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ABC MADRID 03-11-1998 página 3
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ABC MADRID 03-11-1998 página 3

  • EdiciónABC, MADRID
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EDITADO POR PRENSA ESPAÑOLA SOCIEDAD ANÓNIMA 3 DE NOVIEMBRE DE 1998 FUNDADO EN 1905 POR DON TORCUATO LUCA DE TENA L comienzo de esta historia arranca de un cuento de Las mil noclies y una noche y demuestra que no hay nuevo bajo la capa del sol, ahora más peligrosa que nunca por culpa de los rasponazos en el paraguas de ozono. Érase un pobre creyente que quería desprenderse de sus babuchas viejas y lasabandona a la puerta de casa. Un vecino, también honrado creyente; las reconoce y con amabilidad exq 3i sita se las lleva a su dueño, que tiene que dar las gracias e invitarle a un vaso de té aromático. El amo de las babuchas las deja en el zoco, pero un mendigo lo pilla y se las devuelve amablemente: el señor de las babuchas da las gracias y socorre al buen pordiosero con una moneda. Y así va alejándose, hasta que sale de las murallas de la ciudad; pero siempre alguien acaba trayéndole las babuchas. Harto, cansado y un poco deprimido, acaba arrojándolas desde su azotea, cuando pasa el emir, a quien las babuchas le rebotan en las narices: aquello es tm insulto a la autoridad o aún peor. El capitán de la guardia- con tres soldadossube a casa del creyente y le corta la cabeza en presencia de sus cinco mujeres. ABC DOMICILIO SOCIAL J. L, LUCA DE TENA, 7 28027- MADRID DL: M- 13- 58 PÁGS. 144 E LA MALDITA CAJA DE PUROS Catalina de Mediéis y lo hace para bien de la humanidad y sobre todo de su dulce Francia, dando instrucciones a botánicos y naturalistas de cómo había que cultivar el hallazgo, porque era muy bueno para la salud y encerraba maravillosas virtudes medicinales. De esta forma el nombre de Nicot quedó asociado para siempre a la nueva hierba y el naturalista Linneo lo puso en las enciclopedias llamando a la planta nicotina. Transcurrieron cuatrocientos años- ya es 1930- y en el mundo entero se celebra con gran pompa la efemérides. El fantasma del señor Nicot se estremece de alegría y se siente orguUosísimo de que el, nombre de su padre esté en boca de todos y ya de todas. En Francia se celebran numerosos festejos y un Congreso Nacional de Fumadores. Mademoiselle Coyssials es reina del tabaco en París. Miss Mand Loty resulta elegida la fumadora más bella del mundo. Por la Quinta Avenida, de Nueva York, desfila un, regimiento de hombres disfrazados de cigarrillos: el cuerpo es una Pues ahora- sin final sangriento y mora- cajetüla y la cabeza el pitülo. Ea Londres lizador- esto puede ocurrir con una caja de florecen las. pipas en los árboles y la toapuros. Quiso la mala fortuna que un buen gen de Sherlóck Holmes es un millón de amigo me enviara, de regalo, una hermosa veces imitada. En Hollywood triunfa el caja de puros. Por lo visto ignora que yo no tabaco, ellos fuman en el Oeste, mascan y fumo y mucho menos cigarros. Como es escupen y las más hermosas se adornan preceptivo agradecí el obsequio y me dis- con cigarrillos en todas las películas: puse a traspasarlo. Los puros siempre han Gloria Swason, Joan Crawford, Marlene sido apreciados en estas tierras- y en Dietrich, Greta Garbo... Fumar es un orgumuchas otras- e incluso emblema de políti- llo, una divisa y, paradójicamente, un cos y artistas: recuérdese a Churchül, a signo de inquietante femineidad. Es el Fidel Castro, a don Jacinto Benavente y a tiempo de los cigarrillos turcos y egipcios, Sara Montiel. Me dispuse a regalar la olo- del papel negro y la boquilla dorada, de las rosa caja y a quedar bien con alguna amis- cajas de lata con cincuenta ejemplares: de tad, pero no encontré a nadie que fuera los Muratti y los Cravena. Claro que tainadicto a aquellos tabacos y sí corteses bién fuman los pobres, nace la flor de negativas y en ocasiones humillantes des- andamio corre el tabaco picao y el de denes. Quise agasajar a mensajeros, elec- hebra, los rudos dedos de los menestrales tricistas, carteros y