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ABC MADRID 16-02-1999 página 53
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ABC MADRID 16-02-1999 página 53

  • EdiciónABC, MADRID
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AAARTES 16- 2- 99 CULTURA ABC 53 Muere José Luis Cano, fundador de Adonais y puente de la poesía española García de la Concha: Hizo de ínsula una isla de libertad y diálogo Madrid. A. A. La cultura española lloraba ayer por José Luis Cano. Descubridor de poetas, creador de la colección Adonais y timón de la revista ínsula fue puente entre el exilio y la España poética de intramuros. Con su muerte, -a los 87 años a causa de insuficiencia cardiorrespiratoria- se cierra una ventana tendida de par en par a la generosidad. José Luis Cano deja entre visillos El diario de un poeta desmemoriado Los restos de José Luis Cano serán inhumados a las dos de la tarde de hoy en el cementerio de La Almudena, adonde partirán desde el tanatorio de la M- 30, donde ayer recibió el último adiós de familiares, amigos y enamorados como él de la poesía. Deja mujer y dos hijas, Teresa y Margarita José Luis Cano (Algeciras, 1911) era licenciado en Derecho y Filosofía y Letras por la Universidad de Madrid pero la pasión poética venció las leyes. Sus primeros poemas aparecieron en la revista valenciana Murta En 1942 debutó en la lírica con Sonetos de la bahía y un año después fundó la colección Adonais que dirigió hasta 1963, arrancando con Los poemas del toro de Rafael Morales. En 1944 creó el premio Adonais. mió Fastenratli de la Real Academia) Ha biografiado a García Lorca (1962) Antonio Machado (1975) Vicente Aleixandre (1982) y Gustavo Adolfo Bécquer Granfigurade nuestra cultura D Impulsor y director de la revista ínsxüa y fundador del premio y de la colección Adonais. D Crítico, poeta, antologo y biógrafo, estudioso y apasionado de la poesía del 27, ha sido calificado como el benjamín de esa generación. D Fue uno de los más certeros descubridores de talentos poéticos de nuestra lengua en el último medio siglo. Canito y después como director de ínsula que quiso ser y fue de hecho ese gran vehículo de comunicación de los intelectuales desterrados y de los españoles Excelente crítico, gran estudioso de la literatura y apasionado de la poesía, el director de la Docta Casa enfatiza el significativo trabajo de Cano en ínsula que durante los años del franquismo fue eso: una isla de libertad y de diálogo así como en la transición, cuando supo mantener a flote y salvar la publicación en un momento en que arreciaron pubhcaciones como índice o Acento cultural Yo tomé el relevo después pero el mérito de haberla salvado fue suyo incide García de la Concha para enumerar unos méritos que justifican a una figura muy destacada en nuestro panorama cultural español desde la posguerra hasta bien entrada la transición Altímónde ínsula El director de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha, sitúa a José Luis Cano como una de las grandes figuras de la cultura española desde la posguerra hasta nuestros días Predecesor suyo en el timón de la revista ínsula José Luis Cano estuvo vinculado desde muy joven a la generación del 27, en concreto a su núcleo andaluz- Altolaguirre. Prados... en donde, aparte de una tarea creadora de estimable y digno poeta, cumplió el papel de puente entre el exilio y la poesía española del interior. Esa tarea la cumplió como gran colaborador de Enrique Beiúamín del 27 Su producción poética prosigue con Voz de la muerte (1945) Las alas perseguí- r das (1946) Sonetos de la bahía y otros poemas (1950) i Otoño en Málaga (1955) Luz del tiempo (1962) Poesía 1942 1962 (1964) y Poesías completas (1987) Como antologo ha conseguido capturar a los poetas andaluces contemporáneos (1953) a la nueva poesía española (1958) a la poesía española contemporánea y sus generaciones de posguerra (1974) y a la lírica española actual. A la generación del 27 ha consagrado gran parte de su vida, con estudios de la talla De Machado a Bousoño (1955) o La poesía de la geARCHIVO neración del 27 (1970) (pre- Canales, Dámaso Alonso, José Luis Cano, Aleixandre y Bousoño, en el Café León Orador y ensayista Miembro de honor de la Institución Fernando el Catóüco, de Zaragoza y de la Hispanic Society de Nueva York, orador en Londres, Oxford, Birmingham, París, Toulouse, Burdeos, Aix- Provence, colaborador de revistas literarias de aquí y allende nuestras fronteras, José Luis Cano, ensayista de El escritor y su aventura (1966) glosador de Heterodoxos y prerrománticos y Españoles de dos siglos (1975) pone punto y seguido a una memorable página poética. Poesía y generosidad OSÉ Luis Cano se nos ha ido y pocos sabrán cómo ha sido. El fundador de la célebre colección Adonais de la revista ínsula autor de una veintena de libros que han sido fimdamentales para la evolución de la literatura española del último medio siglo- sobre todo de su poesía- se ha marchado como de puntillas, pues hace ya más de una década que el silencio se había apoderado de él, tanto por los problemas de su salud, por su retiro más o menos forzoso, como por el injusto olvido o la desatención que casi todos los poderes, entre otros los literarios, le han perpetrado. Fue uno de los primeros biógrafos de García Lorca y Antonio Machado, en aquellos difíciles años de la postguerra, un antologo y testigo insustituible de la generación del 27, el amigo y confidente fiel de Vicente Aleixandre- cuya correspondencia editó, así como su excepcional Cuadernos de Velintonia un J digm simo poeta- como en Otoño en Málaga nado diálogo con su personaje, que era su proo Sonetos de la bahía un crítico de poesía pio trasunto, pues se trataba del seudónimo atento e informado, pero, sobre todo ello, un que empleaba en los primeros años de postgueanimador cultural de primera magnitud, que rra para sortear los pehgros de la censura. AUí, siempre dio aplastantes muestras de apertura en los años de su forzoso retiro y de las oleadas liberal, de generosidad infinita, acogiendo los de olvido que ya le rodeaban, señalaba que cahbros y las obras de varias generaciones de po- recía del instinto de la defensa espiritual proetas sin distinción alguna de tendencias, sin pia que odiaba todo lo que sea brillar y que espíritu a uno de bandería, fuera cual fuese, no sabía vivir Aim y todo, José Luis Cano en una intachable labor marcada después por consolaba a su personaje diciéndole: Eres un la ingratitud y la injusticia de muchos a quie- pobre muchacho y mereces ser feüz. nes tan denodadamente favoreció. Colaboré en su ínsula muchas veces, me Sin él, sin sus libros, sin sus aportaciones, honré con su amistad, y he evocado su sohtano se entenderán nunca del todo los caminos ria figura en mis recientes memorias, en las que ha recorrido la poesía española del último que le califiqué de demasiado bueno en memedio siglo. En uno de sus últimos hbros, esa dio de la jauría de jóvenes lobos egoístas que pequeña joya de Los cuadernos de Adrián nos rodea. Que el recuerdo de su sencillez, su Vale (Memorias y relecturas) de 1991, editado honradez, su bondad y su ilimitada generosipor la Fundación que lleva su nombre, creada- dad nos persiga para siempre a ver si así nos por el Ajointamiento de su ciudad natal, Alge- hace mejores, amén. ciras, José Luis Cano entablaba un emocioRafael CONTÉ

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