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ABC MADRID 03-08-2000 página 74
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ABC MADRID 03-08-2000 página 74

  • EdiciónABC, MADRID
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jr. 74 JUEVES 3- 8- 2000 ABC gente de verano Crónica negra Muy de mañana el modisto italiano, afincado en Miami, se cruzó por la calle con un veinteañero vestido con bermudas y gorra. Sin mediar palabra alguna, el desconocido le disparó en la cabeza, matándolo Gianni Versace fue trasladado aún con vida al Hospital Memorial Jackson, donde falleció poco después Todo el mundo lloró aquel verano la muerte del diseñador Gianni Versace murió tras recibir un disparo a quemarropa en la mañana del 15 de ju ío de 1997. Cunanan, su asesino, se suicidó tiempo después, antes de que la policía pudiese detenerlo Fotos: ABC Cunanan había asesinado a cuatro hombres antes de acabar con la vida del diseñador sa jomada de 1997, un caluroso cuentada por famosos, el News Ca- derado como uno de los grandes de 15 de julio, el mundo de la mo- fe fue asesinado. Aquella mañana la alta costura, de una moda atrevida se vistió de negro, de luto el diseñador no había desayimado da y elegante. Gianni había tardado general, en brutal contrapvmto en aquel establecimiento su zumo de seis años en lanzar sus creaciones a los alegres y limiinosos colo- naranja y pan tostado con tomate, desde que, en 1992, comenzase a trares del verano, pues uno de sus gran- todo un ritual, sino que tan sólo su bajar en la industriosa Müán para des, de sus famosos, había muerto. caminata matinal le había llevado las grandes firmas. Un disparo a quemarropa había pro: hasta una tienda para comprar revisY había sido precisamente esa ciuvocado que se detuviera el corazón tas y periódicos extranjeros. dad la que también fuera escenario de uno de los más importantes diseApenas eran las nueve menos cuar- de la presentación de una de sus últi- ñadores del mimdo. to de la mañana cuando Gianni, S 7 mas colecciones. La muerte de VerO Cuando Louis Amstrong murió, lo, sin guardaespaldas, se cruzó en el sace supuso un mazazo para los mopor un instante callaron las trompe- caminó con im joven blanco veintia- distos, vma consternación que se certas. Cuando im cuchillo laceró la car- ñero, que vestía tma indtmientaria nió como una nube negra. Todo el ne, una y otra vez, de Pier Paplo Pa- informal: pantalón corto y gorra de mundo de la moda se conmocionó solini, el paso de manivela se detu- béisbol. El joven, sobre el que poste- ante el crimen hasta el punto de asevo. Cuando ese disparo a quemarro- riormente se conocería que se llama- giurarse de que no era posible ya penpa, ese certero proyectil mató a Gian- ba Cunanan, le había levantado la sar en una moda sin él sin su aleni Versace, la aguja, el hUo, la seda, tapa de los sesos de im certero y úni- gría, sin su vitalidad, sin su sello, el dedal y, particularmente la imagi- co disparo efectuado a muy corta dis- sin su creatividad, sin su glamovur nación, se quedaron en un rincón tancia en el momento en que el dise- sin su visión del año 2000. ñador se encontraba situado en la del costurero... Había sido París la ciudad que lo Aquel 15 de julio Gianni, nacido en acera situada frente a la entrada de había catapultado a la fama y en donla región italiana de Reggio Calabria su residencia. Contaba Gianni Ver- de cada temporada abría la presentapero residente desde hacía muchos sace con 50 años y todavía sería reco- ción de las colecciones de alta costu- años en Estados Unidos, regresaba gido con vida y trasladado con toda ra. Según señaló por entonces el pre caminando a su mansión situada en la premtira que requería el suceso sidente de la Cámara Sindical de la la calle Ocean Drive, al sur de Mia- hasta el Hospital Memorial Jack- Costura- Parisiense, Jacques son, donde expiró poco después. mi Beach. Gianni había adquirido y Mouclier, las características sencimodernizado una mansión de tres El asesinato de Gianni Versace llas y sin adornos de sus modelos plantas y estilo colonial español, conmovió al mundo entero. Gianni, complacían particularmente a los próxima a la zona de Art Deco a la el gran Gianni, al igual que su com- jóvenes Cunanan, el asesino de arquitectura típica de los hoteles patriota Giorgio Armani, había roto Versace y de cuatro hombres más, se construidos en los felices, pero tam- moldes. Gianni era, pues, grande y suicidaría jornadas más tarde en había vestido, como tal, a los impor- una casa flotante de Miami. Y así bién agitados años 30. Aquella mañana, casi como de cos- tantes, entre quienes se encontra- concluía un extraño crimen con ratimibre, el madrugador Gianni, a ban las actrices y las princesas Caro- ro final. quien solía vérsele caminar desde su lina de Monaco y Diana de Gales. Gianni, como Armani, estaba consiRicardo DOMÍNGUEZ casa hasta vma cafetería de moda, fre- E

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