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ABC MADRID 28-01-1999 página 57
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  • EdiciónABC, MADRID
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JUEVES 28- 1- 9 9 CULTURA En la muerte de Torrente Ballester ABC 57 ENGO la certidumbre, no solo moral sino también intelectual y literaria, de que acaba de morir uno de los grandes novePérez Galdós o J- ECUERDO Víctor García de la Concha recibió ayer a primera hora de Ustas de la lengua española y se llama Torrente H r que le in- la mañana la noticia de la muerte de Torrente Ballester en aPíoBarojaoa A. Vvité a ha- su despacho de la Real Academia Española, desde donde, Ramón Gómez Ballester, Gonzalo Torrente Ballester. Para mi la lectura de la La saga fuga de J. B blar en Oviedo al poco de dar orden de que la bandera de la Docta Casa on- de la Serna esen 1963. Iba a ha- dease a media asta, transmitió a ABC el siguiente artículo. tán escritas a de 1972 fue una epifanía tan luminosa y tan contraluz de lo abierta que no pude sustraerme a su propia fasblar de su experiencia como novelista, pero comenzó su diser- que el llamó la estética del realismo suficiente. cinación. Creo que ahí está el mejor Torrente, Gonzalo fue además señor de las palabras el inás arriesgado y, naturalmente, también el tación denunciando la desaparición de un monumento a Clarín que- él había conocido en su porque el personaje, nos dice él, encuentra al es- más fundacional. Suele regalarse a veces el adjuventud y que había sido derruido durante la critor sumer éndose en el agujero de unas pa- jetivo fundacional a algunos novelistas españoGuerra Civü. Y allí mismo, Gonzalo pidió que se labras para, entonces, pasar a otro mimdo. Éste les que, aunque ló sean, no tienen, en todo caso reconstruyese el monumento como expresión de es un hallazgo fecundísimo que nos muestra desde mi punto de vista, la altura del titulo de la concordia que debía ser recuperada. Más qué en su obra la palabra se constituye en cen- esta novela. La saga fuga de J. B es una saga tarde, en 1979, yo Uegé a Salamanca, donde él se tro que lo irradia todo. Para él la novela entera épica que yo tampoco entendería completaestaba jubilando. Desde entonces entablamos se hace en tomo a la palabra, las palabras crean mente si no sospechara que Torrente se atrevió una relación casi familiar. Promoví el homenaje todo enlazándose unas con otras. Quizá La a saltarse a la torera todas las fórmulas tradicionales de la novela esque después se pubücó con pañola a partir de la lectura motivo de su jubilación. de algunos novehstas iberoGonzalo firmó mi candidaamericanos de los años setura para la Real Academia senta. Española y fue él quien, poco después, contestó mi Y voy a empezar por uno discurso de ingreso. Duque no es de lengua esrante mucho tiempo hemos pañola, y me reñero a Guivivido en la inisma calle, en maraes Rosa, y después sela Gran Vía de Salamanca. giuiría con un cubano: LeTodos sabíamos que esto zama Lima. Siempre podía ocurrir, el médico le encuentro alguna relación había dicho que la debiliconsanguínea y no, precisadad de su corazón hacía ex mente lejana, entre Paratremadamente peligroso diso y La saga fuga de cualquier episodio proJ. B Esta es su gran novela blemático, algo que aconteavmque no hay que olvidar, ció desgraciadamente la panaturalmente, su Don sada noche, casi mientras Juan y Los gozos y las dormía. sombras Otras novelas de Gonzalo Torrente delatan Y ésta ha de ser mi priel conocimiento tan permera reacción, el dolor perfecto que tenía de la técnica sonal, el dolor por la pérTorrente y Saramago, en 1995, diirante uno de sus múltiples encuentros de la novela y de la lengua. dida del amigo. Pero ante su muerte se sobrepone otra impresión, más saga fuga de J. B. sea, además de una novela, No en vano era im profesor de literaura, que institucional. Para la Real Academia Española un rosario de teorías sobre la novela, que luego enseñó en España y Norteamérica y, en ese es una pérdida muy importante, la de uno de él desarrolló en obras como Fragmentos del sentido, profesaba perfectamente no sólo como sus miembros más activos. De hecho, aunque Apocalipsis Y también es lo que crea mimdos van. noveñsta, que sabía hacer muy bien literaúltimamente no podía asistir a las sesiones, como el de Los gozos y las sombras cuya