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ABC MADRID 18-03-1998 página 18
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  • EdiciónABC, MADRID
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18 ABC OPINIÓN Panorama MIÉRCOLES 18- 3- 98 INTERNET Y SUS METÁFORAS sin duda, Jorge Luis de los primeros en anticipar, desde la FUE, lucidez de su ceguera, Borges unoyextrema la esencia la existencia de Internet. Y lo hizo a través de las hermosas metáforas contenidas en algunos de sus más célebres relatos: El Aleph La biblioteca de Babel El libro de arena y El jardín de los senderos que se bifurcan entre otros. Como ocurre en el Aleph, en cualquier punto de Internet están virtualmente presentes todos los puntos del espacio, y cualquiera de estos puntos puede ser suma y compendio del mundo y de todas sus circunstancias. Al igual que la biblioteca de Babel, la World Wide Web es una esfera cuyo centro está en todas partes y cuya circunferencia, en ninguna; de ahí que pueda albergar un número infinito de libros. En cuanto al libro de arena, se llama así porque no tiene principio ni tiene fin, lo mismo que Internet, cuyo número de páginas puede ser infinito, y ninguna es la primera ni la última. El jardín de senderos que se bifurcan, por su parte, es la imagen más acabada y sugerente del hipertexto. El propio Borges explica, en su relato, que ese jardín laberíntico en el que los senderos se bifurcan- y convergen- sin cesar es la metáfora de una novela caótica en la que los personajes optan, simultáneamente, por las diversas alternativas que se les presentan, de tal forma que todos los desenlaces son posibles, y cada uno es el punto de partida de nuevas bifurcaciones. Ahora bien, todo esto que Borges soñó, y que ahora se ha visto realizado en la red, puede convertirse en una auténtica pesadilla. De hecho, sus cuentos nos previenen también de los peligros que entraña asomarse al interior de estos fenómenos y del enorme precio que hay que pagar por ello, que no es otro que la enajenación y la locura. Tarumba habrás quedado de tanto curiosear donde no te llaman le dice Carlos Argentino Daneri a Borges después de que éste haya contemplado el Aleph. Me quedaban unos amigos; dejé de verlos. Prisionero del Libro, casi no me asomaba a la calle explica de forma gráfica el protagonista de El hbro de arena Al final, el Libro acaba convirtiéndose en una auténtica obsesión, en algo monstruoso, un objeto de pesadilla, una cosa obscena que infamaba y corrompía la realidad Por suerte, el alter ego de Borges consigue librarse del Libro extraviándolo en los anaqueles de una gran biblioteca. Pero hay muchos cibernautas que ya no podrán desengancharse de Internet, que viven literalmente atrapados, como moscas incautas y felices, en esa tremenda red o telaraña, a la espera de que el ciberespacio, ese agujero negro que hay detrás de la pantalla del ordenador, se lo trague por fin todo y pasemos todos al otro lado. Borges soñó también con un inmenso plano que reprodujera perfectamente la imperfecta realidad. De momento, ya hemos sustituido la exploración directa del mundo por la exploración de su reflejo, que, visto desde una perspectiva platónica, no Uega a ser más que el reflejo de un reflejo de un reflejo. O sea, nada. Luis GARCÍA JAMBRINA HE edpii o QgNcepetairg ¿A lNDePirNi Afc 44, Planetario j PREGUNTAS IDIOTAS UlÉN demonios será ese tal Franz la ¿Q Fischler para permitirse cortarlesimea a esos pobres españolitos que llevan glos de abuelos a nietos y biznietos por esas tierras que creíamos que eran nuestras? nos preguntábamos aquí hace ahora una semana. Pues por si no nos habíamos enterado bien, ahí tenemos hoy al tal Franz Fischler que, como sigue siendo comisario europeo de Agricultura, sigue empeñado, el tío, en mermarnos a su gusto la producción nacional y tradicional de nuestro aceite como si le saliera a él de sus mismísimas narices. El Gobierno no acaba de saber qué hacer. La ministra de Agricultura, Loyola de Palacio, tan inteligente, tiene un cabreo negro. Pero el tal Fischler sigue erre que erre con la suya y todo nos da la impresión de que los españoles, sobre todo los aceiteros, somos algo así como el pito del sereno. Sonamos poco y nadie nos hace caso. Si, como dice la Prensa, España no puede vetar a la Organización Común de Mercado que nos está haciendo la puñeta, ¿por qué no mandar de una vez al carajo a esa Unión Europea en la que, a juzgar por las apariencias, los representantes españoles, cobrar cobrarán sus ricos sueldos internacionales, pero ni los conserjes les hacen caso? Si vous dites qu il pleut je vais tomber des núes... s écrie la goute d eau dice una vieja canción francesa que uno aprendió cuando era chico. Pues ahí le duele. Si de las nubes de esos organismos europeizantes nos están cayendo a chaparrón toda suerte de prohibiciones como ahora mismo ésta de que nuestros olivareros sigan cultivando y sacando el aceite que sacaban, ¿para cuándo se espera a largar de aquí al tal señor Fischler y a todos esos funcionarios internacionales que nos están poniendo a parir a fuerza de mermarnos cuantas cuotas de producción y de exportación pueden La pregunta no es sólo obvia; es idiota. Estamos en Europa y aunque algunos digan que cuando entramos hace algunos años lo hicimos de rodillas, no vamos ahora a marcharnos de rodillas también Pero es fuerte eso del aceite y son fuertes otras cosas también Parece que va a llover... El cielo se está nublando... decía una vieja canción que no sé por qué, los acontecimientos me traen estos días canciones y más canciones. Está lloviendo y no poco en esta tozudez del tal comisario Fischler empeñado en que mermemos la riqueza que durante siglos han estado siendo nuestros olivares. ¿Por qué vamos a tener que ser nosotros los que, en lugar de exportar a Europa, sean otros países europeos los que nos exporten, y nosotros los que, a cambio de quedarnos atrasados, recibamos no se sabe bien si limosnas o pensiones? Probablemente habrá respuestas satisfactorias a estas preguntas cabreadas e inquietantes, pero ¡bueno! que nos las digan y que nos tranquilicen. Si al mismo tiempo doña Loyola pudiera arreglar eso del aceite, pues qué bien... Que diez mil o algunos más inocentes se manifiesten aquí, se la traeflojaa los poderosos tecnólogos de Bruselas. Otra pregunta idiota más: ¿cómo se Uama ahora la capital de España? Durante años y años habíamos vivido recordando épocas dictatoriales para condenarlas y llegó un día en que no sabemos qué ingenio de esta Corte acuñó una frase que algunos de tarde en tarde se atreven a evocar: ¡Contra Franco vivíamos mejor! No digamos ahora tanto, pero esta clase de dictadores técnicos como el tal Fischler van a lograr que alguien empiece a exclamar contra Europa. Acabaremos por estar mejor. Lorenzo LÓPEZ SANCHO

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