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ABC MADRID 08-05-1999 página 3
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ABC MADRID 08-05-1999 página 3

  • EdiciónABC, MADRID
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EDITADO POR PRENSA ESPAÑOLA SOCIEDAD ANÓNIMA 8 DE MAYO DE 1999 FUNDADO EN 1905 POR DON TORCUATO LUCA DE TENA ABC cuando cada alemán era malo, si no tonto. Hubo en Kosovo un frente de liberación, és decir, un ejército insurgente que acudía a toda clase de recursos. Una insurrección, un levantamiento separatista en toda regla. Cierto que sus razones tenían. También los serbios. Cualquiera que sepa algo de literatura eslava sabe que la épica popular serbia ¡estudiada por amerícanos, Parry y Lord sobre todo! heredera de la indoeuropea, giraba en tomo a la batalla de Kosovo. Fue perdida por los serbios en 1389 frente a los turcos, que favorecieron, contra ellos, la inmigración albanesa. En Kosovo los serbios están desde el s lo VE, tosalbaneses desdefinesdel XIV. ¡Pero en los Balcanes había albaneses, también un pueblo indoeuropeo, antes de los eslavos! Todo esto no justifica nada: pero explica muchas cosas. Es una cuestión antigua y envenenada. En otras parecidas, en África del Sur por ejemplo, en la Europa oriental de la postguerra, en América también, se han adoptado otras políticas, con éxito al fin. ¿Por qué no en Kosovo? El idealismo de unos cuantos representantes de la generación de los sesenta, todos conocen sus nombres, se ha volcado aqm se han convertido en espadas de Dios, ellos que eran tan poco militaristas. Y se han equivocado: creían que el conflicto era cosa simple de entender y fácü de resolver con unas cuantas bombas, y no es ni simple de entender ni fácil de resolver. Ahora dudan ante la escalada, reflexionan. Porque puede dañarles a eUos tanto o más que a serbios y albaneses, aunque de otra manera. De otro lado, esa tendencia americana a ver en cada insurrección, en cada movimiento de liberación de tal o cual pueblo un paralelo a la independencia americana (el nacimiento de una nueva democracia bendecida por Dios) es peligrosa. La parcelación de Europa, que comenzó tras la primera guerra mundial, ha avanzado DOMICILIO SOCIAL J. I. LUCA DE TENA, 7 28027- MADRID DL: M- 13- 58. PAGS. 212 ¿Guerra limpia? y Cliile al fondo l ideal americano (quiero decir de los EE UU) es la guerra limpia. Hay los buenos y hay los malos. Un amplio bombardeo informativo por parte de los media hace que nadie pueda dudarlo ni se atreva a desmarcarse. América, naturalmente, está del lado de los buenos; e igual sus aliados, que se unen a ella de mejor grado o peor grado. En la guerra limpia el bando americano se esfuerza hasta lo indecible por no sufrir bajas: bombas y misiles desde aviones, a veces invisibles que vuelan a 8.000 metros. Es que si sufren bajas las televisiones las llevan a todos los hogares y comienzan las críticas. A decir verdad, y para ser justos, también se hace un enorme esfuerzo para no producir bajas civiles en el otro bando. Las bombas son inteligentes las guía el rayo láser, no son lanzadas hasta que hay seguridad de que se trata de un objetivo rmlitar. Este es el nuevo tipo de guerra que habían imaginado. Con unas cuantas bombas o misiles, pensaban, el enemigo se dernunbaría, Müósevic o el que sea capitularía. El bien triunfaría. Para el que, haya leído historia o haya vivido con un poco de crítica la historia contemporánea las cosas no son tan simples. Hace muchos siglos Tucídides decía que se sabe cómo se entra en las guerras, no cómo se sale. Y la guerra limpia no existe. Para empezar, Vietnam debería haber desengañado a los americanos de su ingenua fe en la tecnología. Una población fuertemente armada y encuadrada dentro de un régimen dictatorial que apela a los instintos de la nación, no capitula ante muertes ni destrucciones desde el aire: le basta con no perder, pone al contrario en el trance de una progresiva escalada que le trae bajas y críticas. Paga un precio enorme por cada éxito aparente. También falla