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ABC MADRID 02-06-1997 página 61
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  • EdiciónABC, MADRID
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LUNES 2- 6- 97 CULTURA ABC Pág. ól Ignacio Bosque ingresó en la Real Academia con nn alegato en defensa de los gramáticos y un homeuiye a Salvador Fernández El secretario de Estado de Universidades presidió la toma de posesión del nuevo académico Poco a poco todos los sillones de la Academia van ocupándose. Los tradicionales y los de nueva creación. Como el b que estrena dueño: Ignacio Bosque. Con su incorporación a la Docta Casa, se verá enriquecida una disciplina (la gramática) que algunos consideran algo adusto y desabrido A demostrar que se equivocan quienes piensan que el Poco amigo de pompas y ceremonias, confesaba ayer Ignacio Bosque sentirse un poco extraño encajado en esta para mí tan inusitada vestimenta (el frac de rigor en tan solemne ocasión) Anécdotas aparte, sus primeras palabras fueron de gratitud, de una profunda gratitud, a la Academia por haber valorado el entusiasmo que siempre he puesto en mi trabajo y haber interpretado tan generosamente mis ganas de aprender Así se apreció el 4 de mayo de 1995 cuando, atendiendo a la candidatura presentada por Carlos Bosuoño, Víctor García de la Concha y Emilio Lledó, fue elegido para ocupar el sillón t de nueva creación. No hubo, pues, antecesores a los que evocar. Emilio Lledó respondió al recipiendario del sillón t plaza de nueva creación Madrid. Natividad Pulido gramático es un buscador de inútiles complejidades dedicó el nuevo académico parte de su discurso: La gramática empieza a ser atractiva cuando nuestra lengua deja de ser objeto de obligación para serlo de reflexión El resto se convirtió en un homenaje al filólogo Salvador Fernández, que tanto me ha enseñado sin haberle conocido nunca cree que aportó a la gramática más de lo que obtuvo de ella El nuevo académico se ha sumergido durante no pocas horas en el espléndido archivo documental de Fernández Ramírez. El homenaje que ayer le rendía trataba de hacer un poco de justicia a su figura, a su labor y a su memoria Bosque compara al gramático con el botánico: ambos saben que lo más apasionante surge de lo más simple. Y así, al igual que éste descubre un buen día la misteriosa complejidad escondida en la sencillez de una brizna de hierba o una flor común, el gramático halla en el interior de las palabras la verdadera fuente de su belleza Sus palabras fueron acogidas con una cerrada ovación e, incluso, con un espontáneo bravo de uno de sus aliminos. Maestros y compañeros Con la Poesía y la Sabiduría como testigos mudos desde las dos magníficas vidrieras que coronan la sala, hacen su entrada en ella Domingo Ynduráin y Juan Luis Cebrián, que acompañan al nuevo académico hasta el estrado. Preside el acto el secretario de Estado de Universidades, Fernando Tejerina, que estuvo acompañado por Femando Lázaro Carreter, Ángel Martín Munido, Pedro Laín Entralgo y Víctor García de la Concha. Estampa similar a la que hace quince días se vivió en esta misma casa. Los parabienes se los lleva hoy Ignacio Bosque Muñoz que, a sus 46 años, se convierte en el segundo académico más joven, tras Antonio Muñoz Molina. La fortuna (eso sí, acompañada de un intenso trabajo diario) ha querido unir casi veinte años después a discípulo y maestro que, a partir de hoy, trabajarán codo con codo en la Academia. Fernando Lázaro Carreter dirigió en 1978 la tesis doctoral de Ignacio Bosque sobre La polaridad negativa en castellano No perdió la ocasión de felicitarse por ello: No hay mejor escuela que aquella en laque los maestros son los compañeros Algo más de dos años ha tardado Ignacio Bosque en leer su discurso de ingreso. Ineludibles compromisos retrasaron tan esperado momento. Ayer se hacía finalmente realidad. Y, para ocasión Enseñar a mirar el lenguaje Es el turno de Emilio Lledó, que contesta al nuevo académico. No sólo se detiene en su abundante y rigurosa obra científica, sino que aprecia en él una preocupación pedagógica y así, desde la privilegiada tribuna de su cátedra de Filología Española de la Universidad Complutense, trata de enseñar a mirar el lenguaje con lucidez y arrojo Lledó subrayó el peso de la tradición gramatical en España, lo cual, en su opinión, ha permitido conformar un firme lazo que une a muchos pueblos que hablan esa lengua Tomando prestado un verso de su admirado José María Valverde, en el que el lenguaje, por obra y gracia de la metáfora, se ha hecho pan como por milagro Lledó habla del español como un pan lleno de vida y esperanza y de la gramática como la corteza nacida de esa misma masa donde laten las pasiones del alma Al acto asistieron numerosos representantes del mundo cultural, los académicos ya citados, así como Emilio Alarcos, Rafael Alvarado, Elíseo Álvarez- Arenas, Francisco Ayala, Antonio Colino, Eduardo García de Entorna, Valentín García Yebra, Luis Gtíytisolo, Claudio Rodríguez, Gregorio Salvador, Manuel Seco, Alonso Zamora Vicente y el académico electo Luis María Anson. Ignacio Bosque lee su discurso de ingreso en la Docta Casa tan especial, quiso hacer un alegato en defensa del gramático. ¡Qué extraños son los gramáticos! exclaman quienes observan con asombra a estos bichos raros que dedican su vida al estudio de pronombres, adverbios, sujetos, predicados, gerundios e infinitivos. Por ello, sus primeras palabras estuvieron encaminadas a borrar ese recelo que despiertan quienes se ocupan de tales menesteres. A finales del siglo XX el gramático no es gran cosa- se lamenta- EUono se debe sólo a que el interés por el idioma sea en estos tiempos un valor a la baja sino a que no siempre hemos sabido transmitir la pasión por desentrañar los misterios de nuestro objeto de estudio Conio solución propone hacer atractiva la gramática. Pero, ¿cómo conseguirlo? Cuando nuestra lengua deje de ser objeto de obligación para serlo de reflexióncuando nuestro objetivo no sea regularla, sino entenderla Ésta es la receta que propone y éstos los ingredientes: una teoría, observación atenta, una brizna de distanciamiento y una pizca de escepticismo. Así lo hizo Salvador Fernández Ramírez, que durante veintitrés años fue miembro de la Española y dedicó toda su vida a la búsqueda infinita del conocimiento, al placer de la búsqueda misma tomado de una imagen de John Locke. Al recuerdo de aquel hombre, que sin conocerlo le enseñó tanto, dedicó Ignacio Bosque su discurso. De su ambiciosa Gramática española en cuatro volúmenes sólo pudo culminar el primero. Las 95.000 fichas que manejó para su elaboración dan una idea de la magnitud del trabajo. Es la primera gramática que ha estudiado la lengua española con ese grado de minuciosidad y atención- dice- Pero también será la última. Ahora que se han acabado las gramáticas está más viva que nunca la gramática, en singular En cualquier caso.

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