ABC MADRID 11-09-1999 página 16

16 SÁBADO 11- 9- 99 ABC LUIS IGNACIO PARADA MANUEL VILAS REVISTA DE PRENSA Yo también añoro la inflación o s políticos añoran los tiempos de alta inflación porque podían echar la culpa de sus errores a las subidas salariales, aumentar los impuestos y cuadrar el presupuesto dándole caña a la máquina de hacer dinero. Los economistas añoran xm IPC alto porque así podían culpar a los políticos de los nefastos efectos de un exceso de dinero en circulación y labrarse un prestigio pregonando las ventajas de subir los tipos de interés, reducir la masa monetaria y restringir el crédito. Los sindicalistas añoran aquellas negociaciones de convenios en las que lograban subidas salariales del 9, el 15 o el 18 por ciento aunque el poder adquisitivo se esfumara en pocos meses. Los empresarios añoran los tiempos de alta inflación porque los activos, la factioración y la cuenta de resultados crecían de forma espectacular. Los rentistas añoran los Pagarés del Tesoro o las supercuentas, porque proporcionaban intereses del 10 al 16 por ciento sin riesgo pese a que el paso del tiempo volatilizara el nominal. Los especuladores del suelo y los especialistas en dar el pase con una opción de compra sobre inmuebles añoran aquellas plusvalías de ensueño, superiores varias veces a la inflación anual, que lograban, casi siempre, sin soltar un diu- o. Los propietarios de viviendas, en fin, añoran aquellos tiempos en los que el valor de sus pisos se multiplicaba por dos cada año. Hasta un üustre economista del MIT acaba de recomendar que Eiiropa aiunente su inflación. Yo mismo añoro ese Bálsamo de Fierabrás, ese impuesto oculto, esa capa que todo lo tapa me he ganado la vida denostándola un día sí y otro también. Alexis Romanov Alexis, vestido siempre con todos los uniformes del ejército ruso, con ese rostro que nunca maduró, es el símbolo errante de la desdicha. Su mirar, desde las fotografías, duele a los ojos del que mira El modelo Aznar xiste y lo llaman el milagro o más laicamente, el modelo Aznar El primer ministro español, de 46 años, rechaza la primera definición que resta importancia a su labor, encomendando el éxito a la buena suerte y basta, pero cultiva la segunda que representa para él un capital sobre el cual vivir con tranquilidad o, más exactamente, consolidarse con vistas a las elecciones políticas de la primavera del 2000. Desde que su éxito fue consagrado incluso fuera de España, se muestra más seguro y orgulloso, consigue hasta camuflar la preocupación que le causa el hecho de depender del autonomismo catalán y del más inquietcmte del País Vasco. De Italia, donde ha participado en el congreso internacional anual de Cernobbio, ha vuelto a Madrid como vencedor, acaso coronado como líder por los populares europeos, con una cierta contrariedad por parte de Berlusconi y de los cristiano demócratas alemanes. Lo han exaltado empresarios como AgneUi y Romiti, el comisario Monti, dirigentes sindicales y políticos no precisamente conservadores. Y cuando la noche del domingo, 5 de septiembre, al regresar a casa, fue informado sobre la caída de Schróder, se convenció aún más de que éste es, como dicen, su momento. ¿Pero es cierto? En gran medida los números dicen que sí, aimque hay quien señala que los números hay que leerlos bien. El profesor Santos Julia, historiador e intelectual de izquierdas, observa agudamente que Aznar ha sabido tranquilizar a las empresas y a los capitalistas en un momento en el que había un miedo difuso Salvatore TROPEA La Repubbllca (Roma) L E C OMPRO, de entre librosel rebajados de El Corte Inglés, álbum fotográfico titulado Los últimos Zares Es un libro preocupante, con fotografías familiares de los Romanov, fotografías en las que se ve otro mundo, ima época que parece no haber sucedido nimca. Y, sin embargo, un español de clase media de 1999, que visita saldos de librerías, por un dinero más bien módico se lleva a su casa, lujosamente encuadernada, la historia privada de una famüia, la historia del príncipe Alexis, el hijo hemofílico del Zar Nicolás n y de su esposa Alejandra. Alexis es im niño enigmático, de una belleza casi divina. Hay una fotografía tomada