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ABC MADRID 25-04-1999 página 53
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  • EdiciónABC, MADRID
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DOMINGO 25- 4- 99 ECONOMÍA ABC 53 Sorpresa en Francfort Por Juan VELARDE FUERTES Mecanismos perversos Por Alberto REGARTE A subida del IPC hasta el 2,2 por ciento, cuando en Francia y Alemania se sitúa entre el 0,2 por ciento y el 0,4 por ciento, ha provocado una gran inquietud. Esa evolución de los precios tiene causas conocidas. La primera, el continuo descenso de los precios del dinero- del euro- a corto plazo, hasta un absurdo 2,5 por ciento, que se transforma, inevitablemente, en aumento de la cantidad de dinero. A más dinero, precios más altos. En segundo lugar, el gasto real de los españoles, para consumo o inversión, crece a más del 5 por ciento anual y hay dificultades para ofertar todo lo demandado en algunos sectores, como el de la construcción, el hotelero o el de transporte aéreo, que funcionan a plena capacidad, o restricciones administrativas, como en el caos del suelo urbano. Lo que no ocurre en la industria, que cuenta con una ilimitada oferta mundial. Si el suelo es escaso, su precio subirá. Si hay pocos albañiles subirán sus Salarios. si las fábricas de ladrillo funcionan a plena capacidad seguro que aumentarán sus precios, hasta que el coste de transporte compense la importación o se instalen otras nuevas. Y si hay pocos hoteles sus precios crecerán. Esas subidas de precios y salarios son be- neficiosas para la economía; envían señales claras a los empresarios de dónde invertir y a los trabajadores de dónde hay oferta de trabajo; hasta que las nuevas inversiones fuercen la competencia y el descenso de precios y salarios. El problema de las economías anquilosadas e intervenidas, como las europeas, es que, o no hay aumento del gasto real, en cuyo caso no crecen, o si se produce- como en España- puede derivar no en temporales alzas sectoriales de precios, sino en subidas generales de precios y salarios, en inflación. El mecanismo de transmisión inflacionario es doble. Por una parte, el sistema de convenios colectivos, monopolizado por los sindicatos, impone subidas de salarios en toda la economía, en función de lo que ocurre con el IPC y sobre la base de los convenios que registran mayores subidas, en lugar de permitir que en cada empresa los salarios se fijen según su productividad y capacidad de competir. En segundo lugar, cuando hay rigideces que impiden el aumento de la oferta, como es el caso del suelo urbano, o de nuestras insuficientes instalaciones aeroportuarias y las muy limitadas ferroviarias, que dependen del presupuesto o las presiones de Iberia, pilotos y controladores, las subidas de precios no juegan ningún papel positivo. Corregir esas situaciones es lo que denominamos hacer reformas estructurales. Es reforma del mercado laboral, liberalización del suelo urbano, privatización de AENA y más inversión púbÜca en infraestructuras. Si nada se reforma, podría ocurrir que partes significativas del sector industrial tengan precios y beneficios a la baja, como resultado de la competencia interna y externa y que, simiútáneamente, se vean obligadas a subir los salarios tanto como la inflación, poniendo en peligro su supervivencia. Y es que la inflación medra, sobre todo, cuando, además de permisividad monetaria, hay mercados intervenidos. S OBRE el papel, las cosas están muy cla- de sus males, considerando que esto se debía ras. En unas declaraciones a Basilio Ro- a que no bajaban los tipos de interés. Con gado, aparecidas en la revista Futuro esta disminución casi brutal, casi se podría en marzo de 1999, señalaba Eugenio Do- decir que a la japonesa, se esperaba que conmingo Solans, el español miembro del Co- cluyesen los lloriqueos de estos tres países. mité Ejecutivo del Banco Central Europeo Se decidió tras el cese de Lafontaine, porque (BCE) que reside en Frankfort, la importan- éste había presionado en demasía, y hubiera cia de la independencia de los Bancos centra- parecido que el BCE reaccionaba con debililes nacionales interrelacionados en el Sis- dad, y con ello, renunciaba a la independentema Europeo de Bancos Centrales (SEBC) cia. muy especialmente respecto al poder políDe este modo comenzarían a tener una matico: Es precisamente en ese terreno donde, yor consistencia las políticas de reforma essobre todo, importa la independencia... Así lo tructural de la Eurozona: laflexibihzaciónde ha establecido el Tratado de la UE y así lo de- los mercados