ABC MADRID 09-08-2000 página 44

44 CULTURA MIÉRCOLES 9- 8- 2000 ABC Bryce Echenique y Rodríguez Lañiente hablan de libros en El Escorial EL ESCORIAL. Rosa V a l d e l o m a r Los amigos homenajean a la costurera que cosía con paciencia las palabras No se leyeron sus conferencias inéditas por respeto ai último deseo de la autora en esta ocasión le había resultado fácil seleccionar esta obra porque en ella hay imas páginas en las que Martín Gaite habla de su infancia y algunas de esas páginas las incluyó en su libro Los niños de la guerra Por eso pensó que lo que más le unía a la fallecida escritora era haber vivido las mismas experiencias en ciudades distintas en esa época desde la infancia en guerra, la adolescencia y la juventud en la posguerra y todo lo que nos quedó después Aldecoa destacó que éramos rigiirosísimas con- temporáneas y tengo que decir que tengo cincuenta años de recuerdos de lo que ha sido una amistad constante en la que ella ha estado siempre cerca de mí y yo cerca de ella Una amistad que continuó en los momentos alegres y en los desdichados. Cuando en el 54 nos quedamos las dos embarazadas a la vez o cuando murió Ignacio que estuvo siempre a mi lado continuó Aldecoa. ENVIDIA Y ADMIRACIÓN Alfredo Bryce Echenique y Fernando Rodríguez Lafuente eligieron ayer dos formas diferentes para encarrilar sus conferencias en el curso Libro para el tercer milenio que, bajo la dirección de Victorino Polo García, se celebra en El Escorial. El escritor peruano lanzó ocho globos sonda de diyer 80 volumen y contenido mientras que el director del Instituto Cervantes prefirió seguir la máxima de Jack el Destripador de vayamos por partes Con el título Del hxunor quevedesco a la ironía cervantina: camino para los libros Alfredo Bryce Echenique empezó su conferencia reconociendo que detesta la carcajada sonora y total aquella que hace tanto ruido y abre tanto la boca que hasta se nos cierran los ojos y los oídos. Nada tiene que ver para Bryce el humor de Quevedo y Cervantes porque el primero es im catálogo de la burla y el- escarnio, que Uega incluso a la delación. El Buscón es uno de los libros más inhumanos que pensar se pueda porque se recrea en lo sucio bajo y trágico mediante caricaturizaciones. Es el humor de sal gorda, sin finura y sin compasión El hiunor quevedesco- -continua Bryce- -está en las antípodas de la ironía cervantina. Se instala con su dolor- odio en el centro del mvmdo para mejor pulverizarlo, mientras que la ironía nos permite descubrir una comunidad de los hombres en el dolor Por eso, admiramos con fina ternura las ridiculeces de D. Quijote. Femando Rodríguez Lafuente se declaró admirador de este escritor olvidado, querido y admirable d principio de su intervención en la que habló del diálogo incesante en el que están enfrascados los libros desde el principio de los tiempos. Un diálogo que, además, es doble: el que mantienen los libros entre sí y el que establecen con sus lectores que interpretan los textos en función de su tiempo y su condición. Para Rodríguez Lafuente la per vivencia de las obras es una carrera de fondo ya que los títulos aparecen y desaparecen como el Guadiana y por eso los libros del Milenio dependen del lector por primera vez en la historia. Debido a la multiplicación y diversidad de ediciones y de títulos que se editan hay menos constricción por parte de las academias y las escuelas más selectas y cada uno puede elaborar se su propio catálogo ABC Carmen Martfn Gaite La literatura es como la costura. Hay que tener paciencia, sosiego e ir puntada a puntada, deshaciendo lo que no conviene que se quede ahí Así definía su actividad Carmen Martín Gaite según desveló ayer en Santander su hermana, Ana María. Ella, junto a Soledad Puértolas, Josefina Aldecoa y José Luis Borau, rindieron un homenaje en la UIMP a la escritora fallecida. SANTANDER. Pablo Hernández ese a las caras serias una sonrisa triste se asomaba a los labios de los cuatro amigos que ayer se reunieron para recordar a Carmen Martín Gaite cuando iban desgranando anécdotas de la vida de alguien admirable como persona y como escritora Durante el homenaje que se rindió en Santander, el Paraninfo de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo se quedó pequeño para acoger a los lectores y admiradores de Carmen Martín Gaite que quisieron imirse a su hermana y sus amigos más íntimos en el recuerdo de la escritora. Con esta muestra de cariño la UIMP quería responder al afecto que la autora de El cuarto de atrás había demostrado siempre por la institución. De hecho, su último deseo fue venir a Santander para pronunciar el curso magistral titulado Brechas en la costumbre que tenía previsto comenzar el pasado lunes. Tenía muchísima üusión, fue P casi una obsesión explicó su hermana Ana María. Tantas eran las ganas que tenía de pronunciar aquí sus conferencias que cuando su hermana le propuso que otro podría leerlas se negó en rotundo y me dijo que vendría el año que viene a darlas ella o por el contrario ya vería que hacía con ellas Tras su muerte, la hermana de la escritora fallecida prefirió respetar esta última voluntad y decidió que no se leyeran estas conferencias inéditas, tal y como estaba previsto para este homenaje. Ana María confesó que todavía no sabe qué va a hacer con esos textos porque todavía tengo la cabeza como un molino La hermana de la fallecida la recordó resaltando su alegría, su vitalidad y su deseo. de vivir Josefina Aldecoa participó en el homenaje leyendo unos fragmentos de El cuarto de atrás Era muy difícil elegir algo porque su obra es de gran riqueza, variedad y interés afiímó. Sin embargo consideró que La escritora Soledad Puértolas afirmó que participaba en este homenaje representando a todos aquellos escritores que iban detrás de ella y con los que fue especialmente generosa Puértolas leyó durante el homenaje un texto de El cuento de nimca acabar en el que Martín Gaite reflexionaba sobre su relación con la literatiura. Esta escritora confesó que sentía al mismo tiempo envidia y admiración por la homenajeada. Envidia por sus ganas de vivir y admiración por cómo escribía con im castellano maravilloso que manejaba con cuidado y precisión como cosiendo el lenguaje, pero cosiéndolo suavemente Por su parte, el director de cine José Luis Borau, destacó los cincuenta años dé amistad que lo imían con Martín Gaite, desde que entabló contacto con el grupo de escritores que formó la que se Uamó Generación del 50. Borau explicó cómo la amistad con la escritora se había afianzado después de que colaborase en la redacción de los guiones de ma serie sobre Celia, el personaje de Elena Fortún, de la que la escritora fallecida era una gran admiradora. Asimismo contó una anécdota que sucedió el pasado 16 de jiüio, el día del santo de la escritora, poco antes de su fallecimiento, cuando se reunieron para celebrarlo. Martín Gaite había escrito un comentario sobre la última película de Borau, Leo y en un momento de la velada decidió leerlo a los presentes. Leían muy bien, como los actores, detectando el tono que debía señaló el director.