ABC MADRID 03-01-1998 página 17

SÁBADO 3- 1- 98 OPINIÓN Escenas políticas ABC 1 7 DE INVIERNO cuestiones menos importantesno sólo no ha habido ninguna discrepancia de fondo sino que se ha garantizado una eficaz acción de gobierno que ha beneficiado a la sociedad española en general. Desde Cataluña se puede contemplar también con satisfacción la tarea realizada. Sería una tremenda irresponsabilidad destruir o poner en peligro una fórmula que está siendo tan positiva para todos y cada uno y para el conjunto. Otra cosa muy distinta es que algunos dirigentes de ambos partidos marquen en ocasiones con todo derecho sus peculiaridades y subrayen sus identidades, aunque sólo sea para consumo interno de sus bases, sobre todo de aquellos sectores que se pueden sentir más inquietos o incómodos con la colaboración. Esa situación se da en todas las coaüciones y siempre se usan esos mismos métodos que casi nunca ponen en peligro el entendimiento básico a largo plazo. Por á mi ísí mím s m mm otra parte, sólo desde la inconsciencia más absoluta, que no se puede atribuir ni a los ¿rigentes populares ni a los de CiU, se puede jugar a anticipar unas elecciones cuyos resultados finales, cualesquiera que sean las encuestas, cada vez está más claro que es imposible prever con precisión. La historia electoral europea reciente está llena de fiascos que nadie había previsto porque las encuestas los habían descartado, desde el británico Wilson en 1970 al francés Chirac en 1997. Si algo tienen bien acreditado Aznar y Pujol es que, cada uno a su estilo, son ambos políticos cautos y pragmáticos que no juegan a los dados con las cosas serias. Todo hace pensar que tanto para el uno como para el otro las urnas serían favorables en un futuro próximo; pero los dos han declarado en infinidad de ocasiones que son partidarios de agotar las legislaturas, porque la política no es un juego mediático sino algo bastante más serio. Alejandro MUÑOZ- ALONSO COSAS OEL AÑO NUEVO reloj AlELbertolasde la casa de con Ruiz- Gallardón dio este año campanadas cierta solemnidad y razonable sosiego, así que a nadie se le atragantaron las uvas, ni siquiera a mi suegra, que tiene estrechas las tragaderas. Todos pudimos tomar las doce uvas a razón de uva por campanada. Televisión Española se había traído a Rafaela Carra para que nos iniciase en el rito de las uvas, y la ceremonia adquirió con ella un cierto aire italianizante y europeo. Para subrayar el europeísmo, un chorbo se quedó en porretas junto a la fuente de la Puerta del Sol y se exhibió en tal indumentaria ante los jubilosos celebrantes del tránsito de la noche de San Süvestre. Quizá eso de entrar desnudo en el Nuevo Año sea un acto de franciscanismo, algo así como un loor a la pobreza en la decadencia del pelotazo. También puede ser una manera de meditación trascendental, porque cada año que empieza puede ser el de nuestra despedida de este mundo, del cual se sale tan desnudo como en él se entró. Lo normal es que el chorbo que recibió las campanadas en pelota picada fuera un cachondo exhibicionista o un ninfo que sé creyó náyade, yo qué sé. Ahora siempre sale alguien desnudo en los acontecimientos donde se aglomera el gentío, manifestaciones, estadios, playas o nocheviejas. Es otra influencia europea, más bien del norte, de los fiordos y las ciudades de hielo, donde la gente se queda desnuda con mucha facilidad y frecuencia a pesar del frío. Ya se sabe que lo que necesita abrigo es el calor, y si no, que se lo pregunten a las tribus del desierto. Los paisanos de Rafaela Carra cenan lentejas esa noche de Fin de Año. Cenan lentejas con zampone que es la pata del cerdo rellena de carne de lo mismo. La superstición consiste en creer que cuantas más lentejas se coman, más monedas caerán en nuestros bolsillos durante el año que empieza. Están buenas las lentejas guisadas así, porque el zampone es tan gustoso al menos como nuestro tocino y nuestras morcillas, pero tampoco hay que comenzar el año pensando sólo en lo material. Ni quedarse en cueros ni confundir las lentejas con los euros Yo no le hago ascos a las lentejas, pero siempre me traen recuerdos de y, la guerra, cuando algunos días cal maba el hambre con las lentejas viudas de Negrín cocidas con sal y aderezadas sólo con vinagre, sin gota de aceite y con el tocino en las nubes del recuerdo. Decididos a una cierta italianización, mi mujer rechazó las lentejas y optó por poner en la mesa de la Nochevieja un risotto con trufa blanca de Alba, traída desde allí casi a lomo de ángel, y unas codornices rellenas de foie con ringorrangos de ceboUitas glaseadas, boletus trifolatti y gelatina de frambuesa, receta celestial de la marquesa de Luca de Tena. El concierto de Año Nuevo de Viena nos trajo la broma de un Zubin Mehta disfrazado de jefe de estación con gorra roja y el pito de dar la salida a los maquinistas, y así dirigió los divertidos compases de Viajeros, al tren de no recuerdo cuál de los muchos Strauss. Después de las pavorosas charangas televisadas de la Nochevieja, qué horror, entrar en el Año Nuevo con el concierto de Viena, incluso llevando con las palmas el ritmo de la Marcha Radetzky es una manera gozosa de reconciliarse con la música, tan maltratada en este tiempo. Aquí, no ya Luciano Pavarotti, a quien se le puede perdonar la ignorancia, sino casi todo el mundo canta sin leer música, sin entenderla y sin respetarla. En los últimos días del año, y después del mensaje del Rey, deberíamos sellar los televisores hasta que vuelva el fútbol, que es lo que tiene interesado al gentío. Lo que más se ve en la pantalla esos días son los mensajes de Navidad de todos los virreyes y califas de las Comunidades, y las adivinaciones de brujas y brujos que predicen que Ana Obregón volverá con el conde Lequio y que Fran Rivera se casará con María Eugenia. ¡Qué año, qué año! Jaime CAMPMANY Zigzag Agravio a Almería La decisión de la dirección de Renfe, ayuna de cualquier esbozo de explicación o justificación, probablemente por la simple y clara razón de que carece de ellas, de suprimir el Talgo de los sábados entre Madrid y Almería a partir del próximo día 10, ha irritado lógicamente a los almerienses y ha provocado la natural protesta del Ayuntamiento, que, hasta el momento, no ha recibido ninguna explicación. El malestar ha cundido entre los sectores sindicales, empresariales y políticos de la ciudad. Almería, la provincia andaluza que presenta un mayor crecimiento de la actividad económica y unas excelentes perspectivas, es la peor comunicada por vía férrea con Madrid. Los vuelos con la capital van normalmente saturados. Mientras el AVE ha reducido las distancias a Córdoba y Sevilla y el proyecto de extensión a Málaga se encuentra muy avanzado, la dirección de Renfe se olvida de Almería y, en lugar de mejorar el tráfico ferroviario, suprime el servicio de ida y vuelta de los sábados. Lo único bueno de esta inexplicada e inexplicable decisión es que no es irrevocable. Ni siquiera el improbable argumento de la rentabilidad sería en este caso, esgrimíble, ya que Renfe es un servicio público, cuyo fin primordial no es la pura obtención de beneficios. Se trata de un error, por fortuna, muy fácil de subsanar.