jubilación. EDUCACIÓN: Quiere un limitado- aumento de los recursos públicos pero también propugna experimentos como el cheque- escolar para permitir el acceso a colegios privados de familias pobres. DERECHOS CIVILES: Rechaza la idea de imponer preferencias raciales o sistemas de cuotas a la hora de obtener determinados beneficios públicos. AGRICULTURA: Respalda que el sector esté regido por principios de economía de mercado. Insiste en el libre comercio internacional- empezando por la UE- como la mejor estrategia para aumentar los ingresos de los agricultores. IMPUESTOS: Quiere destinar un cuarto del superávit en las arcas federales, para financiar un masivo recorté de impuestos a todos los niveles, POLÍTICA MEDIOAMBIENTAL: Partidario de que estas responsabilidades se transfieran del gobierno federal a las administraciones estatales, con mayor, sensibilidad hacia intereses económicos. Rechaza el tratado de Kyoto contra el calentamiento global. POLÍTICA EXTERIOR: Énfasis en libre comercio y un activo papel internacional de Estados Unidos, con los intereses nacionales como prioridad aunque esto implique acciones unilaterales. SANIDAD: Propone reducir el número de 43 millones de norteamericanos sin cobertura repartiendo subvenciones que les permitan contratar seguros privados. Quiere costear una parte de los fármacos consumidos por jubilados. INMIGRACIÓN: Quiere cambiar radicalmente la burocracia que se encarga de estas cuestiones, ofreciendo más permisos de trabajo y permisos especiales para reunificar familias.