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ABC MADRID 26-07-1998 página 21
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  • EdiciónABC, MADRID
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DOMINGO 26- 7- 98 OPINIÓN Escenas políticas ABC 2 1 MAS CARAS en presentar sus demandas otro colectivo estatal, sobre todo si tiene en sus manos medios para hacer sentir sus reivindicaciones? Y hay muchos. Prácticamente, todos los servicios públicos nos tienen cogidos por el cuello. Si se ha cedido ante algunos, ¿por qué no pueden exigir lo mismo los otros? ¿O es que van a ser castigados precisamente los que se portan bien y no tratan de chantajear al cuerpo social? El segundo fallo de este convenio es precisamente ése: que se ha cedido ante el chantaje. Y la experiencia arroja que quien cede una vez al chantaje está condenado a ceder siempre. Ante el chantaje sólo hay una actitud: la firmeza. Cualquier otra cosa es quedar en manos del chantajista para siempre. Aunque otros colectivos estatales no sigan el ejemplo de controladores aéreos y personal de aeropuertos, estos saben que el Gobierno es débil, que cede si se le pone bastante fuego debajo del trasero. Vamos a ver si este convenio dura los cuatro años que tiene de vigencia o sólo hasta el próximo verano, cuando la temporada turística esté a punto de empezar y en Barajas se multiplique el trabajo. La tentación de repetir el golpe va a ser casi irresistible. Sobre todo después de haberles salido tan bien el primero. Con lo que llegamos al verdadero meollo de la cuestión. Vamos a ver. las demandas de los empleados de aeropuertos, ¿eran justas o se trató de un chantaje? Si su trabajo se había multiplicado de tal forma que resultaba injusto que siguieran ganando lo mismo, ¿por qué no se atendieron sus demandas en los 18 meses que llevaban de negociación? Y si se trató de un chantaje, ¿por qué se cedió ante él? En cualquiera de los dos casos, lo que no cabe es lo ocurrido: tenernos con el alma en un hilo cara al gran éxodo de agosto y hacernos aguantar las molestias de una huelga de celo. Todo para ceder en lo que podía haberse cedido hace mucho tiempo. O sea que hemos tenido lo peor de ambas cosas. Aunque lo peor puede estar todavía por venir. José María CARRASCAL LA SENTENCIA Juan Froilán de Todos los Santos, hereNACIDO Felipegeneración a dero de la tercera la Corona de España, y mientras vemos si se le cercenan nombres en el Registro Civil o lo dejan con todos los que ahora tiene, entremos en consideración de otros acontecimientos de menos relieve y momento. Alejado Miguel Ángel Rodríguez, crucificado Gómez de Liaño, victorioso Jesús Polanco (pío, felice, triunfador Polanco) retirado Glano, llegado Hiddink, confirmado Javier Clemente, regresado Aznar, muerto Francisco Paesa, feliz Emilio Ybarra, cerrado Egin ofrendado el Apóstol, enquistado Marqués, cabreado Bacigalupo, ennoviado Borrell, pedida la mano de Eugenia Martínez de Trujo para Fran Rivera, indemnizado Marey, colocado Luis María Anson, condenado Barrionuevo y filtrada la sentencia, ya puede empezar poUticamente el verano y marcharse cada cual a su hamaca. Loyola de Palacio, en vez de irse a una hamaca, se irá a un olivo, porque anda de olivo en olivo como los mochuelos. Tendré que buscar a mi amor por los oüvares, aceitunero altivo o Antoñito el Camborio. Lo malo es que se me hinchan los pies por la mala circulación, y ya no me caben ni los zapatos color corinto del Camborio ni el puntiagudo charol para el tango que me regaló Martín Prieto. Y aquí estoy, sin poder hacer el ocho ni la quebrada en los bailes de la terraza del Hotel Milano. Aquí, ya en el Lago Maggiore, ejecuto cumplidamente mi venganza, que consiste, como dice Cela, en seguir escribiendo. Algún otro día escribiré de eso, o sea, de seguir escribiendo. Lo más significativo para mí de la