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ABC MADRID 05-08-2000 página 38
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  • EdiciónABC, MADRID
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38 CULTURA SÁBADO S- 8- 2 0 0 0 ABC Moscú agrupa la pintura rusa del siglo XX sin que la revolución de 1917 la parta en dos La galería Tretiakov muestra su retroceso estético desde las vanguardias al realismo socialista Bañando al caballo rojo pintado por Kuzma Petrov- Vodkin en 1912, a la izquierda; y Stalin y Voroshilov en el Kremlin (1938) de Alexander Gerasimov MOSCÚ. Diego Merry del Val corresponsal esde el pasado mes de mayo, la Tretiakov es de hecho un solo museo en dos territorios El edificio de Lavrushinski Pereulok, inaugurado en 1876 por el coleccionista Pavel Tretiakov, alberga como siempre las obras clásicas de la pintura rusa hasta finales del siglo pasado y concluye con las escuelas renovadoras impresionistas y simbolistas, de las que Mijail Vrubel y Víctor Borisov- Musatov son dos de los más destacados ejemplos. El nuevo edificio, situado junto al río Moscova y enfi- ente del Parque de la Cultura, arranca con la ruptura que marcan las vanguardias en la década de 1910, con autores como Kuzma Petrov- Vodkin, Natalia Goncharova, Marc Chagall o Vasüi Kandinski. una característica fundamental del museo es que por primera vez no establece una separación entre arte anterior y posterior a la revolución comunista de 1917. A la dirección de la galería se le planteó el dUema de dónde establecer la línea divisoria entre los dos museos. La posibilidad más obvia parecía ser la de reservar el antiguo edificio para las obras anteriores a la revolución y el nuevo Petra el arte soviético y post- soviético. Sin embargo, en palabras de Yakov Bruk, vicedirector de Investigación Académica de la galería, está claro que 1917, que tuvo un papel tan crucial en la historia política de D Rusia verá completo su formidable patrimonio de pinacotecas con lo que más se echaba en falta: una exposición permanente con los autores de los úitimos cien años. El museo abierto en Krimski Val es eso: un verdadero Tretiakov- bis, que continúa el recorrido por la historia de la pintura rusa allí donde se interrumpe en el primer e histórico edificio. Rusia, no tuvo la misma importancia en la historia del arte. Si buscamos un pimto de ruptura en la conciencia artística, lo encontraremos en la mitad de la década de 1910, y está relacionado sobre todo con las ideas y prácticas de la vanguardia rusa IV 1 ANIFIEST 0 PLÁSTICO Ejemplo de esta experiencia artística, que tuvo repercusiones mucho más allá de Rusia, es el célebre Cuadrado negro suprematista de Kazimir Malevich, verdadero manifiesto plástico de los nuevos tiempos, con su rechazo del objeto y el salto a una nueva realidad abstracta. Un cuadrado negro con- fondo blanco es la primera forma para expresar la ausencia de im objeto según el autor. En un plano comparable pueden colocarse los trabajos de Pavel Filonov, con su arte analítico consistente en romper la realidad en sus múltiples elementos y ensamblarlos después en un complejísimo puzzle. La nueva galería Tretiakov servirá también para comprender el periodo soviético en toda su complejidad. A la multiplicidad de escuelas y tendencias que surgieron en los años bohemios de la década de los años 20 sucedió la rigidez del realismo socialista el único canon oficial aceptado tras la prohibición de las anteriores por un decreto del partido en 1932. La época estalinista vio los temas y estüos estrictamente regulados, en una concepción del arte como medio de propaganda para cantar los logros del régimen. La mayoría de las obras del periodo se consideran más por su valor como docvmiento histórico que como verdaderas obras de arte, aimque no cabe negar el talento artístico de algunos de éstos autores. Sobre todo hay que destacar que, incluso en las épocas de mayor ferocidad en la represión, existió una fuerte tensión entre la realidad oficial y los artistas que se negaron a traicionar sus principios. La mayoría fueron represaliados y sus obras confiscadas, mientras que otros se esforzaron al máximo por expresar su creatividad sin forzar demasiado el corsé impuesto por el formalismo oficial. Entre las aportaciones más valió- sas de la nueva galería cabe destacar la muestra por primera vez de autores desconocidos no sólo para elgran público, sino también para los especialistas. Entre ellos hay autores como Alexander Drevin, Mijaü Sokolov, Alexander Schipitsin, Pavel Chelischev, Georgui Rubliov, Román Semashkievich o Nina Simanovich- Yefimova. Estos autores permanecieron ocultos al público, bien por que se vieron obligados a emigrar o porque sus obras fueron prohibidas y vivieron en la clandestinidad. IMAGINERÍA CRISTIANA En este contexto resulta interesante el uso de la imaginería cristiana para fines revolucionarios, ya que su raigambre popular no se puede comparar con la de los esíóganes de la dialéctica marxista. EUo queda de manifiesto en obras como La Madonna Guerrülera (1967) de Mijail Savitski, retrato de una joven partisana que amamanta a un niño. Al calor de la glasnost (transparencia) en los estertores de la era soviética, renacieron las vanguardias, en ocasiones con im cierto aire iconoclasta, como ejemplifica la escultura Stalin con pata de oso de Leonid Sokov; o La Conferencia de Yalta de Ntkita Rodionov, en la que aparecen los tres protagonistas (Stalin, ChurchUl y Roosevelt) en forma de figuras de papel, con extraordinario parecido. Otros artistas, como Semíon Faibisovich, hacen alarde de una extraordinaria técnica para traducir imágenes de la vida cotidiana en piezas de arte con un poderoso magnetismo.

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