laborales; un mayor control del sean los ciudadanos europeos gasto público; el olvido de la propuesta de El 8 de abril de 1999, contra todo lo que una jomada de 35 horas subsidiada en Franpodía constituir un planteamiento lógico, el cia; un nuevo ámbito para la negociación coBCE bajó dos cuartillos sus tipos de interés lectiva en Alemania; una reforma muy a preferenciales. Dos días antes, se creía en la fondo de las prestaciones sociales y, por sureunión del Comité de Coordinación Moneta- puesto, el abandono del culto a la igualdad en ria, del Servicio de Estudios del BCH, que no lo haría. En ella se sostuvo, con toda lógica, las rentas percibidas por las familias. Efectivamente, estas son alteraciones esque el BCE no lo bajaría el 8 de abril de 1999 porque, en primer lugar, al situarse los tipos tructurales muy importantes, pero el ponerde interés reales en mínimos históricos- en- las en acción de esta manera, no parece protre el 1,7 por ciento y el 2,3 por ciento- las bable. Incluso, de momento, va a provocar un condiciones monetarias ya ei: an expansivas. abandono de las mismas, si atendemos a las El segundo motivo para no moverlos era la muestras de entusiasmo que, como recogía depreciación del euro frente al dólar- enton- Pierre- Antoine Delhommais en Le Monde ces de un 8 por ciento y ahora ya casi del 11 por ciento- así como la existencia en inuchos países de un fuerte desequiübrio presupues La sorpresa ante la tario, sobre todo en Francia- un 2,9 por ciento de déficit respecto al FIB- en Italia- con un disminución de los intereses 2,6 por ciento- y en Alemania, con otro déficit en el BCE, pasó a ser general respecto al PIB del 2,4 por ciento. En tercer lugar había que procurar no en el mundo financiero. ¿Qué agravar las consecuencias de los fuertes incrementos salariales en Alemania, aparte de podría haber movido a que en la Zona del euro en febrero los agregaDuisenberg a situar el aM de dos monetarios habían crecido un 5,1 por ciento, por encima del nivel de referencia, silos tipos de interés con tanta tuado en el 4,5 por ciento. decisión y a tanta distancia? Finalmente se consideraba que el BCE prefería una política monetaria poco activa, como se traslucía de las citadas declaraciones de Eugenio Domingo Solans y de unas muy de 16 de abrü de 1999, se alzaron en Alemania, anteriores de Tietmeyer, el 8 de marzo de Francia e Italia. El presidente italiano del 1999, en las que éste discrepaba de la opinión Consejo de Ministros, Massimo d Alema, del presidente del BCE, Wim Duisenberg, de habló de decisión positiva que no le preocupaba el que el euro cayese, lo El ministro francés de Economía, Dominique parecía ratificar la opinión del miembro que Strauss- Kahn, aseguró que esto aceledel Comité Ejecutivo del BCE, Tommaso Pa- raría la salida del agujero de tipo coyuntural doa- Schioppa, de que no veía mal la baja en el que estaba Francia. Mientras tanto, se del euro. anotaban en este artículo las reacciones hosPara Tietmeyer, el BCE no tenía más in- tiles que partían de Finlandia, de Portugal, de terés en un euro excesivamente débil que en Irlanda o de España, países todos con vigoroso crecimiento que no precisaban de una uno excesivamente fuerte La sorpresa ante la disminución de los inte- medida cuyo primer efecto será el acentuar reses en el BCE, por tanto, pasó a ser general en eUos presiones inflacionistas en el mundo financiero. ¿Qué podía haber En el BCE falta algo, y ese algo es el Banco movido a Duisenberg a situar el alfil de los ti- de Inglaterra. Basta leer el artículo Econopos de interés con tanta decisión y a tanta mists for EMÚ aparecido en The Econodistancia? Karen Lowry Miller, en su comen- mist de 17 de abril de 1999, para entender lo tario No more excuses for dodging reform conveniente que hubiera sido que frente al aparecido en Business Week del 26 dé abrü trío centroeuropeo de Francia, Alemania e de 1999, atribuye esta jugada a una especie de Italia, se hubiera alzado otro periférico y actitud maquiavélica de Duisenberg. atlántico, de Finlandia ai España, pasando por Tres gobiernos, los de Alemania, Italia y Gran Bretaña, Irlanda y Portugal. Hubiera sido lo único capaz de poner coto, Francia- cabalmente, tras comprobar que sus fuertes déficit presupuestarios no les sa- -no a los pretendidos maquiavehsmos de Duicaban de un creciente amago de recesión- senberg, sino a su actuación como simple habían pasado a presionar sobre el BCE, al Pantalón de una commedia dell arte mal que habían convertido en la cabeza de turco urdida. L

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