otros honrados simila- lían cigarrillos y pasan la ronda y los harares y todos me negaron el pan y la sal. Subí, pientos recogen colillas de señorito. entonces, a la azotea de mi casa y a punto Diez años después- tiempos de posguerra estaba de arrojar el envenenado obsequio, en España- se convierte en artículo de pricuando pensé que tal vez cruzara por mi mera necesidad. A tanto llega su prestigio calle el presidente Aznar. Ahora la caja de que los mozos de dieciocho años obtienen puros y yo vivimos juntos, hasta que cupones de tabaco y hombría y no así las ambos nos sequemos definitivamente. chicas, una vez más discriminadas. En la Esta historia- casi de buenos y malos- cartilla de racionamiento está el tabaco a la empieza a echar humo hace más de cuatro- altura del pan, del aceite, del arroz y de los cientos cincuenta años y la pone en mar- garbanzos y a la salida del metro se vende cha el entusiasta señor Jean Nicot (1530- rubio y picao e incluso cigarrillos sueltos 1600) polígrafo francés, diplomático y pre- y los estraperlistas recogen colillas y transcisamente embajador en Lisboa. El señor forman babas, alquitrán y nicotina en un Nicot recibe a un mercader flamenco, que producto seminuevo. Los soldados del ejérviene del Nuevo Mundo y le trae las hojas cito americano- 1945- reciben una cajetilla de xma planta muy curiosa, que los españo- al día y los prisioneros, media. Por un les decían tabaco. El embajador se apresu- cartón se puede comprar casi todo y el fanra a mandar aquella planta a la Reina tasma del señor Nicot sigue triunfando. Las estadísticas comienzan a funcionar y ya sabemos que Madrid y Barcelona son las dos ciudades que más tabaco consumen en España. Las capitales ganan al campo, aunque al pastor solitario siempre se le ve con un cigarro en la boca. El ruido y la música hacen arder cerillas y mecheros, la lengua se mueve con alterne, tabaco y tertulia, y así resulta que Orense, Teruel, Soria, Lugo y Pontevedra gastan menos en fumar y en consecuencia son las ciudades más silenciosas de España. Ya ha sonado la alarma: El tabaco perjudica seriamente la salud Los fumadores van camino del exilio y de la más absoluta vergüenza. Ya no pueden echar humo ni siquiera en el vestíbulo del teatro, ni en los andenes del metro, son arrinconados y perseguidos: a ellos se les reservan las peores mesas de los restaurantes, los vagones más incómodos del tren y los asientos de atrás de los aviones: de nuevo hay que fumar en el cuarto de baño, a escondidas de la policía y de los voluntarios. Se prohiben los puros y la pipa. Del cine de Hollywood han desaparecido los cigarrillos- que ya sólo gastan los malosy si un político se quiere jugar los votos no tiene más que ofrecer una ronda. Sólo las plazas de toros echan humo- algo que se advierte- sobre todo- en las corridas nocturnas y España va camino de convertirse en uno de los países más silenciosos del mundo. A mí todo esto, la condena del señor Jean Nicot, me parece muy bien. Lo que no me gusta es que se prohiba fumar de forma violenta y antipática y que la vista de un pobre desgraciado, con un cigarro, sea motivo de delación. Me alegro mucho de que Penélope Cruz no salga fumando en las películas- excepto si hace de malapero añoro la imagen de Mae West con mano en la cadera y cigarrillo en los labios. Y ya que estamos prohibiendo, vamos a echar la casa por la ventana: se prohibe escupir a los futbolistas, que salen por la tele y escupen todo el tiempo; se prohibe hablar a gritos en los lugares públicos; se prohibe decir ordinarieces y hurgarse las narices; se prohibe utilizar excavadoras en la madrugada, enfurecerse en el automóvil y no lavarse nunca. Todo esto perjudica seriamente la salud, como el tabaco, que ha convertido a los fumadores en cajas de puros y ya nadie los quiere, aunque todos tengamos un amigo fumador, una novia con cigarrillo, un padre avergonzado e incluso un niño escondido en el lavabo. ¿Por qué vamos a tirarlos a la basura como si fueran babuchas viejas? Jaime de ARMIÑÁN

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