del niño Alexis en Finlandia, en 1908, vestido de marinero, con los pies en el agua. Alexis, vestido siempre con todos los imiformes del ejército ruso, con ese rostro que nunca maduró, es el símbolo errante de la desdicha. Su mirar, desde las fotografías, duele a los ojos del que mira. Hay otra fotografía de las hermanas de Alexis, es de septiembre de 1906, y muestra, de derecha a izquierda, a Olga, Tatiana, María y Anastasia. Las cuatro niñas son hermosas y dulces. Demasiado hermosas. Mundo de fantasmas es este álbimi de los Romanov. El KGB erró al no quemar estas fotos, pues estas fotos sólo muestran a una familia unida, a cinco hijos apegados a la vida de sus padres y en modo algimo enseñan oropeles, corrupción, boato, esclavitud y crimen. En otra fotografía de jimio de 1917, tomada en Czarskoye Selo, se ve a Alexis bañándose en im río. A los Romanov les gustaba el agua, nadar, el mar, los ríos, la novísima hidroterapia. Se nota que hace buen tiempo, se perciben aguas verdosas en tomo a la cintura del joven heredero. El pelotón de fusilamiento les estaba esperando. Era el verano de 1918. Los despertaron en mitad de la no- che. Alexis dormía en su camastro- perdidas ya las galas antiguas- con un sueño paciente y tranquüo. Nicolás n lo cogió en sus brazos, procurando no despertarle. Tiros en la oscuridad de un cuarto, sangre, la pared cayéndose a pedazos. A la zarina Alejandra no le dio tiempo ni de darse cuenta de que estaba descalza. El joven Alexis tuvo que ser rematado, pues inexplicablemente seguía vivo, pese a los incicatrizables agujeros de las balas. Tres de sus hermanas también quedaron moribimdas, entre quejidos y respiraciones lentas. Los remataron con las bayonetas, bayonetas sin filo que no se clavaban en los jóvenes cuerpos de las duquesas, debido a que las muchachas llevaban imos corsés muy gruesos. Los tiranos, y los hijos de los tiranos, fueron arrojados a la ignominia de la historia. Años después, Stalin mataría a veinticinco millones de rusos. Da tristeza pensar- pasados los gritos y las abominaciones de la historia- que un muchacho hemofílico como Alexis simbolizase en la Rusia de 1918 la tiranía, el hambre, la injusticia, la pobreza y el privilegio. La historia es la casa del diablo, que se traga cada tarde familias enteras de símbolos, de revoluciones, de inútües disparos. Campesinos hambrientos, el odiado Nicolás 11 presa del aberrante feudalismo antiguo, la revolución que traía la utopía y las altas filosofías de Lenin, y tras ellos, el venenoso Stalin: una historia dura, nena de pérdidas. Pobres rusos, siempre en Siberia, con frío y hambre. Vemos a Alexis en 1917, sobre un embarcadero flotante, jugar con su perro Joy. Es increíble: también mataron al pobre perro Joy. Pero, ¿por qué fusüar a un perro? No la crueldad, sino la ineludible necesidad filosófica de ejecutar también al perro Joy revelaba, sin duda, la venidera susceptibilidad de los futuros dictadores. V WF, -jA. cie ¿Gluieres comlDatir e n Brasil? Nombre Dirección Localidad Si quiero combatirlo Apellidos C. R Tel. i Edad. n socio juvenil (hasta 17 años) a partir de 2.500 ptas. año I socio numerario a partir de 4.000 ptas. año 1 socio colaborador a partir de 8.000 ptas. año I banco deseo contribuir con Banco o Caja Localidad 1 talón adjunto pías. Dirección C. R. i envío giro postal L. -r T l 1 i i. uou w. a L I Núm. Cuenta La A m a z o n i a b r a s i l e ñ a e s u n o cié los p o c o s rincones v í r g e n e s d e l P l a n e t a y el h o g a r pora: a l g u n o s d e los ú l t i m o s g u a c a m a y o s a v e s d e e x t r a o r d i n a r i a b e l l e z a c ue se e n c u e n t r a n e n p e l i g r o d e e x t i n c i ó n V Ruego carguen en mi cuenta, hasta nuevo avrso. los recibos que serán presentados por WWF Adena. por l a p e s e c u c i ó n d e c a z a d o r e s furtivos. En V rWF Adena l l e v a m o s traíDajondo m á s d e 30 a ñ o s e n Brasil c o n d e c e n a s d e p r o y e c t o s p a r a c o n s e r v a r l a A m a z o n i a y sus h a b i t a n t e s Si Quieres evitccr Ict ccEza furtiva cjue ct los últimos g orüas d e montctfici: Hazte socio ie WWr Acienci. Sólo c o n tu, a y u d a pociremos combatirla.