en otra cosa la tecnología. Al final, pese a todo, se sufren pérdidas. Y, pese a todo, hay errores: daños colaterales es decir, muerte de inocentes. Y esto aumenta la crítica y el malestar general. Pero vayamos más al fondo. La teoría de la guerra justa la sostuvieron ilustres teólogos. Y, efectivamente, hay derecho a defenderse de una agresión, como los aliados se defendieron de Hitler. En realidad, la OTAN se inventó para prevenir agresiones como aquélla. Ahora se ha convertido en una especie de policía contra un gobierno que se enfrenta a una parte de su población. Personalmente, pienso que la división en buenos y malos no es tan clara y que todo ello puede hacerse peligroso si se generaliza. Cierto, nadie puede defender la limpieza étnica. Pero lo que se ha hecho es, sin querer, dar a Müósevic la oportunidad de intensificarla. Los albaneses están peor que estaban. Y están mal los serbios y los macedonios. Y no se ve cómo acabará todo. Bombas y fotos no han bastado, hasta el momento, para arreglar problemas históricos enconados. Y el bien y el mal están más repartidos de lo que dice la propaganda de guerra, que eso es lo que tenemos ante nosotros: tan virulenta como E tras la segimda, continúa avanzando. Es un espectro amenazante. Hay otras soluciones a esos problemas, aunque tampoco sean fácües, bien lo sabemos en España. Pero no la de las bombas. Si no, cualquier grupo rebelde va a soñar con que los americanos o la OTAN vengan a liberarlo a base de misiles. Sabemos que no: pero lo de Yugoslavia ocupa nuestros peores sueños. Enfin, hay mucha ingenuidad, mucha falta de saber histórico, mucho idealismo demasiado simple, en todo esto. Y países como España no tenían otra opción que seguir adelante. Habria que arreglarlo pronto. ¿Y por qué Chile en el título, me dirán? Porque la campaña judicial contra Pinochet arranca de un idealismo del mismo estüo: aunque aquí no se use el poder militar, sólo el judicial (y la presión de los media en esto hay coincidencia) Ya escribí sobre esto. Por supuesto, nadie puede defender cosas que en Chile sucedieron. Y se comprende muy bien el sentir de muchos que sufrieron en su carne. Pero, ¿puede convertirse España en el juez universal? España, que dio el modelo de cómo cerrar una dictadura cerrando eUa los Ojos a tantas cosas. Y, aparte de que España no tiene títulos y no puede ermiendar la plana a Chüe y renegar de su propio modelo, la cosa es que, como en Yugoslavia, una intervención desde fuera tiene riesgos. Divide al país. Ni puede emprenderse una guerra ante cada actuación de gobiernos o grupos que no nos gusta ni podemos llevar ante los tribunales a todos los que en el mundo no nos gustan. Ni siquiera en casos como el que tenemos delante. No solo en Chüe, también hubo crímenes en Argentina y Uruguay y Guatemala y tantos otros sitios de América. De los regímenes militares, desde luego. Pero también hubo otros, en diversos lugares, de los movimientos de liberación y de otros más, llámense como se llamen. Fueron innimierables: no quiero recordar el detalle de ninguna de esas nónimas siniestras. Y, fuera de ellas, en el mismo Chüe no era de color de rosa el régimen de Allende, sus errores trajeron una rebelión violenta. No aislemos recordando sólo lo que queremos recordar. No juzguemos en blanco y negro, hay mucho negro en muchas partes, también blanco en todas. Ese nuevo üimünismo idealista que nos autoriza, parece, a los americanos o a nosotros a sacar la espada o el tribunal ante cualquier conflicto en cualquier parte, debería pensar despacio antes de actuar. Incluso cuando tiene razón. No enconemos cosas que la historia acabará por sanar. Con mucho sufrimiento, es cierto. Pero guerras como la que nos traen a casa cada día los medios de comunicación no las alivian, ciertamente. De momento, al menos. El caso es que el horrible conflicto acabe de una forma digna para todos. Y acabe cuanto antes. Solo la paz es limpia. Francisco RODRÍGUEZ ADRADOS de la Real Academia Española

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