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ABC MADRID 27-01-1999 página 17
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ABC MADRID 27-01-1999 página 17

  • EdiciónABC, MADRID
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MIÉRCOLES 27- 1- 99 OPINIÓN Eiscenas políticas ABC l 7 CON DOLOR resulta peor que la enfermedad, pues las tropas que envían se ven pronto envueltas directamente en el Lo más grave de todo es que Sie- conflicto por afinidades étnicas o inrra Leona no es una excepción. Es tereses económicos. más bien lo normal hoy en África. ¿íuién tiene la culpa de haberse La tercera parte de los 42 Estados al llegado a esta situación? Hay tantos Sur del Sahara están envueltos en culpables que enumerarlos todos conflictos armados de un tipo u nos llevaría el resto de esta postal otro. Sólo en el Congo luchan tropas Desde los jefezuelos africanos que de siete naciones, no sabiéndose ya tratan de imponerse por la fuerza en quién está con quién, pues en reali- su país a los vendedores de armas dad, están todos contra todos. El se- europeos que están haciendo el manario Newsweek decía hace gran negocio con aquella carnipoco que el África de 1999 se parece cería. Pero el origen de todo está en a la Europa de 1914. Me parece que aquella mal llamada y peor ejecuse queda corto. La Primera Guerra tada descolonización, que no tuvo Mundial fue un conflicto localizado en cuenta las características de en el tiempo y en el espacio. África, África. Sé creyó que con quitar a en cambio, parece un volcán en aquellos territorios su condición de erupción. Para colmo, aquellos Go- colonia iban a surgir Estados, naciobiernos han roto un tabú hasta nes como las europeas. Cuando aUí; ahora respetado: no inmiscuirse en tales conceptos son ajenos. Lo que los asuntos del vecino. Ahora em- resurgió fue la tribu, con odios anpiezan a enviar sus tropas a interve- cestrales, y han empezado a manir en las luchas internas más allá tarse, como lo habían hecho dude sus fronteras, con lo que vamos camino de una guerra civil a escala rante cientos de años. Lo malo es continental. Sin que la GNU, el Con- que ya no lo hacen conflechas, sino sejo de Unidad Africana y otros or- con fusiles automáticos y bombas ganismos internacionales hagan de todo tipo. nada. Y cuando lo hacen, el remedio José María CARRASCAL CAPRINA estas fechas hay que haEN losdeperiodistasPara nosoblar la cabra. tros, de hoy, hablar de la cabra en enero es como para nuestros abuelos escribir de la castañera en diciembre. En el lugar de Celtiberia llamado Manganeses de la Polvorosa, los mozos del lugar han vuelto a tirar la cabra desde el campanario. El destino de la cabra de Manganeses es el mismo que el de algunos políticos: Primero, el gentío aclama a los políticos, los ensalza y los sube hasta el campanario, a la misma altura que el toque de gloria, y después los deja caer. He leído que este año la cabra ha caído en la manta desplegada abajo y ha salvado las costillas, el rabo y las tetas. Otros años, la cabra cae fuera de la manta, o la desgarra al caer, y se despancija. Cuando esto sucede, hay mozos y mozas que se mean de lá risa. Encima, hay quien a estos que se ríen les llama cabritos, o sea, hijos de la cabra. Al año siguiente, otra cabra. ¡Más cabras! Esto es como los caballos de las corridas de antes del peto. El toro los despanzurraba, y la gente gritaba ¡Más caballos! Ése de ¡Más caballos! se convirtió en el grito nacional. En el ruedo ibérico siempre hay abonados al tendido 7. Hay otro grito nacional, éste constructivo, que es el ¡Viva Cartagena! La de tirar la cabra desde lo alto del campanario es una costumbre muy arraigada en las tradiciones del pueblo de Manganeses de la Polvorosa. Hay otro Manganeses, también de la provincia de Zamora, pero ese Manganeses se Uama de la Lampreana, y allí no sé yo si tiran también la cabra. Que se sepa, no. Tampoco parece que tiren al cura. Porque lo malo que tienen estas