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ABC MADRID 13-08-2000 página 67
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ABC MADRID 13-08-2000 página 67

  • EdiciónABC, MADRID
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ABC DOMINGO 13- 8- 2000 67 España, de sol a sol pudiera vivir elQuijote Se hizo empresaria, compró esta casa de 1700 y embarcó a toda la familia en obras pías y restauraciones que la han convertido en el mejor xmibral para el revivir cervantino. Hasta biblioteca tiene donde releer y comentar la obra y otras ensoñaciones, sus menús destüan sabiduría manchega y quijotesca y sus habitaciones son sobrias y amables, donde yacer y amar a Don Quijote y con Don Quijote. Es nuestra ventera quien nos Ueva en volandas por El Toboso, y así lee, mos en cada esquina fragmentos del libro como si nombres de calles fueran, hasta dar con el hermano Juan Pica, que no es miembro de ninguna cofradía, sino que lo de hermano viene por esta región hechicera de La Mancha, que a los lugareños les da por anteponerse el sobrenombre hermano o hermana como una forma de amejorar el trato. El memorioso de esta historia asegura que El Quijote está vivo porque vienen preguntando por él dice con la llaneza propia del lugar, antes de reírse de su sombra y de sus 91 años lúcidos avisando Camino de Puerto Lapice qué sólo es caballero cuando en burro monta. Nació en El Toboso, fue cristianado en El Toboso, en El ToboCuenca so sufrió cárcel durante la guerra civü a manos de los republicanos, que en esta zona hicieron estragos, y en El Toboso ha pasado la vida. Ha sido albañü, torero, bombero- torero y rey del carnaval. No sé leer, por eso no lo he leído, pero lo tengo en la memoria. Un predicador vino hace poco y dijo que el que no hubiera leído el Quijote no iría al cielo Rara y quizá sabia manera de predicar la que se gastan hoy los curas que escasean. Don Quijote y Sancho eran una pareja muy unida. A Sancho le gustaba llevar una calabaza para beber vino. Pero aquí hay más Quijotes que Sanchos. Yo he sido más Quijote que Sancho. Pero no era loco. Cuando eres muy listo te Uaman loco, y más loco si la verdad dices Apura su vino y lanza una Campo de Criptana en esto descubrieron treinta o cuarenta molinos teoría que escuchamos de viento que hay en aquel campo antes: Don Quijote no es de se abre detrás del rastrojo, él cardo borriquero, el pozo mudo, la luz cegaesta tierra, Sanclio es más dora y los ingenios, aspas ya del todo quietas, molinos que de tanto blanco de aquí. Yo me siento más como su capa nupcial invita no hay cerca de Sancho que de don ojos que no se nublen. Llegan autobuses cargados de japoneses dejando Quijote un rastro de polvo a retaguardia y le toman la medida a la planicie mientras repasan sus Quijotes y no sé qué chispazo eléctrico les funde los plomos pensando en aquel caballero que con su lanza en astUlero quiso ensartar a un gigante y acabó desca- que el 98 por ciento de los que aculabrado. Pedro Carramolino, posade- den vienen por el caballero Y Quijoro que se hizo con la cueva en la que te hay, en hierro, recibiendo al visiimá tal La Martina vivía con marido tante y mirando, bajo el sol de fuego, y cuatro hijos para conyertirla en los molinos impávidos, que en el. buen retiro para yantares y pali- Campo de Criptana, donde a Sara ques, tuvo antes que combatir la pie- Montiel las primeras leches le diedra enferma y acabó encalando mu- ron, son como monjes cautivos de la ros y techos para ocultar las heridas tierra, hincados y estoicos, mientras abiertas por cañerías y remiendos. el polvo de los caminos arde y todo Desde los 13 años se trabaja la vida parece cal, harina, trigo inolido por nuestro posadero, y por