ver- tura, sino que también conocía a fondo la UteraGonzalo me preguntaba, semana a semana, de sión para televisión produjo el acercamiento de tura que luego ejercía en sus novelas. Con esto qué habíamos hablado, de modo que se man- la masa al autor. Pero quedan atrás también quiero decir que en Torrente sé da exactamente la personalidad del profesor y el creador. tenía informado, a través de mí. Además, él ha obras memorables como Don Juan Hay otros casos muy parecidos, pero la unión sido siempre im académico miiy querido. TamGonzalo Torrente Ballester ha muerto con las bién para la cultura española, parala cultura en botas puestas. Estaba dictando una novela a su entre ambos no es tan perfecta como lo fue en general, se trata de la pérdida de Uno de sus pro- mujer, que es una mujer excepcional, su es- Torrente. tagonistas de talla excepcional. En Gonzalo To- posa, amiga, compañera, enfermera e incluso Su muerte es una noticia luctuosa para ía lirrente Ballester coinciden el creador y el crí- secretaria. Gonzalo podía dictar una novela de teratura de lengua española, pero en estos motico; el creador, por tanto, y el teórico, porque forma prodigiosa porque tenía una memoria mentos también pienso en su nieto Marcos Guifue un gran noveñsta y también un magnífico privilegiada, unida a un enorme depósito de lec- ral Torrente, que es exactamente quien se ensayista y crítico, sobre todo de teatro. Su for- turas que había asimilado y recordaba. Eso y su puede convertir en el continuador familiar de mación fue muy completa, y es de cuño orte- capacidad fabuladora le permitieron morir con la saga de Torrente Ballester, la saga de T. B. guiano, como lo fue la de todo su grupo, la de la novela proyectada en las manos. Creo que Guiral Torrente puede ser ese contihombres corno Laín Entralgo o García SabeU. Era también ensayista, al modo de Mon- nuador en la memoria de su abuelo y en la meGonzalo tenía una ciütura verdaderamente formoria de ese gran novelista que fue Torrente puesto midable, un conocimiento exhaustivo de los clá- taigne, con unaque abordaba sus obras de este Ballester. La aportación de Torrente a la literagénero filosofíaimpremeditada. Ello se sicos españoles pero también una sóUda base de demuestra en los Nuevos cuadernos de la Ro- tura se ha dado en dos vertientes. Por un lado, los clásicos de la cultura occidental. Recuerdo mana en el que cada suceso, cualquier suceso, la vertiente tradicional de la novela más decique una vez me confesó que quien le había con- lo lleva a su significación más plena. Gonzalo monónica si se quiere, de la novela estrictaducido de vuelta a Cervantes fue Laurence Ster- dijo que toda escritura de creación siempre ma- mente tradicional; y luego está la gran novela ne con el Tristan Shandy Él vuelve a Cervan- ridaba los libros y la experiencia. Si se añade de vanguardia, lo que representó en la novela tes y se hace cervantino y cervantista, porque esa facihdad, esa galanura en el decir que tenía, española el atrevimiento de escribir y pubücar en su obra, desde entonces, pasa a primer plano esa capacidad- de improvisación que le hacía di- La saga fuga de J. B Tengo entendido que alese sentido bifronte, el que mezcla la realidad y sertar durante toda una conferencia sin come- guno de esos capítulos fueron escritos en lenla magia, como el baciyelmo quijotesco. De he- ter un solo error de construcción, junto a todo lo gua gallega, lo cual no sé si es conocido por el cho, Gonzalo iba a escribir un ensayo sobre el dicho, se entiende por qué la Academia y sus gran público. En todo caso, la consecuencia es Quijote. como juego. Torrente Ballester empieza que es un texto narrativo insoslayable, que entonces una escritura a contracorriente. Al amigos hemos perdido a un hombre de excep- puede servir para que muchos sigan aprención. La cultúralo ha perdido, pero él ya ha enmismo tiempo que madura como creador es- trado en la Historia de la Literatura por derecho diendo a escribir una novela sin veleidades fricribe el Panorama de la literatura española propio. volas y con profundidad de vanguardia. contemporánea y el Panorama del teatro esVíctor GARCÍA DE LA CONCHA pañol conteporáneo Las páginas que dedicó a J. J. ARMAS MARCE déla Real Academia Española Cervantino y cervantista Epifanía luminosa T

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