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ABC MADRID 20-03-2000 página 37
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  • EdiciónABC, MADRID
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ABC LUNES 20- 3- 2000 SOCIEDAD 37 SUICIDIO DE LA SECTA APOCALÍPTICA. SE DESCONOCE SI EL LÍDER MURIÓ O ESCAPÓ CON ALGUNOS DE SUS COLABORADORES, EX- SACERDOTES Los fanáticos de Uganda sellaron puertas y ventanas de su iglesia para que no pudieran escapar sus 500 fieles La t r a g e d i a de los sectarios de la Restauración de los Diez M a n d a m i e n t o s de Dios es m u c h o mayor de lo que se t e m í a El n ú m e r o de m u e r t o s en Uganda sería de unos 5 0 0 y algunas f u e n t e s a f i r m a n que podría superar los 6 0 0 Los cadáveres están irreconocibles. Nadie sabe qué ha o c u r r i d o c o n el líder del grupo, ni con sus principales secuaces. El caos es t o t a l en la zona. KAMPALA (UGANDA) Agencias a Policía ugandesa confiesa abiertamente estar desbordada. Los agentes desplazados a Kanunga, donde el pasado viernes se produjo la inmolación de los sectarios, afirman que las escenas que estamos viendo son espantosas. Los cadáveres están carbonizados y hasta ahora sólo hemos podido conocer el sexo de tres o cuatro de ellos. Cuando llegamos aún había muchos restos humeantes La angustia va en aumento. Cientos de vecinos de poblaciones cercanas se acercaban al lugar para preguntar si sus familiares se encontraban entre las víctimas. Pero nadie, por ahora, les puede dar una respuesta concreta. TRES VACAS ASADAS L Sé l iáf l. Un policía observa los cadáveres carbonizados de una mujer y un niño junto a la puerta por la que intentaron huir Los vecinos de Kanunga, ima pequeña población situada a 320 kilómetros al suroeste de Kampala, cerca de la frontera con la República Democrática del Congo, aportan testimonios estremecedores. Desde el pasado miércoles los fanáticos se fueron congregando en la iglesia, im edificio que era utilizado por el grupo como escuela, y realizaron diversas celebraciones, axmque parece que algunos de eUos ni siquiera sabían cual era su verdadero motivo. Comieron tres vacas asadas, bebieron setenta cajas de gaseosa, cantaron y rezaron. Afirman que muchos de eUos, siguiendo las recomendaciones de su líder, vendieron antes sus propiedades para prepararse para su último viaje y apenas hablaban porque temían violar el mandamiento de No mentirás Sólo unos días antes recorrieron las aldeas cercanas para despedirse de sus habitantes. El viernes, 17 de marzo, era el gran día. Se les iba a aparecer la Virgen y los iba a llevar al cielo. La locura colectiva fue imparable. Los fanáticos, hombres y mujeres en su mayoría procedentes del sur del país, que llevaban a sus hijos con eUos, vestían togas blancas, verdes y negras. Una vez en la iglesia, cerraron las puertas con llave y tapiaron las ventanas para que nadie pudiera escapar. Luego, según las primeras investigaciones, se rociaron con gasolina... Y a partir de ese momento se desató el infierno. Se oyeron algunos gritos, aunque no muchos di- cen los vecinos de Kanunga. Las llamas alcanzaron pronto unas dimensiones espectaculares. Nada se podía hacer por los desdichados. Todo terminó muy rápido. Las primeras noticias aportadas por las autoridades ugandesas hablaban de unos 230 muertos. La cifra tenía ima explicación, ya que ese era el número de miembros censados de la secta cuando fue registrada en 1997 como Organización No Gubernamental. Sin embargo, el grupo apocalíptico ya había sido detectado en 1990. La Policía está convencida que en los tres últimos años el número de adeptos había crecido de forma considerable y esa es la explicación por la cual hay bastantes más víctimas mortales de las que se temía en los primeros momentos. CUARENTA Y CINCO NIÑOS El sábado comenzaron a Uegar a Kimanga los primeros equipos de forenses. Su primer trabajo será determinar el número de víctimas mortales y saber cuántos hombres, mujeres y niños hay entre ellas. Esta tarea se puede prolongar durante, al menos, una semana, aunque ayer ya se hablaba de que había, al menos, 45 niños. Poner nombre y apellidos a cada uno de los restos podría ser, simplemente, imposible. Muchas de las víctimas, según los testigos, tenían expresiones de terror. Uno de los mayores enigmas que rodea este suicidio colectivo es saber si el líder de la secta, Joseph Kibwetere, ha muerto en el sacriñcio, así como sus principales colaboradores, dos sacerdotes católicos excomulgados, Dominic Kataribabo y John Kamagara, y varias monjas igualmente expiüsadas de la Iglesia Católica. Hay versiones para todos los gustos, desde que se han fugado a Europa con el dinero procedente de la venta de las propiedades de sus seguidores, hasta que se encontraban fuera del país, pasando por su muerte en el absurdo ritual. Lo único que sí parece claro es que Kibwetere fue visto por última vez en un hospital de Kenia, donde los médicos le atendieron de ima patología cardiaca. Este individuo había anunciado el fin del mundo el 31 de diciembre de 1999. La falta de resultados ese día le Uevó a modiñcar su profecía y situó ese último día a finales del año 2000. CONFUSIÓN SOBRE EL LÍDER Uganda, un país que durante la época del dictador Idi Amin se convirtió en un sinónimo del horror, tiene antecedentes de grupos religiosos de extracción cristiana que degeneraron en cultos fanáticos, tales como el Movimiento del Espíritu Santo que apareció en el norte del país a finales de la década de los ochenta y cuyos miembros se creían invulnerables a las balas de la Policía. MEDIDAS DEL GOBIERNO Personas de la zona afirman que la secta fue creada en 1994 por Credonía Mwerinde y que Kibwetere y los ex- sacerdotes serían sus lugartenientes. Tampoco se sabe nada de este individuo, que junto con los otros vivía en una especie de granja de varias casas, n algunos de las cuales ayer se podían ver colgadas imágenes de la Virgen y rosarios. El sucesor de esta secta es el Ejército de Resistencia del Señor liderado por Joseph Kony, un ex- sacerdote católico que aún lucha por derrocar a las autoridades de Kampala e instaurar en el país un gobierno basado en los Diez Mandamientos bíblicos. Sin embargo, la aparición de cultos mesiánicos apocalípticos similares a los aparecidos en las últimas décadas en diversos países occidentales es un fenómeno nuevo. En septiembre la Policía ugandesa desarticuló ima secta integrada por más de mü personas, denominada El último mensaje de advertencia al mundo cuyos dirigentes fueron acusados de violaciones, secuestros y detenciones üegales. El ministro de Exteriores ha declarado que el Gobierno necesita establecer cuanto antes las medidas- necesarias para proteger a la gente corriente del culto a la personalidad de este tipo de líderes.

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