eso, añade, el tiempo en los cascos y belfos de no ha tenido tiempo para echarle, ojo Rocinante. Polvo enamorado. Azules y añües curEui la nostalgia al libro pero sabe a ciencia cierta Fotos: Corina Arranz lírica del mar que sufre el secarral manchego. Los enjalbegados muros de Puerto Lapice autores hay que dicen que la primera aventura que le avino fue la de Puerto Lapice comulgan con puertas azules como marejadas que el sol hace bailar al son de cal tan muda como pura. Antonio Baeza posa con sus avíos de cocinero frente a otro Quijote de hierro que el sol de agosto no derrite, con los ojos cerrados mientras vela sus armas, a sus pies rendidas, y junto a im abrevadero que bien hubiera aliviado la sed de su rocín. La Venta del Quijote es un remanso con sus sombras y manjares, y con su buena conseja sanchopancista que entregan con el menú al que allí echa pie a tierra: Tripas llevan pies, que no pies a tripas Antigua casa de postas, fue venta y fue posada. Baeza, que fue camarero antes que fraüe cocinero, ya celebró sus 30 años en ima cocina que se abrió hace una friolera: 1966. Admite nuesfro cocinillas que há leído poco y parte: Los que somos de aquí somos los que menos lo hemos leído. La gente lo tiene y lo venera, pero nadie lo lee Desde la baira salta al quite un espontáneo albañü y maestro restaurador, Manuel Aparicio: Lo tengo en casa, conservado como la Biblia. Era de mi abuelo y de él pasó a manos de mi padre y de mi padre a las mías. Publicado en 1922. Recuerdo que cuando tenía cuatro o cinco años, no había ni televisión ni electricidad ni nada, y lo leíamos a la luz de las ascuas, al calor de la lumbre. Era el pan nuestro de cada día. Mi abuelo y mi padre lo leyeron, y yo lo leí y lo sigo leyendo. Ni pastas tiene, y las hojas se han vuelto amarillas de tanto leerlo. Me gusta porque es muy sencülo y está muy bien redactado. Le llega y lo entiende todo el mimdo: desde los muy hiuntldes a los muy estudiados dice nuestro maestro de obras, que es de ViUa- rrubia de los Ojos, que tiene el puente más grande del mundo. Cincuenta kílómefros, nada menos Ante el silencio de la concurrencia, añádé: Por debajo pasa el río Guadiana Apura su vino y lanza una teoría que escuchamos antes: Don Quijote no es de esta tierra, Sancho es más de aquí. Yo me siento más cerca de Sancho que de Don Quijote y a juzgar pOr el blasón de su cintvira bien podría pasar por primo hermano del fiel escudero. Se acaba el renglón y huye el tiempo, aimque quede sol para derretir cráneos y sombreros y todavía llamamos d corral de Antonio Pavón, que sabe de ventas y posadas porque camino de sus 81 años las vio desvanecerse. Ha sido campesino, albañü y vendedor ambiüante a caballo de su Rocinante de dos ruedas una bicicleta que guarda como oro en paño envuelta en plásticos y que carga- S ba hasta con 80 küos, cuando no había dekauves ni camionotes. Pasamos muchas aventiu- as los dos jxmtos Siempre quiso leer el Quijote, pero cuando por fin una sobrina se lo Uevó ya no tenía ojos que le valieran. Pero se sabe ellibrocomo si lo hubiera empedrado. El Quijote es una leyenda muy bonita. En todo lo que Cervantes dice Ueva mucha razón, porque vivió y conoció de lo qué habla Nuestro vendedor ambulante no habrá leído la obra poca escuela ha habido en La Mancha pero Sancho y el buen hidal- go, cuyas aventuras tanta risa y tanto Uanto convidan, tanta luz y tanta mansedumbre, tanto conocimiento y conjetm- a, están en su mente y su lengua, para quien quiera perseguir su sombra. La noche funde el sol de La Mancha y lo que resta es un rastro en los caminos blancos como la luz, y la nieve bajo un aluvión de esfreUas. Vale. Alfonso ARMADA

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