costumbres tan arraigadas en la tradición popular es que, cuando falta la cabra, se echa mano del cura, que es lo más lógico que se pueda tirar desde un campanario porque es lo suyo, y si el cura se resiste, tiran al alcalde, al maestro o al boticario. Si en vez de boticario, hay boticaria, la tiran con más gana. Pero la picaresca de la feria de Cuemicabra explica que hay veces que a la boticaria no la tiran sino que se la tiran. Lo más gracioso de tirar a una criatura de san Francisco desde lo alto de la espadaña del pueblo, o al párroco, coadjutor, sacristán o a cualquier cristiano con crisma de bautismo, es que algunos mozos quiten la manta en el momento de tomar tierra el arrojado. En Celtiberia hay mucha gente tirando a otra desde el campanario, lo mismo clérigos que seglares. Hay otra gente encargada de quitar la manta y facilitar el despancijamiento de la víctima. Y también hay que contar con los que están ahí para mearse de risa. Cada día hay uno o varios batuecos que son arrojados en un vuelo regocijante desde algún sitio alto. Da gusto verles caer haciendo asparajismos. Ahora, por ejemplo, los gamberros han tirado desde el campanario al Garci, y la Academia del Cine ha quitado la manta. Menos mal que Garci siempre cae de pie y además tiene siete vidas como los gatos, y no como la cabra, que en seguida se escoña. El toro ahogado, el burro muerto a garrotazos, el cerdo corrido a palos y el gallo decapitado de un tajo son los juegos preferidos de esta raza nuestra, amasada de arte y de barbarie, deücada y terrible. Pero en Celtiberia todavía tienen mejor trato los animales que los humanos. Los ecologistas y los verdes se preocupan ahora mucho de la víbora cornuda, el lagarto vivíparo o el águila real, pero aquí los que corren verdaderamente peligro de extinción son los humanos inofensivos y pacíficos, y nadie se encarga de proteger esa especie. Si esos españoles son además excelentes, entonces el pehgro de que le tiren por el campanario es mucho mayor, porque uno de los festejos nacionales consiste en despanzmrar la inteUgencia y descalabrar al excelente. Como diría algún extranjero cachondo este es un país que va de mal en peor y cuyos habitantes degeneran. Este es un país donde se empieza por matar a la gente con tiros en la nuca y bombas en los supermercados y se termina tirando una cabra desde el campanario o aplastando con una asfaltadora al escarabajo pelotero, habitante sagrado del Levante. Jaime CAMPMANY Breverías Una huelga La niebla que ayer envolvía el primer día de huelga de los pilotos de Aviaco, ocultando el efecto real del paro convocado, parece envolver también determinados aspectos del conflicto. Sin embargo, hay algo claro en este problema: el punto de escándalo que en la opinión pública produce que un cuerpo de élite, como es el de los pilotos, haga uso tan prestamente de un derecho constitucional como es el derecho de huelga. Cierto es que se trata de un derecho irrenunciable. Pero su legítimo ejercicio no debe ocultar que existen otros valores de referencia. Valores a los que profesionales así se deben atener y de los que las empresas no deben abusar. Brasil y Argentina Lo que se llama el efecto caipirinha la repercusión de la crisis financiera brasileña, incide en el conjunto regional al que pertenece en medida más directa que sobre otros ámbitos económicos internacionales. Su impacto sobre el tipo de interés en Argentina es un ejemplo claro de ello y su repercusión sobre el tipo argentino de cambio, con la paridad peso- dólar, es algo que ya se comienza a descontar en el otro gigante hemisférico, tal como ha advertido el ministro de Economía argentino. Como en las leyes de Newton, a más proximidad mayor atracción y repercusión de lo ocurrido en otro planeta dentro del universo de la economía global. C iOL e s A 1 BK 2 S r b é e l a ciiif ars 0i eCNa. ABC CiiJN tn Ahora, A B C Ciilturdl, ale los i eves

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