sentencia del caso Marey son los magistrados discrepantes. De los once magistrados del Tribunal, siete están a favor de la condena y cuatro en contra. Los cuatro disidentes componen el cogollo y el floripondio del felipismo judicial. Jiménez Villarejo salió presidente de la Sala con los votos de los magistrados propuestos por el PP, tal vez porque Aznar quiso practicar en esa ocasión la elegancia social del regalo. Enrique Bacigalupo (qué boda sin la tía Juana) ni siquiera tuvo necesidad de opositar y lo metieron los socialistas en la Judicatura como jurista de reconocido prestigio y es un obsequio que nos envió desde Argentina Héctor Cámpora. Gregorio García Ancos viene de la Dirección General de los Registros y otros cargos en los gobiernos socialistas, y Martín CaniveU es el ariete polanquista para enterrar el sumario de Sogecable y cumplir la venganza contra Gómez de Liaño. Desmenucemos esa historia. Jiménez Villarejo denuncia a Gómez de Liaño. Martín Canivell instruye el sumario y procesa al denunciado. Bacigalupo y García Ancos forman la sala que confirma el procesamiento. Como en las cintas del far- west, cuatro jinetes cabalgan jimtos por el Supremo. Y ahora, la pregunta del millón de dólares. ¿Quién filtró la sentencia? Porque hay que chuparse el dedo con la fruición de un mamoncillo, o ahí, en esa filtración tan oportuna no sólo ha operado el legítimo deseo de dar un pisotón profesional. Ahí hay maücia, que dirían los moralistas, y malicia naturalmente política. No anda lejos la pillería de Felipe González. Se trataba sin duda de desacreditar al Tribunal, demostrar una división de criterios que le deja casi dividido por gala en dos, de incitar al cambio de penas cuando todavía es tiempo para ello, y de criticar la sentencia aún antes de que se haga oficialmente púbUca. El Tribunal Supremo se ha visto en la vergüenza de tener que abrir una investigación para averiguar de dónde ha salido la filtración, y ha nombrado instructor a un presidente de Sala. El señor instructor tendrá que preguntar ahora, uno a uno, a todos los magistrados de la Sala si tuvo algo que ver en la traición y si fue él quien diera el chivatazo, precisamente, y mire usted por dónde, al diario El país Y a esa pregunta nadie va a dar la respuesta famosa: Fuenteovejuna, señor No se lo deseo, pero le auguro al magistrado instructor un fracaso rotundo. Jaime CAMPMANY Breverías Clinton y el Gran Jurado Hace siete meses, el equipo jurídico del presidente BUl Clinton aseguró que su cliente jamás prestaría testimonio de forma voluntaria ante el Gran Jurado de Washington que investiga un posible caso de perjurio habido en los testimonios de Clinton y Monica Lewinsky sobre su relación. De repente, el pasado viernes se supo que los abogados del presidente negocian con el fiscal especial, Kenneth Starr, los términos en los que se produciría la deposición del presidente ante el Gran Jurado. ¿A qué se debe tan radical cambio de actitud? Aunque pudiera darse el caso de que el equipo de Clinton considere que ahora ya tiene preparada su defensa, todo parece indicar más bien que la Casa Blanca sabe ya que la citación judicial al presidente es inevitable y, por lo tanto, intenta buscar las condiciones más honorables para el acto de testificar del presidente. En todo caso, lo que parece claro es que Clinton tendrá que rendir cuentas y ante él acecha una de las acusaciones más graves que pueden cernirse sobre el presidente de Estados Unidos: haber mentido bajo juramento. La larga y costosa investigación del fiscal especial, Kenneth Starr, tiene en el caso Monica Lewinsky la última oportunidad de demostrar que la multimillonaria inversión de dinero público en el caso obedecía a una causa justificada. La hora de la verdad islJl ABC im (nin ticalR ivwiv. abe es informatica

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